Título original: A whisper in the dark
Autora: Louisa May Alcott
Editorial: Hermida Editores
Páginas: 84
Traducción: Óscar Mariscal
Posfacio: Óscar Mariscal
Fecha publicación original: 1863
Posfacio: Óscar Mariscal
Fecha publicación original: 1863
Fecha esta edición: 2016
Ilustración de cubierta: Vanidad (c. 1870), de Auguste Toulmouche
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 13,90 euros Ilustración de cubierta: Vanidad (c. 1870), de Auguste Toulmouche
La publicación de Un susurro en la oscuridad, novela inédita en castellano de la autora de Mujercitas, Louisa May Alcott, descubrirá al lector español una nueva faceta suya. Enmarcada en el corpus de los thrillers góticos,
sus motivos principales se inscriben en la vertiente más popular del
género: la salvación personal a través del esfuerzo, la vida modesta y
las dificultades en las relaciones amorosas.
En Un susurro en la oscuridad Louisa May Alcott introdujo
temas que resultaron especialmente novedosos en la literatura de su
época, tales como el consumo de drogas, la locura y el control mental, y
que, sin embargo, se alejan bastante de los habituales en su obra y
también de su conocido estilo, normalmente luminoso y puro.
Normalmente un libro con la trama que plantea Un susurro en la oscuridad necesita de muchas páginas para llegar a buen término. Páginas y más páginas para desarrollar los personajes, crear ambientación, evolucionar en la trama, profundizar en el aspecto psicológico de la historia... y todo ello mientras se avanza hacia un final que debe ser consecuente, a poder ser sorprendente, o cuanto menos acorde a lo que se ha narrado hasta llegar ahí. Lo dicho, muchas páginas.
Pues Louisa May Alcott lo consiguió en unas setenta. Ni más ni menos. Solo necesita esas setenta páginas para armar una historia que comienza en un tono, termina en otro completamente distinto, donde traza un perfil preciso de los personajes que pululan por ella, hace evolucionar la ambientación en un desasosiego que va in crescendo, se saca de la manga una sorpresa final perfectamente plausible dentro de la narración, y encima lo hace con una calidad literaria de mucha altura. Los grandes escritores hacen cosas así.
Y es que a mí me gusta mucho Louisa May Alcott. Sé que no es del gusto de mucha gente, que muchos lectores no soportan Mujercitas (ni sus derivados posteriores), y que esa visión sobre su propia infancia y juventud les resulta edulcorada. No es mi caso; es una lectura que me ha acompañado desde la infancia, y que cuando pude leerla completa, sin censuras, muchos años después, disfruté igual o más. Y es que Alcott era una buena escritora, y con una bibliografía mucho más amplia, diversa y arriesgada de lo que mucha gente conoce de ella. Y dentro de esa extensa obra desconocida están las nouvelles y cuentos que escribió bajo el seudónimo de A.M. Barnard. De tintes góticos en algunas ocasiones, o encuadrados en la "sensation novel" que causaba furor en la época, estaban dirigidas a un público más adulto y se apartaban diametralmente de esa literatura juvenil y llena de buenas intenciones que son su seña de identidad. Un susurro en la oscuridad pertenece a esta serie de nouvelles; fue publicada en un periódico en 1863 con ese seudónimo, aunque poco antes de su muerte consintió en publicarla con su auténtico nombre.
Tengo que avisar que esta nouvelle es tan cortita que hacer una reseña exhaustiva sobre ella es destripar media trama, y eso es lo peor que le puede pasar a esta historia, el estar sobre aviso con respecto a lo que va a ocurrir. De hecho, para mi gusto la sinopsis que ofrece el libro dice mucho más de lo que debería y desvela algo que debería ser una sorpresa, así que la he mutilado sin piedad arriba y no he puesto absolutamente nada concreto que desvele demasiado.
