Título original: The missing
Autora: C. L. Taylor
Editorial: Duomo (colección Los Imperdibles)
Traducción: Begoña Prats Rojo
Páginas: 440
Fecha publicación original: 2016
Fecha publicación original: 2016
Fecha esta edición: mayo 2017
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: 19,80 euros Imagen y diseño de cubierta: Opalworks BCN
QUIERES A TU FAMILIA.
TE HACEN SENTIR SEGURO.
CONFÍAS EN ELLOS.
PERO ¿DEBERÍAS?
TE HACEN SENTIR SEGURO.
CONFÍAS EN ELLOS.
PERO ¿DEBERÍAS?
Cuando Billy Wilkinson, de 15 años, desaparece en mitad de la noche,
su madre, Claire, se culpa a sí misma. No es la única en hacerlo. No hay
un solo miembro de su familia que no se sienta culpable, y los
Wilkinson están tan acostumbrados a guardar secretos entre ellos que la
verdad no empieza a salir a la superficie hasta seis meses después.
Claire está segura de que sus amigos y su familia no tienen nada que ver
con la desaparición. El instinto de una madre nunca se equivoca... ¿O
sí?
Un buen thriller en verano no hace daño, que diría aquel, y a 40 grados apetece algo que entre fácil y sea fresquito... pues eso es Desaparecido.
Cuando conocemos a la familia Wilkinson, han pasado seis meses desde la desaparición del hijo pequeño, Billy. Seis meses en los que no han recibido ni una sola noticia de él, con lo que no saben a ciencia cierta si se ha marchado por voluntad propia o si alguien se lo ha llevado. Seis meses en los que han tenido que pasar por muchas fases, tanto a nivel personal como familiar, para adaptarse e intentar reconciliarse con la situación. Seis meses en los que les ha dado tiempo a pensar muchas cosas, a reflexionar sobre muchas situaciones, a sospechar de mucha gente y a mirar con recelo a aquellos más cercanos al adolescente, padre y hermano incluidos. Seis meses en los que se aprende a vivir con ese vacío, con esa incertidumbre, de cara a la galería, pero en los que las vidas de los que quedan atrás, esperando, buscando, intentando comprender, se hacen pedazos por dentro. Cuando desaparece un adolescente se desata el caos en su núcleo familiar, y eso es lo que C.L. Taylor intenta transmitirnos en esta historia.
Hay dos tipos de narración en el libro: uno que recoge fragmentos de conversaciones de alguna red social entre Billy y una persona de la que desconocemos su identidad desde 6 meses antes de la desaparición; el otro escoge como narradora en primera persona a la madre de Billy, Claire. El primero nos muestra a un Billy que a duras penas reconocerían sus padres, ese otro yo que los hijos tienen y que sus padres desconocen, ese hijo que muchos padres jamás pensarían que tienen; en el segundo todo lo vemos a través de los ojos de Claire, desde su subjetivo punto de vista, y me ha gustado mucho la forma de plantearlo, sus reacciones, sus sospechas, su desesperado intento de aferrarse a algo que le haga mantener la cordura, su desasosegante miedo a que su familia se rompa en pedazos.
Junto a Claire transitan por la historia una serie de personajes a los que solo conocemos y vemos a través de ella. Es inevitable que de este modo queden más difuminados, pero aun así creo que cumplen su cometido a la perfección: su marido Mark, que en un principio llegó a ser sospechoso de la desaparición; su hijo Jake, que lidia con la desaparición de su hermano como puede entre pesas de gimnasio y alcohol; y Kira, novia de Jake, que vive con ellos desde hace un par de años, con un pasado familiar turbulento y que rehúye cuanto puede el cariño que Claire quiere ofrecerle. Aparte de ellos, un abanico de personajes se despliega entrando y saliendo de la narración: está claro casi desde el principio que si alguien se llevó a Billy, era conocido por él o su familia, y Taylor nos ofrece unos cuantos de los que sospechar. Todos, o casi todos, tienen secretos, y poco a poco los iremos descubriendo junto a Claire, que conforme avanza la narración es consciente de algo que todos deberíamos saber: es casi imposible conocer al cien por cien a la gente que te rodea.
Taylor es psicóloga, y quizás por eso introduce un aspecto en el que muchas veces no se piensa cuando se habla de estos casos, que es el síndrome de estrés postraumático que sufren las personas que se enfrentan a situaciones límite como esta. No han sido mis capítulos favoritos, pero a pesar de eso los he visto muy necesarios para comprender al personaje de Claire, para llegar a lo que ella realmente no quiere o no puede contarnos. Tampoco elude la autora la la crítica a los medios de comunicación, ávidos de titulares y carroña con los que comerciar y aumentar ratings de audiencia aun a costa del dolor de unos padres que no saben qué ha sido de su hijo; acusan y señalan con el dedo sin pruebas, alimentan las dudas de sus lectores y telespectadores con respecto a la familia para causar sensacionalismo, captan primeros planos del sufrimiento ajeno sin conciencia alguna para luego hacer como si les importara.
