Título original: El guerrero a la sombra del cerezo
Autor: David B. Gil
Editorial: Suma de Letras
Páginas: 731
Fecha de publicación: abril 2017
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 18,90 euros Imagen de cubierta: Cover Kitchen / Ruxandra Duru
Una historia de venganza y redención en el Japón de los señores
samuráis. El guerrero a la sombra del cerezo fue finalista al Premio
Fernando Lara del Grupo Planeta y ganadora del Premio Hislibris de
Novela Histórica. Japón, finales del siglo XVI. El país deja atrás la
Era de los Estados en Guerra y se adentra en un titubeante periodo de
paz. Entre las víctimas del largo conflicto se halla Seizo Ikeda, único
superviviente del clan regente de la provincia de Izumo, huérfano a los
nueve años tras el exterminio de su casa. Hostigado por los asesinos de
su familia y condenado al destierro y al olvido, inicia un largo
peregrinaje al amparo de Kenzaburo Arima, último samurái con vida del
ejército de su padre, convertido ahora en su mentor. En el otro extremo
del país, Ekei Inafune, un médico repudiado por aplicar las artes
aprendidas entre los bárbaros llegados de Occidente, se ve implicado en
una conjura urdida a la sombra de los clanes más poderosos del país. Una
conspiración capaz de acabar con el frágil periodo de calma que da
comienzo.
Una novela cruda y bella, cargada de matices, que nos hace
viajar a través de un Japón devastado por más de dos siglos de guerra,
entre cuyas cenizas, sin embargo, florecen los más hermosos cerezos.
Debo empezar diciendo que El guerrero a la sombra del cerezo es una ficción histórica. La parte de ficción la encontramos en las dos tramas que componen la narración; cada una de ellas es singular y diferente, y han ido intercalándose en la narración con una maestría que hace muy difícil decantarse por una u otra, pues realmente el autor ha sabido equilibrarlas adecuadamente a pesar de que sus personajes, ambientes e incluso años son diferentes y distantes.
La parte histórica la encontramos en la reconstrucción fidedigna de la sociedad medieval japonesa, sobre todo en la ambientación rigurosa y preciosista que David B. Gil hace de sus usos y costumbres en los datos y hechos históricos... en definitiva, la cotidianidad del Japón medieval y, en concreto, del periodo Edo de principios del siglo XVII, en los inicios del shogunato Tokugawa.
En el momento en que el daimio Akiyama Ikeda (jefe del clan Ikeda) le encarga la seguridad y educación de Seizô Ikeda, su único hijo vivo, al general Kenzaburô Arima, este contrae un deber de gratitud hacia su superior, el jefe del clan. Los primeros pasos de Kenzaburô son superar y arrinconar todo su pasado, para así poder activar los engranajes de aquellos que también han contraído débitos de gratitud con él o con su familia, vía necesaria para cumplir su venganza y restaurar el honor de su daimio; de este modo justifica la verticalidad de relaciones (tate shakai) que caracterizaba a la jerárquica y estricta sociedad medieval japonesa.
Kenzaburô, general de la casa Ikeda, es digno representante de su casta, los samuráis, los cuales se rigen por un código de conducta que sustenta su esencia vital, encontrando en él valores como el honor, el valor, el deber, la lealtad, la disciplina y, sobre todo, la fuerza física y mental. Aglutinando lo anterior en una sola palabra: giri (el deber de pagar la gratitud a tu superior).
Al tiempo que cobra antiguos débitos, Kenzaburô intenta averiguar el qué y el por qué de lo ocurrido a los Ikeda. Mientras, hay que esperar a que Seizô siga creciendo y aprendiendo lo necesario para enfrentarse a su destino.
David B. Gil, en su impecable narración y con gran sutileza, va entretejiendo y alternando la trama de Kenzaburô con la vida de Seizô Ikeda, apenas un niño y último descendiente, cuyo mundo se ha derrumbado y al que solo le queda aferrarse a la figura del general, el único que lo mantiene cuerdo y a flote.
Por otro lado, en El guerrero a la sombra del Cerezo conocemos a Ikei Inafune, médico ambulante e integrador de la medicina tradicional y la occidental. Su mentalidad abierta le hace ver y entender que todos los conocimientos no son únicos, exclusivos ni pertenecientes a una sola clase o familia. Se debe a su daimio Munisai Shimizu por haberle facilitado los recursos y medios para desarrollar su profesión; por ello, cuando Shimizu activa su deuda con Ikei Inafune, este debe pagar la gratitud hacia su superior con los recursos que posee, entre los que se encuentran su infinita paciencia, disciplina, sabiduría, organización.. y el más importante: su visión de la oportunidad y el momento adecuado para sus fines.
Los dos, Seizô e Ikei, están compuestos por la misma esencia, esa singularidad que se diluye para poder formar parte de la colectividad, la que representa tu casta o familia. Así pues, pueden compararse con celdas de colmenas que trabajan para un todo: un Daimio, si hablamos de Ikei, o para restaurar el honor de su uchi (familia), si nos referimos a Seizô.
Así, alternando sus biografías, conoceremos la dualidad de sus deseos honne/tatemae (lo que piensan y lo que demuestran) mediante todos los giros argumentales que David B. Gil nos plantea y presenta, y cuyos elementos nutricionales principales son el honor y el deber con el propósito de cumplir una fría y afilada venganza.