Hermida Editores vuelve a acertar de pleno con la recuperación en castellano de una nouvelle desconocida de un autor renombrado. La ilustración de la cubierta, del pintor francés Toulmouche, además de preciosa refleja a la perfección la personalidad de nuestra protagonista durante la primera mitad de la historia. Esa vanidad, carente de malicia pero que ni controla ni quiere apaciguar, sella su destino, y está presente durante buena parte de la narración; ese querer prevalecer por encima de los demás, ese orgullo excesivo, ese querer ser el centro de atención y tener a los dos protagonistas masculinos de la historia danzando a su alrededor. Sybil es caprichosa, consentida y orgullosa, pero con un fuerte carácter y un temperamento que sobresalen por encima de esos defectos. No se deja amilanar, no se deja amedrentar e intenta imponerse en un mundo en el que las mujeres debían atenerse a lo que se esperaba de ellas, que no era mucho. Los dos caballeros, padre e hijo, conforman el triángulo alrededor del que gira la trama. Sybil está predestinada a casarse con el hijo, Guy (algo que conocemos desde la primera página, con lo que no estoy desvelando nada), pero tiene muy claro que las cosas deben hacerse según sus propios términos, impliquen lo que impliquen y con las consecuencias que sean necesarias. Lo que no sabe, lo que no anticipa, es que ella misma puede ser la destinataria de esas consecuencias. Y lo que comienza como una historia algo típica del siglo XIX sobre una jovencita que llega a un nuevo hogar con un matrimonio concertado a la vista, un futuro marido muy apuesto y su misterioso padre, adquiere tintes mucho más oscuros que giran hacia aquello por lo que esta nouvelle es denominada como gótica. Y poco más me atrevo a decir. A esta lectura hay que llegar sin ideas preconcebidas o que nos anticipen lo que va a ocurrir, porque pierde toda la gracia.
Sí que quiero comentar una cosilla sobre la traducción. No suelo comentar nada sobre erratas y demás porque, sinceramente, todos los libros las tienen y salvo que sea algo flagrante pues no tiene mayor importancia. Pero en esta edición sí que he visto que se utiliza varias veces la palabra "amante", y que se adjudica en varias ocasiones a Sybil. Intuyo que la palabra original es "lover", y esa palabra en el siglo XIX no tenía las connotaciones que tiene hoy en día. Un "lover" para una jovencita de buena familia del siglo XIX era un pretendiente o un enamorado, como mucho un joven con el que se flirtea (por atenernos al lenguaje de la época)... jamás un amante, y menos en este contexto. Lo dicho, no afecta a la narración (aunque chirría mucho), pero creo que es un error de interpretación de la época sobre la que se está traduciendo que con cuidado se podría haber evitado. Por otro lado, el posfacio del traductor con el que se cierra la novela es muy ilustrativo y ofrece mucha información sobre Louisa May Alcott y su "otra personalidad" como autora de historias adultas, oscuras, góticas o pasionales.
Por ir terminando... con Louisa May Alcott hay que librarse de prejuicios, hacerlos a un lado y adentrarse por otros senderos de su bibliografía muy alejados de las hermanas March y sus canciones navideñas alrededor de un piano. Porque esos caminos sorprenderán a muchos cuando se vean transportados a historias de una tremenda calidad literaria, absorbentes, desasosegantes, espeluznantes y oscuras, que una vez que se empiezan a leer nos obligan a no levantar la vista hasta que las terminamos. Que los árboles no nos impidan ver el bosque, porque Louisa May Alcott, independientemente de los derroteros hacia los que condujo de manera predominante su carrera literaria, tenía muchos recovecos, como tantos y tantos escritores. Y esos recovecos bien se merecen una lectura, porque te puedes encontrar historias que rozan la perfección. Como esta.
Pues Louisa May Alcott lo consiguió en unas setenta. Ni más ni menos. Solo necesita esas setenta páginas para armar una historia que comienza en un tono, termina en otro completamente distinto, donde traza un perfil preciso de los personajes que pululan por ella, hace evolucionar la ambientación en un desasosiego que va in crescendo, se saca de la manga una sorpresa final perfectamente plausible dentro de la narración, y encima lo hace con una calidad literaria de mucha altura. Los grandes escritores hacen cosas así.
Y es que a mí me gusta mucho Louisa May Alcott. Sé que no es del gusto de mucha gente, que muchos lectores no soportan Mujercitas (ni sus derivados posteriores), y que esa visión sobre su propia infancia y juventud les resulta edulcorada. No es mi caso; es una lectura que me ha acompañado desde la infancia, y que cuando pude leerla completa, sin censuras, muchos años después, disfruté igual o más. Y es que Alcott era una buena escritora, y con una bibliografía mucho más amplia, diversa y arriesgada de lo que mucha gente conoce de ella. Y dentro de esa extensa obra desconocida están las nouvelles y cuentos que escribió bajo el seudónimo de A.M. Barnard. De tintes góticos en algunas ocasiones, o encuadrados en la "sensation novel" que causaba furor en la época, estaban dirigidas a un público más adulto y se apartaban diametralmente de esa literatura juvenil y llena de buenas intenciones que son su seña de identidad. Un susurro en la oscuridad pertenece a esta serie de nouvelles; fue publicada en un periódico en 1863 con ese seudónimo, aunque poco antes de su muerte consintió en publicarla con su auténtico nombre.
