jueves, 7 de marzo de 2024

RESEÑA (by MH) ::: EL ASESINATO DE LADY GREGOR - Anthony Wynne


 
 
Título original: Murder of a Lady
Autor: Anthony Wynne
Editorial: Duomo
Traducción: Rosa Pérez Pérez
Páginas: 320
Fecha publicación original: 1931
Fecha esta edición: mayo 2023
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 18 euros
Imagen de cubierta: 




El castillo de Duchlan es un lugar sombrío e in­hóspito de las Highlands escocesas. Una noche aparece en él el cadáver de Mary Gregor, herma­na del terrateniente. La han asesinado brutalmente en su alcoba, pero la estancia está cerrada por dentro y las ventanas, atrancadas. La única pista sobre el culpable está en la escena del crimen: una escama de pez, que el asesino ha dejado sobre el cuerpo de Mary.

El inspector Dundas acude a Duchlan para investigar el caso. La familia Gregor y sus sirvientes se apresuran a afirmar, tal vez con demasiada profusión, que Mary era una mujer amable y caritativa. Pero al parecer la realidad es más compleja: la señora era cruel, y su ca­rácter continúa impregnando la casa después de su muerte. Pronto ocurren más crímenes, igualmente im­posibles, y la atmósfera se torna cada vez más oscura. Dundas, con la inestimable ayuda del doctor y detective aficionado Eustace Hailey, desentrañará una solución mucho más lógica, más allá de supersticiones de lugare­ños y habitaciones encantadas.

Anthony Wynne escribió algunos de los mejores mis­terios de la época dorada de la novela negra británica. Esta obra, astutamente tramada e inédita para el lector español, fue publicada por primera vez en el Reino Unido en 1931 y ahora ha sido rescatada de nuevo.

 
Salta a la vista que me he puesto las pilas con los Crime Classics de la British Library que está publicando Duomo, ¿verdad? Es que imagino que a no mucho tardar publicarán más y no quiero que se me vayan amontonando sin leer. Son cuatro los que han visto la luz hasta ahora y este es el tercero de ellos que leo y os traigo este año al blog. Dejamos a un lado los misterios navideños pero nos adentramos en las maravillosas Tierras Altas escocesas, así que por mi parte nada que objetar. ¿Qué me ha parecido
El asesinato de lady Gregor? Os cuento primero de qué va.
 
La trama comienza al grano, con lady Gregor asesinada en su dormitorio con la puerta cerrada por dentro, las ventanas con el cerrojo echado y ningún arma del crimen: sí, estamos ante el típico misterio imposible ocurrido en una habitación cerrada, y a todo esto se suma algo tan singular como unas escamas de arenque en la mortal herida. Lady Gregor vivía con su hermano, su sobrino, la mujer y el hijo de este, en el castillo de Duchlan. La descripción inicial que tenemos de la fallecida es la de una persona sencilla, generosa, bondadosa, algo estricta y firme como una roca. Su hermano, lord Gregor, parece totalmente perdido sin ella y, en fin, ¿quién querría asesinar a una mujer tan maravillosa? Por allí está de visita el doctor Hailey, detective aficionado especializado en este tipo de crímenes, pero cuando llega el inspector Dundas le invita amablemente a hacerse a un lado y dejar trabajar a los profesionales. Pero el caso es difícil, no hay manera humana de explicar cómo se llevó a cabo el crimen, y encima los métodos de Dundas no son bien recibidos por las gentes de las Tierras Altas.

Bueno, como ya digo, el detective aficionado de la historia es Eustace Hailey, médico inglés que en El asesinato de lady Gregor corría ya su duodécima aventura literaria (una carrera meteórica, por otro lado... algún año Wynne publicó hasta tres novelas protagonizadas por este personaje). Hay varias alusiones veladas a sus investigaciones anteriores (de hecho en cierto momento dice a cuántos misterios de habitación cerrada se ha enfrentado a lo largo de su carrera detectivesca), y también se nos pone en antecedentes sobre su fama como investigador aficionado cuando el inspector a cargo del caso le reconoce los méritos anteriores, da cumplida admiración por su trabajo pero le dice que se vaya con viento fresco y deje trabajar a la policía de verdad (de manera mucho más polite, claro, que para eso es british xD). Más allá de eso, nos encontramos a un personaje observador, prudente y que da mucha importancia a la psicología del asesino y sus circunstancias morales a la hora de cometer los crímenes. En esta novela le obligan a dejar la investigación (al menos temporalmente), pero eso no quita para que él siga haciendo preguntas, observando e intentando descubrir algo que no parece importar a los investigadores oficiales: la personalidad real de la víctima, la verdadera, no ese altar de virtudes que han pintado, porque sin lugar a dudas ahí está la clave para descubrir quien tenía motivos para matarla.