La narración es rica en matices y detalles. Sobre todo destaco las maravillosas descripciones de David B. Gil, que evocan tierras lejanas con unas costumbres que pueden parecernos diferentes y dispares pero que, combinándolas con los elementos narrativos occidentales empleados en la novela, el lector llega a creerse que las intrigas, venganzas y aventuras vividas por todos los personajes (principales y secundarios), lejos de parecernos extrañas, puede vivirlas cualquiera... Ello provoca ansia lectora y a la vez empatía con las historias que encierra El guerrero a la sombra del cerezo.
Todos los personajes han sido construidos y diseñados magníficamente, pero mi favorito, sin duda, por los pasos que dirige hacia su destino, es Seizô Ikeda. Esos pasos revelan los principios y valores que emergen de un corazón puro.
David B. Gil (Cádiz, 1979) es
licenciado en Periodismo, posgraduado en Diseño Multimedia y máster en
Dirección de Redes Sociales. Ha trabajado como redactor editorial y ha
publicado artículos para DC Comics en España y Latinoamérica. También ha
sido responsable de comunicación y redes sociales en diferentes
organizaciones políticas, además de redactor en varios medios de
comunicación.
Autoeditó El guerrero a la sombra del cerezo (publicada
en 2017 por Suma), que fue finalista del Premio Fernando Lara del Grupo
Planeta y es la única obra autopublicada ganadora de un Premio
Hislibris de Novela Histórica. A día de hoy continúa siendo la ficción
histórica más vendida y mejor valorada de Amazon España. Hijos del dios binario (Suma, 2016) es su segunda novela, un thriller futurista que juega con los códigos del noir y la literatura cyberpunk, proclamada
por varias publicaciones especializadas como la mejor novela de ciencia
ficción aparecida en España durante su año de publicación.
Estoy leyendo muy buenas opiniones del libro, pero aunque me gusta la historia no me llama mucho la atención el contexto histórico.
ResponderEliminarLo dejo pasar.
Besos
Todas las reseñas están siendo positivas, pero a mi no termina de convencerme.
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola!
ResponderEliminarMadre mia que ganas le tengo al libro^^ Me llama mucho.
Besitos
Estupenda reseña chicas, a la altura de la novela. Yo, en mi caso, me quedo con el personaje de Ekei, a lo largo de la toda la novela estaba deseando que llegaran sus capítulos. Y ese giro final... no lo vi venir.
ResponderEliminarBesos.
Mi querida Miss Bingley, este libro es una joya, la belleza hecha letras ¡Me parece tan hermiso! Ya sabes, lo bello y lo triste van muchad veces de la mano.
ResponderEliminarUna reseña maravillosa!!
Besitos 💋💋💋
Chicas, os leo en diagonal porque me ha tocado esta novela en un sorteo que hizo Mara en su blog. Deseando leerla por las buenas críticas que tiene. Besos
ResponderEliminar¡Cómo me alegra que te haya gustado tanto! Ya sabes que coincidimos en impresiones: es una novela magnífica, con una historia muy potente y super bien documentada. Yo tampoco sé con cual de las dos tramas me quedaría
ResponderEliminarBesos
Desde que salió me apetece un montón porque la cultura japonesa me llama mucho, y todas las reseñas que he leído hablan maravillas de la historia. Espero poder hacerme pronto con el. Me ha encantado la reseña. Besinos.
ResponderEliminarInteresante propuesta la que nos tráeis hoy, sobre todo por el contexto histórico porque creo que es muy inusual. Hace mucho que no leo novela histórica pero quizás le de una oportunidad a esta :)
ResponderEliminarMe gusta lo lo exótico que resulta, no me atrae en cambio la parte más histórica. Me parece un libro que aunque tiene la capacidad evocadora, es denso para mí que no me gusta perderme con tantos detalles por más que estos aporten exactitud. Tanto rigor a veces me cansa. Y la historia de los personajes no me llama lo suficiente.
ResponderEliminarBesos
Yo no me veo dentro de esta novela. La dejo pasar.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarUn reseña impresionante como siempre ^^. Cuando salió el libro y leí la sinopsis me encandiló, me gustaría leer más literatura sobre Japón y creo que este es una muy buena opción.
Un beso :)
No me llamaba mucho este libro, pero me planteo cambiar de opinión según voy viendo las opiniones que suscita., esta entre ellas :-) Un besote!!
ResponderEliminarHe vito unas reseñas estupendas de este libro y no me importaría nada hacerme con él :)
ResponderEliminarBs.
No me importaría nada leer este libro, que veo que está gustando mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!
A pesar de todas las buenas opiniones que estoy leyendo sobre esta novela no me animo,la ambientación oriental no suele gustarme.
ResponderEliminarBesos
¡No pinta nada mal esta novela! Si soy sincero, la ambientación en el Japón medieval no es de mis escenarios predilectos, y en otras circunstancias habría dejado pasar la historia. Pero me gusta lo que leo en esta reseña. Tendré en cuenta este título; eso sí, es muy probable que, cuando descubra la narrativa del autor, lo haga con «Hijos del dios binario».
ResponderEliminar¡Saludos!
Todos estáis hablando genial de esta historia y a mí cada vez me apetece más. Las culturas asiáticas me chiflan, así que la tengo anotadísima para cuando tenga un poquito más de tiempo.
ResponderEliminarBesitos
hola! magnifica tu reseña con la cantidad de datos justos que hacen de esta lectura un bocado apetecible, gracias por darla a conocer y poder llevar al muro una novedad tan particular y con esas dinastias y lugares maravillosos, para amantes de la buena lectura! saludosbuhos.
ResponderEliminarTengo ganas de leer algo ambientado en Japón, y este libro me llama la atención. Aún así tengo miedo de que peque por ser demasiado descriptivo y ese número tan alto de páginas me echa para atrás. Lo pensaré, gracias por la reseña^^
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