miércoles, 24 de abril de 2019

RESEÑA (by MB) ::: MI NOMBRE ES SEI SHONAGON - Jan Blensdorf





Título original: My name is Sei Shonagon 
Autora: Jan Blensdorf 
Editorial: Alfaguara
Traducción: Luis Murillo  
Páginas: 184
Fecha de publicación: febrero 2004
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 16,15 euros 
Imagen de cubierta: Tim Hetherington



En la caótica ciudad de Tokio hay una habitación situada sobre una tienda de incienso en la que una misteriosa mujer escucha detrás de un biombo las palabras de cualquier extraño que se acerque hasta ella. Y todos abandonan el lugar extrañamente reconfortados. Sólo un joven francés apasionado por los jardines nipones llegará a descubrir y a amar a la verdadera Sei Shonagon, una joven que tras quedarse huérfana tuvo que trasladarse de Estados Unidos aJapón y aprender a adaptarse a la rigidez de su nueva vida.
En el extranjero me veían como la "callada japonesita", educada a más no poder y relativamente circunspecta. A veces la gente te ve según lo que espera encontrar en ti. Tendrás que acostumbrarte a la idea de que a lo largo de la vida puedan juzgarte desde puntos de vista radicalmente distintos, según las necesidades, posturas o incapacidades del prójimo.
Estas son las sabias palabras que la señora Matsu le dice a Sei Shônagon cuando esta se acaba de quedar huérfana de padre y de madre.

En Mi nombre es Sei Shônagon conocemos la historia de una niña que siempre ha sentido (o, mejor dicho, le han hecho sentir) que es diferente e incompleta. Dependiendo de los ojos que la miren, ven en ella a la niña japonesa o a la niña americana que hay que reeducar para borrar esos genes que no cuadran con la cultura americana de la abuela paterna o la cultura japonesa de su tío.

Sei es hija de un profesor americano y una estudiante japonesa que se conocieron en Tokio, se enamoraron y se fueron a vivir a Nueva York. Allí formaron una familia feliz y amorosa junto a su hija, y en esta ciudad tan cosmopolita e integradora los tres sentían que formaban parte de un todo, de una unidad... una familia donde las diferentes culturas, lejos de separarlos, les enriquecían e integraban, pues el amor estaba por encima de todo y no se cuestionaba otra cosa.

Los primeros años junto a su padre y su madre fueron muy felices, pero un día el padre es atropellado y muere, dejando a madre e hija solas, desamparadas y desencajadas. A partir de ese momento sienten, porque así se lo hacen sentir, que no son ciudadanas de pleno derecho en ninguna comunidad: primero en Estados Unidos, cuando se van a vivir junto a la abuela paterna y esta solo ve sus ojos rasgados, culpándolas por la muerte de su hijo; después, cuando vuelven a Japón para ponerse bajo la protección del estricto y huraño hermano de su madre, quien no tiene otro sentido y objetivo que borrarles los rasgos americanos que ellas traen. En Tokio, por tanto, tampoco encajan porque siempre se les recuerda la mancha americana que tanto madre como hija poseen.

Y así, con este sentimiento diferencial, es como Sei Shônagon va creciendo en la casa de su tío hasta que un día su madre muere, dejándola más sola todavía. En esta tesitura se la encuentra la señora Matzu, pintora y amiga de su tutor, que es capaz de ver a través de su tristeza todo el peso cultural que arrastra como un pecado. Esta señora, con su sabiduría y su bondad, es el bálsamo purificador y liberador que le hace reencontrarse con su interior y esencia, y gracias a ella puede liberarse de las férreas garras de su tío para seguir creciendo fuera de sus presiones y neuronas.

Cuando Sei crece recibe la herencia familiar, un negocio de inciensos llamado El Puente de los Sueños, donde se instala y comienza una nueva vida lejos de su tío. En su negocio halla la paz del que llega a casa, a su tierra y a sus orígenes y, en este lugar, otros también encuentran o se enfrentan a las preguntas que difícilmente plantean por temor a sus respuestas.

