lunes, 28 de julio de 2025

RESEÑA (by MH) ::: INTRIGA EN BAGDAD - Agatha Christie


 
 
Título original: They Came to Baghdad
Autora: Agatha Christie
Editorial: Molino
Traducción: C. Peraire del Molino
Páginas: 240
Fecha de publicación original: 1951
Fecha esta edición: 1982
Encuadernación: bolsillo
Precio: descatalogado




 
 
 
Entre mi inoperancia para escribir reseñas y que este espantoso calor no ayuda nada, pasa lo que pasa y para muestra un botón. Terminé
Intriga en Bagdad hace más de tres meses, y me he sentado a escribir ahora sin saber si voy a aguantar en la silla mucho tiempo e intentando hacer memoria sobre cosas importantes de la historia porque entre medias he leído ya un montón de libros. El caso es que hoy, en mi reto de leer a Agatha Christie en orden, toca una novela de aventuras y espías, unas temáticas que gustaban mucho a la autora cuando dejaba en reposo a sus detectives habituales. Además nos vuelve a llevar a Oriente, donde ella se sentía como pez en el agua desde su matrimonio con el arqueólogo Max Mallowan (ya llevaban dos décadas casados en el momento de publicar este libro en 1951) y concretamente nos sitúa en Bagdad, lugar que ella visitó en numerosas ocasiones y conocía muy bien, algo que se palpa, se siente, se huele y se vive en cada escena ambientada en la ciudad. ¿De qué va Intriga en Bagdad? Pues no voy a entrar mucho en detalles, pero es algo así:

En Bagdad va a tener lugar una conferencia donde van a estar presentes todas las fuerzas mundiales y las ideologías predominantes de la época. Los servicios de espionaje están trabajando a destajo espiando y contraespiando, buscando dobles agentes, anticipándose a posibles intervenciones e intentos de asesinato y/o sabotaje... así que esta historia va de eso: secuestros, espías, diplomáticos, asesinatos, intrigas políticas, aventuras, personas que no son quienes dicen ser, personas que son lo que dicen ser pero tú no sabes si lo son o no lo son, personas totalmente normales y ajenas a este mundo que se ven envueltas en todo este lío sin comerlo ni beberlo, asociaciones secretas, traidores, identidades falsas... es un no parar durante toda la novela, y aunque no os he dicho realmente nada, es que es difícil explicarlo aquí sin liar mucho las cosas. Quedaos con Bagdad, una futura reunión de potencias mundiales y gente interesada en hacer saltar todo eso por los aires sea como sea... literalmente.

En esta historia se ven envueltos un montón de personajes (muchos, de verdad) por muy diversos motivos. Quienes más nos interesan a los lectores son principalmente estos: Victoria Jones, una secretaria londinense con una habilidad especial para perder sus trabajos que se planta en Bagdad en busca de Eduardo Goring, ayudante de un librero del que se ha encandilado tras hablar cinco minutos con él en un parque y que se va a Bagdad al día siguiente; también nos interesa en esta historia Ana Scheele, aunque la vemos poco y es muy muy misteriosa; Henry Carmichael, igual de misterioso pero un engranaje imprescindible para muchas de las cosas que ocurren en la trama; y Ricardo Baker, que también sale poco pero es arqueólogo y muy atractivo... y ya está, con eso es suficiente y a mí particularmente me interesa :). Pero vamos, que si me pongo a enumerar más personajes no acabo: Crossbie, Dakin, Gerald Clayton, Marcus, el doctor Rathbone, sir Rupert Crofton Lee, la señora Cardew Trench, la señora Hamilton Clipp, Pauncefoot Jones, Catalina... ya os había avisado. Muchos. 

En cualquier caso, la protagonista principal, la que podemos denominar "aventurera investigadora en problemas" oficial de la novela es Victoria Jones. Ella es la locuela que no piensa dos veces antes de hacer las cosas, que miente con una facilidad tan pasmosa que parece nacida para la vida del espionaje y que tiene una tolerancia al peligro bastante fuera de lo normal. Es la que nos lleva de un lado a otro, la que se ve envuelta en todo este tinglado de espías sin esperarlo pero lo afronta con un aplomo envidiable y la que llega a Bagdad en busca del amor y se encuentra un cadáver en su cama y una diana en la frente como objetivo para los malos. Es ese tipo de mujeres que hemos visto quizás más en el cine que en la literatura, normales con vidas insulsas hasta que todo se vuelve de lo más inusual y descubren que tienen recursos para enfrentarse a todo y para sobrevivir a mil y una aventuras y personajes de lo más peligrosos y traicioneros. Victoria es valiente, intrépida y tiene un instinto de supervivencia nato. Le irá bien en la vida, ya os lo digo yo. Y me da que su creadora se sentía muy identificada con este personaje.

A pesar de todo esto, os lo digo desde ya, me ha gustado pero no es de mis obras favoritas de la autora, y eso a pesar de que noto la libertad con la que escribía este tipo de historias... o yo al menos percibo el disfrute en la falta de restricciones que sí o sí deben guiar una novela de misterio en la que no te puedes sacar cosas de la manga y todo tiene que cuadrar y tener unas guías narrativas. Y no es que eso sea malo ni mucho menos, cuando la autora disfruta tú disfrutas, pero a ratos tenía la sensación de que Agatha iba escribiendo e insertando escenas tal como se le iban ocurriendo: todo parece tan al azar, hay tanto personaje, es tan peliculera... Aparte hay cosas muy tontas, como lo de la protagonista conociendo a un tipo en un banco del parque durante cinco minutos, decidiendo que está enamorada de él y buscando desesperada un trabajo en Bagdad (¡nada menos!) para ver si lo encuentra cuando llegue allí aunque no sabe ni como se llama... y él, con sus propios objetivos, confiando interiormente en que todo ocurra tal que así porque es lo que más normal del mundo. Agatha sin tomarse nada muy en serio, escribiendo con la plena convicción de que el modo en que lleva a la protagonista a Bagdad no tiene ni pies ni cabeza, pero pasándoselo por el arco del triunfo (soy consciente de que sería una premisa estupenda para una novela romántica, pero no es el caso que nos ocupa xD).