Dice Martin Edwards en su prólogo (sí, el mismo Edwards del que os hablé en
Misterio en Londres y que, como ya dije, es el asesor de esta colección de Crime Classics de la British Library) que a Wynne le interesaba más la trama que los personajes, y estoy totalmente de acuerdo. Y es que esta novela tiene varios puntos muy interesantes a nivel de trama. Uno es la intención totalmente evidente del autor de rizar el rizo, de complicar todo un poco más conforme avanzan las páginas, de plantear un escenario imposible en el primero asesinato y que ese escenario sea más imposible todavía en el segundo (sí, hay varios asesinatos, no os hago spoiler porque en este tipo de libros suele ser lo habitual xD). Es todo como un no parar de situaciones increíbles que en apariencia no tienen una explicación razonable que aúne todas las piezas que necesitan ser resueltas. El segundo punto son las sorpresas, los famosos plot twists. Reconozco que el primero no lo vi venir ni de casualidad. De hecho he intentado hacer memoria y no sé si lo he leído en algún clásico más (si lo he leído, no he conseguido acordarme). Una sorpresa total que, precisamente por lo difícil que resulta sorprenderme, me encantó y aplaudí con las orejas. Luego hay más giros, más sorpresas... y de hecho no puedo comentar nada a partir de un tercio de libro porque ese primer sorpresón cambia totalmente las cartas sobre la mesa. En todo caso estoy de acuerdo con Edwards: este libro es todo trama, el asesino es un ente que está, que mata más de una vez y no le duelen prendas en hacerlo, pero del que no sabemos absolutamente nada hasta el final.

¿Otro punto a favor? Lo muy escocesa que es la novela. El autor nació en Glasgow y traslada toda la idiosincrasia de las Tierras Altas por un lado, y de la rivalidad entre las Tierras Altas y las Bajas por el otro, de un modo fantástico. ¿Cómo pinta a los escoceses de las Altas? Muy orgullosos, supersticiosos, llenos de prejuicios...  nos habla del desastre que supuso que los lores se hicieran ricos en el siglo XIX y destrozaran los hogares ancestrales de los jefes de clanes intentando adaptarlos al estilo inglés, el emprobrecimiento de unas familias aristocráticas a las que no les queda más que el nombre y el título, su mitología, el espíritu de las montañas y los fiordos, el orgullo de familia por el que darían su propia vida, tradiciones tan curiosas como la de tener un gaitero (tal cual) como empleado en el castillo, su desprecio por el carácter irlandés... muchas cosas que a los habitantes de las Tierras Bajas les parecen bastante absurdas y que no comprenden. ¿De dónde es el inspector Dundas? De las Bajas, of course, y mandarlo a resolver un caso como este es probablemente la peor decisión que podía tomar la policía: no comprende a toda esta gente, se burla de ella, y tampoco hace mucho esfuerzo por ocultarlo.

También me ha gustado mucho que, aunque jamás conocemos en vida a la fallecida (el libro, como ya digo, comienza justo con su asesinato), es un personaje omnipresente toda la novela, al más puro estilo Rebecca (la de Du Maurier), y eso hace que la visión que tenemos de ella vaya cambiando y evolucionando  a marchas forzadas. De hecho a muchos personajes que la conocieron y trataron en su día se les va soltando la lengua poco a poco y esa santurrona generosa va trocándose en algo muy, muy distinto que empieza a abrir muchas vías y posibilidades. No os digo más al respecto.