Tengo que avisar que esta nouvelle es tan cortita que hacer una reseña exhaustiva sobre ella es destripar media trama, y eso es lo peor que le puede pasar a esta historia, el estar sobre aviso con respecto a lo que va a ocurrir. De hecho, para mi gusto la sinopsis que ofrece el libro dice mucho más de lo que debería y desvela algo que debería ser una sorpresa, así que la he mutilado sin piedad arriba y no he puesto absolutamente nada concreto que desvele demasiado.
Hermida Editores vuelve a acertar de pleno con la recuperación en castellano de una nouvelle desconocida de un autor renombrado. La ilustración de la cubierta, del pintor francés Toulmouche, además de preciosa refleja a la perfección la personalidad de nuestra protagonista durante la primera mitad de la historia. Esa vanidad, carente de malicia pero que ni controla ni quiere apaciguar, sella su destino, y está presente durante buena parte de la narración; ese querer prevalecer por encima de los demás, ese orgullo excesivo, ese querer ser el centro de atención y tener a los dos protagonistas masculinos de la historia danzando a su alrededor. Sybil es caprichosa, consentida y orgullosa, pero con un fuerte carácter y un temperamento que sobresalen por encima de esos defectos. No se deja amilanar, no se deja amedrentar e intenta imponerse en un mundo en el que las mujeres debían atenerse a lo que se esperaba de ellas, que no era mucho. Los dos caballeros, padre e hijo, conforman el triángulo alrededor del que gira la trama. Sybil está predestinada a casarse con el hijo, Guy (algo que conocemos desde la primera página, con lo que no estoy desvelando nada), pero tiene muy claro que las cosas deben hacerse según sus propios términos, impliquen lo que impliquen y con las consecuencias que sean necesarias. Lo que no sabe, lo que no anticipa, es que ella misma puede ser la destinataria de esas consecuencias. Y lo que comienza como una historia algo típica del siglo XIX sobre una jovencita que llega a un nuevo hogar con un matrimonio concertado a la vista, un futuro marido muy apuesto y su misterioso padre, adquiere tintes mucho más oscuros que giran hacia aquello por lo que esta nouvelle es denominada como gótica. Y poco más me atrevo a decir. A esta lectura hay que llegar sin ideas preconcebidas o que nos anticipen lo que va a ocurrir, porque pierde toda la gracia.
Sí que quiero comentar una cosilla sobre la traducción. No suelo comentar nada sobre erratas y demás porque, sinceramente, todos los libros las tienen y salvo que sea algo flagrante pues no tiene mayor importancia. Pero en esta edición sí que he visto que se utiliza varias veces la palabra "amante", y que se adjudica en varias ocasiones a Sybil. Intuyo que la palabra original es "lover", y esa palabra en el siglo XIX no tenía las connotaciones que tiene hoy en día. Un "lover" para una jovencita de buena familia del siglo XIX era un pretendiente o un enamorado, como mucho un joven con el que se flirtea (por atenernos al lenguaje de la época)... jamás un amante, y menos en este contexto. Lo dicho, no afecta a la narración (aunque chirría mucho), pero creo que es un error de interpretación de la época sobre la que se está traduciendo que con cuidado se podría haber evitado. Por otro lado, el posfacio del traductor con el que se cierra la novela es muy ilustrativo y ofrece mucha información sobre Louisa May Alcott y su "otra personalidad" como autora de historias adultas, oscuras, góticas o pasionales.
Por ir terminando... con Louisa May Alcott hay que librarse de prejuicios, hacerlos a un lado y adentrarse por otros senderos de su bibliografía muy alejados de las hermanas March y sus canciones navideñas alrededor de un piano. Porque esos caminos sorprenderán a muchos cuando se vean transportados a historias de una tremenda calidad literaria, absorbentes, desasosegantes, espeluznantes y oscuras, que una vez que se empiezan a leer nos obligan a no levantar la vista hasta que las terminamos. Que los árboles no nos impidan ver el bosque, porque Louisa May Alcott, independientemente de los derroteros hacia los que condujo de manera predominante su carrera literaria, tenía muchos recovecos, como tantos y tantos escritores. Y esos recovecos bien se merecen una lectura, porque te puedes encontrar historias que rozan la perfección. Como esta.