Tengo que comentar una percepción que he tenido durante toda la lectura. Cuando leía las conversaciones que cada ciertas páginas nos muestra la autora entre Billy y una persona desconocida para el lector durante los meses previos a la desaparición, me daba la sensación de que estaban escritas de tal manera que, quienes han leído el libro en su idioma original inglés, no han sabido hasta el final si con quien hablaba Billy era un hombre o una mujer. Esa ambigüedad, por las características propias del castellano, ha sido imposible mantenerla en la traducción (nuestros adjetivos sí denotan el masculino y el femenino), con lo que hemos sabido en todo momento el género de la persona con quien Billy hablaba, lo que reduce muchísimo el abanico de sospechosos. Se intuye que esa persona se mantiene en secreto porque tiene algo que ver con su desaparición, y creo que quienes lean este libro en inglés tienen bastantes personas más entre las que escoger para sospechar. Pero lo bueno, lo mejor que tiene este libro, es que está contado de una manera tan absorbente que te da igual. Aunque sepas, o imagines, qué persona muy concreta puede estar involucrada en la desaparición de Billy, te mueres por saber qué pasó y cómo pasó, porque la autora sabe cómo racionarte la información y hacerlo de tal manera que devores las páginas esperando el desenlace.
En fin, que es un thriller muy entretenido que aborda una situación psicólogicamente extenuante, el modo en que algo así afecta a una familia y su desesperado intento por no resquebrajarse. Son 69 capítulos cortos y ágiles que hacen que el libro se lea del tirón, y que conducen hacia un final que me ha gustado, sin dobles giros con pirueta ni extravagancias raras, y eso que veía venir casi desde el principio qué personajes podrían estar involucrados. Como digo al principio, una lectura fresquita y que entra muy fácil.
C.L. Taylor nació en Worcester (Reino Unido, 1973) y estudió Psicología en la Universidad de Northumbria. Comenzó su trayectoria como escritora en 2005 con relatos que han sido publicados en prestigiosas publicaciones, pero fue su novela debut, Los confines del silencio (Duomo, 2015), la que le permitió ocupar las primeras posiciones en las listas de los más vendidos, en las que ha permanecido desde entonces, gracias a otros thrillers psicológicos de gran éxito como The Lie (2015). Así, sus libros han alcanzado ya la cifra del millón de ejemplares vendidos en Reino Unido y han sido publicados en otros quince países.
No me importaría leerlo, es de los libros que me gustan y más ahora en veranito, entretenidos y adictivos.
ResponderEliminarBesos
Hola preciosas!!
ResponderEliminarYa lo tengo esperándome para estas vacaciones, que a este paso, como no duren tres años no me da tiempo a leer todo lo que voy reservando para verano.
Buena reseña!
Besotes 🐬🐬🐬
Creo que tienes razón con lo de las conversaciones secretas de Billy, aunque así y todo a mi me costó deducir quien era esa persona.Me gustó el libro,me pareció diferente.
ResponderEliminarUn beso
Bueno, es una pena que en castellano no tengamos esa ambigüedad de género (y ya estoy intuyendo a qué te refieres, jeje) pero si a pesar de eso está bien lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn besazo
También intuí desde primera hora la identidad de la persona con la que Billy conversaba. Es, en general, una buena lectura. Besos
ResponderEliminarYo de vez en cuando necesito una historia de éstas de fácil digestión. Sé que este me gustaría.
ResponderEliminarBesos.
Lo disfrute mucho y sufrí más con Claire. También intuí con quién hablaba Charlie casi desde el inicio.
ResponderEliminarUn beso ;)
apuntado queda, saludosbuhos.
ResponderEliminarYo ya he cumplido con el thriller veraniego. No me apetece más drama, ahora tengo muchas ganas de lecturas "de las mías" y muchos buenos títulos esperándome. Lo que ofrecía de nuevo este libro, que es lo del estrés postraumático, es lo que menos te ha gustado así que no veo necesario leer este. Además tanto drama ya me satura y lo de las redes sociales no lo llevo. Pero sí que estoy de acuerdo en lo que dice de los medios de comunicación, que se pasan y pierden la sensibilidad hacia las personas por vender noticias.
ResponderEliminarBesos
Justo está siendo mi lectura actual y es verdad que se lee super rápido! Además me está encantando esa perspectiva de la madre, la desazón que te produce su situación de dolor. Va a ser una buena lectura ;)
ResponderEliminarBesitos
Lo acabo de leer y coincido contigo. Es una lectura que se lee muy fácil y que va enganchando poco a poco.
ResponderEliminarBesotes!!!
Que lástima lo de la traducción, por eso de acortar los sospechosos, pero de todas maneras como decís, parece un buen thriller. Lo leeré pronto. Besos.
ResponderEliminar¡Qué inquilinas más malignas! Mrs Hurst, es usted la maldad personificada ¡Estoy reservando el libro para las vacaciones de verano y me cuentas ahora lo de la traducción, ahora la curiosidas y el resquemor me acompañan! ¿Tengo que leerla antes de lo previsto saltándome mi organización, que al fin estaba controlada?
ResponderEliminarNo te lo perdonaré nunca!!!! jajaja, bueno si, pero como coja el libro antes de tiempo, tú serás la culpable y tendrás que hacerme la reseña que se me quede atrasada ¡Ya lo sabes!
Besotes!!!!
También lo he disfrutado mucho, yo no h descubierto al personaje del chat hasta casi el final. Buena reseña.
ResponderEliminarUn beso
Me resulto una novela muy entretenida. La verdad es que la autora te hace ponerte en la piel de la madre.
ResponderEliminarHola, a mí esta novela me encantó, sobre todo porque se centra más en el drama familiar que en la investigación. Y es una historia muy emotiva.
ResponderEliminarA mi también me apetecen este tipo de lecturas en verano. Éste, de hecho, lo tengo ya preparado para el mes del thriller
ResponderEliminarBesos
No es un libro que me termine de llamar la atención, parece una novela de misterio entretenida pero poco más. Me ha llamado la atención de la ambigüedad del sospechoso, sin duda es algo muy difícil de mantener en la traducción, una lástima que eso haya ayudado a descubrir el culpable :/
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