Detrás de un biombo, como si fuese una pitia, la protagonista escucha a todo el que se pasa por su tienda y quiere abrirse y derramar lo que le atormenta pero que, por sentido social, debe callar. Esta pitia, empática y sensible, pone su tiempo y su espacio al servicio de los que quieren expresarse; de alguna manera entiende que la gente necesita desahogarse, como ella misma lo necesita o lo necesitó en su momento. Y así, por medio de estas peculiares entrevistas, conocemos a una Sei madura, su historia y lo que queda por escribir y reescribir en ella.

En Mi nombre es Sei Shônagon, Jan Blensdorf recrea una metáfora de la vida, una fábula con distintas moralejas y enseñanzas donde cada cual, desde su perspectiva, puede ver las causas o las cosas que nos unen o nos diferencian. Por mi parte y para los que me conocéis, la cultura japonesa es una de mis debilidades, así que me ha resultado muy fácil y natural empatizar con la frágil y cristalina protagonista, descubriendo cosas que me unen y me hacen valorar esta cultura legendaria.
Cuando me encontraba con la señora Matzu, ella, en vez de preguntarme directamente cómo estaba, tenía la costumbre de decir:
"¿Cómo vas hoy con tus pinceles?", y su pregunta implicaba también que pintar formaba parte de la experiencia humana normal, era una forma de ser, de crecer.






Escritora australiana, Jan Blensdorf ha viajado durante varios años antes de establecerse entre Inglaterra y Francia. Su experiencia viviendo en Japón le sirvió para escribir su primera novela, Mi nombre es Sei Shonagon (Lecturalia.com)

15 comentarios:

  1. No suelo leer novela japonesa y esta aunque no tiene mala pinta, no me llama lo suficiente. Esta vez la dejo pasar.
    Besos

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  2. Buenos días.
    La novela que nos presentáis hoy parece muy especial, delicada y emocional. me la llevo, porque el tema de disparidades entre culturas, y el de no encajar en ninguna, siempre me ha parecido muy interesante sociológicamente.
    Muchas gracias por compartir esta estupenda reseña!! Un abrazo!!

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  3. La cultura japonesa tan diferente de la nuestra me parece muy interesante. Me apunto el libro. Besinos.

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  4. Hola guapa, la verdad es ahora mismo no me llama la atención. Lo dejo pasar...
    Un besazo

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  5. Es una de mis novelas favoritas. Siempre quise que existiera un lugar como ese para poder ir y alguien que te escuche y te responda así.
    Besos

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  6. No me apetece ahora mismo esta ambientación y mira que hubo un tiempo en el que me encantaba.
    Besos.

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  7. No la conocía. Y me llama muchísimo la atención. Tomo buena nota.
    Besotes!!!

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  8. Me parece divina, la leí hace unos años y aún conservo un muy buen sabor de boca 😉

    Besitos cielo 💋💋💋

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  9. No es una ambientación ni una cultura que me atraiga de primeras, y con lo liada que estoy de momento lo dejo pasar.
    Un beso ;)

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  10. A mí también me fascina la cultura japonesa, y esta historia, a pesar de que es triste, tiene un algo que me atrae muchísimo. Anotada queda ;)

    besitos

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  11. Al contrario que a ti, a mí la cultural y nunca me ha atraiat en exceso y está novela además desprende algo triste, no me animo con ella.
    Besos

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  12. Buenaas!
    Lo tengo pendiente desde hace un montón y me muero por leerlo ^^
    Gracias por la reseña <3

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  13. Esta vez no me lo llevo, no me atrae lo suficiente aunque esas lecturas de personas que no parecen encajar en ningún lugar me suelen resultar atractivas.
    Besos

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  14. Hola! Mira acabo de llegar de rebote a este blog y me encuentro con esta fantástica novela. Me l leí hace años, recomendada por Norah, y la verdad es que fue un gran acierto. ¡Se la recomiendo a todo el mundo! ^^ Me quedo por aquí, un besete

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  15. También a Moniki y a mí nos encantan las novelas ambientadas en esta cultura, y al leerte he conectado mucho con la historia. Viendo además en los comentarios buenas sensaciones, me la llevo apuntada.

    Un beso ;)

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