Louisa May Alcott (Germantown, Pensilvania 1832 - Boston, 1888) era hija del reformista y pedagogo Amos Bronson Alcott, de quien recibió una esmerada educación. Su infancia y adolescencia transcurrieron en los círculos trascendentalistas de Boston y Concord (Massachusetts), siendo alumna de Emerson y de Thoreau, cuyas enseñanzas humanistas ejercieron una gran influencia en su pensamiento y en su obra literaria. Tras el fracaso de su padre en la fundación de una comunidad utópica en Harvard, Louisa se vio obligada a impartir clases y trabajar de costurera y asistenta.
Su primera novela, Estado de ánimo (Moods), apareció en 1864. En 1865 viajo a Europa. Dos años después dirigió la revista para niños Merry's Museum.
En 1868 publica su gran éxito Mujercitas, lo que le permitió saldar sus deudas y devolver la tranquilidad económica a la familia. Posteriormente publicó dos novelas que pueden considerarse secuelas de Mujercitas: Hombrecitos (1871), donde recreó el ambiente de la escuela innovadora creada por su padre, y Los muchachos de Jo (1886).
En 1877 publicó bajo pseudónimo a novela gótica Un moderno Mefistófeles, la historia de un poeta que firma un pacto faústico. Además escribió con el pseudónimo de A.M. Barnard cuentos y novelas apasionadas, en una línea muy distinta de Mujercitas, como Long Fatal Love Chase y Pauline`s Passion and Punishment. También publicó historias morales para niños.
Murió en Boston, donde pasó los últimos años de su vida escribiendo. Su obra literaria abarca más de trescientos títulos.
Miss Hurst
De esta autora tan solo he leído Mujercitas y porque no ha caído ningún otro libro suyo en mis manos. La portada es preciosa y seguro que la historia me encantaría. Besos
ResponderEliminarPues yo no soy de recomendar, pero creo que disfrutarías mucho esta nouvelle, que además es muy cortita y se lee muy rápido. La cubierta es una preciosidad.
Eliminar¡Besote!
A mí también me encanta Mujercitas, y éste lo tengo en casa aunque primero se lo ha leído mi hermana. Tengo unas ganas locas de ver ese cambio de registro de Alcott, porque me da a mí que me va a encantar.
ResponderEliminar¡Besos!
¿Y qué le ha parecido a tu hermana? Yo creo que sí que te gustaría y que te encantaría este cambio de registro igual que a mí. Es que cuando disfruto mucho de un libro me cuesta no recomendarlo, porque sé que los gustos varían mucho de una persona a otra, pero este me incita mucho a recomendarlo a todo el mundo... jajaja.
Eliminar¡Besote!
Apuntado lo tengo. Adoro a las hermanas March (a unas más que a otras, claro), me han acompañado también durante toda mi vida y no estaría mal conocer otras facetas de la autora.
ResponderEliminarBesos.
Siiii, lo de las hermanas March es un mundo aparte, te van cayendo mejor o peor según va avanzando la narración. Pues si te gusta tanto Mujercitas yo creo que disfrutarías mucho de este cambio de registro de Alcott, porque merece mucho la pena.
Eliminar¡Besote!
Tiene muy buena pinta¡¡¡ A ver si cae en mis manos y lo leo.
ResponderEliminarBesos
Pues si te cae espero que te guste tanto como a mí y que comentes qué te ha parecido.
Eliminar¡Besote!
Hola, no conocía este título de esta autora, es tan corta que no creo que me anime con ella y es que como dices, yo soy de esas personas que no soporta Mujercitas, fue una terrible decepción cuando lo leí, demasiado bucólico para mí y no sé si leeré algo más de Alcott.
ResponderEliminar¡Saludos!
Sí que es muy cortita, pero no creo que perjudique a la narración, más bien al contrario. Lo que pasa es que eso ya va sobre gustos, hay mucha gente que las novelas cortas no le tiran mucho. Y si encima no te gustó Mujercitas, pues entiendo que no te apetezca (aunque no tiene nada que ver, de verdad).
Eliminar¡Besote!
Interesante lo que comentas de la traducción, y también es verdad que errores hay alguno en todos, los hacen personas. Pero a veces se pasan mucho y no hay excusa. Mujercitas me gustó en su día pero ahora no me encaja mucho la historia. Sin embargo este susurro atrae mucho, espero poder leerlo pronto, es una pena que sea tan cortito.
ResponderEliminarAbrazos
Es muy cortito pero una vez que lo has leído te da la sensación de que has leído muchas más páginas de las que realmente tiene. Posee el empaque de una novela más larga de lo que realmente es. No tiene nada que ver con Mujercitas, así que si a final te decides a leerlo espero que lo disfrutes mucho.