Veréis que hasta aquí todo bien, ¿no? Ambientación escocesa en vena, complejos asesinatos imposibles de resolver, personajes que engañan, giros/sorpresas que no ves venir (o yo no vi venir)... supongo que estáis oliendo el PERO en mayúsculas desde hace varias líneas. Y sí, hay un pero: el desenlace, los dos ultimísimos capítulos, la solución que ideó Anthony Wynne para dar salida a tanta dificultad en la investigación. Hablo a título personal, como siempre, e imagino que habrá gente que haya quedado encantada con el final, pero yo me he quedado con la sensación de que el autor lo complica tanto todo durante el resto del libro, imposibilita de tal manera la ejecución de los asesinatos, hace tan tan difícil que pase lo que nos dice que ha pasado, que crea unas expectativas que al final le dejan con las manos totalmente atadas: es que es todo tan difícil que dar con una solución que no se quedase floja me parece totalmente imposible. Y esa es mi pega: que el final, para mí, no está a la altura del resto de la novela. 
 
De todos modos, este es uno de esos casos en los que el 95% de la lectura es tan disfrutable que esa resolución no te estropea por completo la  buena sensación. Te da rabia porque la historia no queda redonda (iba camino de ser mi favorita de las tres que he leído de esta colección), pero supongo que esto es algo también muy personal: habrá lectores a los que les parezca una resolución muy ingeniosa y original... yo no me la he creído nada :) Por cierto, y antes de terminar: se dice que este autor ha quedado un poco en el olvido porque sus novelas eran muy sobrias y algo melodramáticas, sin una pizca del humor y la fina ironía que salpicaban este tipo de historias durante la Golden Age británica. Si ese es realmente el motivo de que apenas se conozca hoy en día a Wynne, siento disentir. La novela es muy, muy entretenida y está muy bien escrita. Se apoya mucho en el diálogo, pero cuando tiene que describir el paisaje escocés lo hace de un modo sugerente y elegante. ¿Que no tiene humor? Pues no, pero es que no lo necesita, no es el tipo de historia que el autor quería contar. Pena de final, pero es que nobody is perfect... ni siquiera un escocés.

 

 

Anthony Wynne (1882-1963), seudónimo de Robert McNair Wilson, fue un cirujano, escritor, periodista y político británico. Escribió veintisiete novelas de misterio protagonizadas por Eustace Hailey, un médico y detective aficionado. También escribió sobre economía e historia, destacando su biografía sobre Napoleón.

8 comentarios:

  1. Hola, la leí el año pasado y me gustaron mucho tanto los personajes como la ambientación, aunque como a ti no me terminó de convencer el final, no me atrevo a decir que no sea posible que las cosas ocurrieran como se nos cuentan, pero si me parece difícil para los lectores llegar a esa conclusión. Aún así yo la disfruté un montón. Besos.

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  2. Hola guapísima, ya lo tengo en el kindle y caerá dentro de poco. Me encantan las Tierras Altas, su cultura, su carácter, así que creo que disfrutaré de esta novela aunque vaya prevenida con el final... Ya te contaré que yo también soy de finales redondos...
    Un besazo

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  3. Coincido con lo del final. Es muy precipitado todo. Te esperas más. Y te quedas, además, con las ganas de saber qué pasa después. Y con todo, disfruté mucho con esta lectura.
    Besotes!!!

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  4. Las historias de habitación cerrada siempre me han gustado por lo intrigantes que son. Parece que esa colección de los Clásicos del crimen de la British Library, además de lo bonita que la ha hecho Duomo, tiene títulos interesantes. ya tenía los dos navideños apuntados y apunto éste también.
    Un beso.

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  5. Me parece muy interesante. Tomo nota. Un beso.

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  6. Hola, M. H.:
    Me gustan los misterios de habitación cerrada, así que es muy posible que le eche un ojillo, jajajaja.
    Un beso y feliz semana lectora.

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  7. Pues ya sabes que me gustó mucho y que coincido contigo en los puntos que destacas de esta novela. Me gustó especialmente el retrato de Lady Gregor, que se va revelando poco a poco a lo largo de la novela (¡es verdad! es muy al estilo de Rebecca) y la ambientación escocesa. El final... pues mira, se lo perdono por lo bien que te lo hace pasar el autor durante toda la novela y porque es original, quizás demasiado XD Besos.

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  8. Pues me llamaba lo de los giros, pero me echa para atrás lo del final.

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