Pero lo dicho, me ha gustado (sé que no lo parece pero sí... con limitaciones), y dejando todo el batiburrillo de escenas predomina el ambiente político de la época, algo que ya he comentado muchas veces que Agatha gustaba de insertar en sus historias en la medida que podía y le dejaban. En este caso todo el telón de fondo es la política mundial de principios de los años 50 y la Guerra Fría que comenzó en 1945 al terminar la Segunda Guerra Mundial, y se hace hincapié en que la única esperanza de futuro para la humanidad pasa por la paz, las actividades constructivas y que los dos polos enfrentados (el comunismo y el capitalismo) busquen un acuerdo, una tolerancia mutua o el modo de convivir sin más. En lugar de eso, se estaban introduciendo elementos que aumentaban la separación y la confrontación... y bueno, si tenemos en cuenta que la Guerra Fría terminó allá por los años 90, confirmamos que Agatha no andaba muy desencaminada porque la cosa se alargó cinco décadas. A lo largo de la obra de Agatha Christie ya hemos visto que tenía un talento innato para analizar el orden mundial y que pocas veces se equivocaba. Así pues, a pesar de la narración y la historia un tanto alocada, aventurera y disparatada, el trasfondo es mucho más serio de lo que parece.

Me acabo de acordar de otro guiño juguetón que la autora introduce en la novela. Por azares del destino y la magia de la literatura, uno de los personajes acaba en una excavación arqueológica dirigida por un señor que parece el ejemplo perfecto de genio despistado y bonachón que en apariencia sabe mucho más de lo que se esconde bajo tierra que de los seres humanos que la pisan en su superficie, y donde también está Ricardo Baker, ese arqueólogo interesante, atractivo e inteligente del que os hablaba arriba. Bueno, pues en cierto momento se dice literalmente que los arqueólogos son unos maridos magníficos, y claro, tú sabes que la Christie habla por experiencia propia y te ríes pensando "Agatha, que se te ve el plumero, pilina...". Vamos, mi parte favorita de la novela, aunque breve, ha sido la de la excavación, y estos dos señores dicen unas cuantas cosas también muy interesantes.

La ambientación, como ya digo al inicio, es magnífica. A estas alturas Agatha se conocía como la palma de la mano lugares como la Bagdad que retrata en la novela, una Bagdad que en la época en la que tiene lugar la historia ya no pertenecía al Imperio británico (se había independizado en 1932) pero donde los británicos seguían influyendo y controlando la política y la economía, por lo que sus calles seguían repletas de tantos europeos como bagdadíes. Os pongo un extracto de lo que se encuentra Victoria cuando llega a la arteria principal de la ciudad:

 

Bagdad era completamente distinto a como lo había imaginado. La vía principal estaba atestada de gente, los cláxones de los coches sonaban incesantemente; gritos, productos europeos en los escaparates de las tiendas y hombres escupiendo a su alrededor, después de expectorar sus gargantas con ruidosos carraspeos. Ninguna figura misteriosa y oriental. La mayoría vestían trajes europeos raídos y cazadoras usadas en el ejército. Las pocas mujeres cubiertas con un velo desaparecían entre los múltiples estilos de atuendos a la europea. Los mendigos se acercaban a ella... mujeres con chiquillos sucios en brazos. El pavimento estaba lleno de hoyos [...] Allí no había encanto alguno, solo confusión. [...] A pesar suyo le interesaba la curiosa mezcla de cosas en los escaparates de las tiendas. Zapatitos de niño, pasta dentífrica, cosméticos, linternas eléctricas, tazas de porcelana de China... todo junto. Poco a poco fue apoderándose de Victoria una especie de fascinación, la fascinación de las variadas mercancías llegadas de todo el mundo para satisfacer los gustos de una población tan heterogénea. 


En fin, si tengo que resumir de alguna manera, diría que es una novela muy entretenida, pero si no has leído nunca a Agatha Christie quizás no sea el mejor libro para conocerla. Es peculiar, aunque la ambientación es magnífica y muchas de las subtramas, por separado, son muy interesantes. Tampoco os he contado gran cosa de lo que sucede realmente en el libro, de la trama en sí misma, porque no solo es complicada sino que debéis descubrirla por vosotros mismos. De hecho os digo una cosa: esta historia, pulida, revisada, arreglada y apañada, daría para una película de aventuras y espionaje muy interesante y trepidante. Guionistas del mundo, listen up!! Tenéis trabajo, pero la base es estupenda y si buscáis unos actores con carisma vais a triunfar :) Por mi arte, por fin puedo seguir avanzando en el reto, porque hasta que no reseño uno no leo el siguiente y no escribir esta entrada me ha atascado durante meses y meses.  

 

 


Agatha Christie (1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary Westmacott.

Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot, que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.

2 comentarios:

  1. Es una autora con la que no acabo de congeniar. Lo dejo pasar. Un beso.

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  2. Hola guapísima, esta novela era una de las que más me gustaban cuando muy joven. Al releerla no he podido evitar caer de nuevo en la tentación y la sigo disfrutando. Te has fijado, al igual que yo, en la frasecita de Agatha, no solo eso, como dije en la reseña, creo que los personajes son un trasunto de Max y ella. De hecho hasta la pone revelando fotografías...
    un besazo

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