Eliminar¡Besote!
Holaaaa!! Venga, que esta semana es la buena, a ver si consigo ponerme al día de todo (incluido el sorteo).
ResponderEliminarSigo pteniendo pendiente "mUjercitas", tal vez si me gusta, me anime con este. Estupenda reseña, muchas gracias por el matiz del "lover". Es algo que a mí me habría pasado inadvertido, pero tienes toda la razón, y me ha encantado que lo hayas indicado.
Besos
Ya he visto que has conseguido sacar un ratillo para el sorteo... jajaja.
EliminarLeas Mujercitas o leas este, espero que pronto descubras a Alcott porque merece mucho la pena. Sobre el "lover", sigo creyendo que no está bien interpretada la palabra, pero tampoco tiene mayor importancia, no afecta para nada a la narración.
¡Besote!
Quiero leer algo de esta autora. No descarto esta lectura. Un beso.
ResponderEliminarPues si al final te animas con ella ya contarás qué tal. Esta es una muy buena lectura y muy rápida, si es que te decides por ella.
Eliminar¡Besote!
A mí me gusta mucho "Mujercitas" pero ahora me doy cuenta de que es lo único que he leído de Louisa May Alcott (soy de efectos retardados, ya ves). Me ha sorprendido que consiga ese ejercicio literario en tan pocas páginas, me sorprende pero me intriga muchísimo más. Total, que con lovers o sin lovers tengo que leer esta edición en castellano y así comentamos. Besos y feliz semana.
ResponderEliminarSi tú eres de efectos retardados no sé cómo seré yo, que no hago más que apuntar un montón de libros que reseñas... jajaja.
EliminarDe verdad que lo que consigue en solo 70 páginas es muy, muy notable y merece mucho la pena, porque te quedas con la sensación de haber leído una novela más larga en extensión. Si al final lo lees ya comentarás qué tal (y espero que lo disfrutes, que es lo más importante).
¡Besote!
Un libro más que tengo pendiente. Me encanta la portada por cierto. Un beso ;)
ResponderEliminar¿Verdad que es preciosa la portada? Pues cuando lo leas ya contarás. Espero que lo disfrutes tanto como yo.
Eliminar¡Besote!
yo tengo pendiende murjecitas que llegó a mis estanterías en Abril, me quedo con este título. un abrazo
ResponderEliminarPues si lo reseñas deseando estoy leer qué te ha parecido. No sé qué edición tendrás, que hay unas cuantas, pero ojalá sea un versión íntegra (hay algunas que están mutiladas porque son ediciones muy antiguas).
Eliminar¡Besote!
No he leido nada de esta autora aún y esta obra me está tentando muchísimo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues si no has leído nada te recomiendo que empieces a la de ya :). Esta novelita es cortísima y buena muestra de lo buena escritora que era, así que si al final te decides ya contarás qué tal.
Eliminar¡Besote!
Pues ni he leído "Mujercitas" ni este pero ambos me apetecen. Además esta edición me parece muy bonita.
ResponderEliminarBesitos
Pues te recomiendo ambos dentro de que son muy diferentes, pero así conocerías un poco sus distintos estilos. Y la edición es preciosa, la ilustración de la cubierta es una maravilla.
Eliminar¡Besote!
De esta escritora he leído mujercitas,aquellas mujercitas, hombrecitos, los primitos, la herencia, y detrás de la mascara ( que no esta protagonizado precisamente por una ingenua jovencita) y todas me han gustado. Creo que es una autora aún por descubrir en muchos casos. Besinos.
ResponderEliminarPienso exactamente lo mismo, esta autora está muy encasillada para ciertos lectores y quien intente conocer su obra más a fondo se encontrará muchas sorpresas.
Eliminar¡Besote!
Tengo pendiente esta lectura que me parece que puede ser muy interesante. Sobre todo porque su autora creo que ya en sí lo es
ResponderEliminarBesos
Lo es y mucho (por lo menos para mí). Y como digo en la reseña, con muchos más recovecos de los que pueda parecer tras leer su obra más famosa. Pues deseando estoy que lo leas para conocer tu opinión.
Eliminar¡Besote!
hola! no tengo mas que alabanzas para tu blog, no me canso nunca de leerte y te envidio sanamente, esos libros! besos.
ResponderEliminarY yo no me canso de darte las gracias por ser siempre tan amable, de verdad. ¡Un besote grande!
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