jueves, 8 de octubre de 2020

RESEÑA (by MB) ::: INVISIBLE - Paul Auster




Título original: Invisible
Autor: Paul Auster
Editorial: Círculo de Lectores
Traducción: Benito Gómez Ibáñez
Páginas: 280
Fecha de esta edición: 2009
Encuadernación: cartoné con sobrecubierta
Precio: Descatalogado (Edición normal Anagrama -> 18 euros)
Diseño de portada: Eva Mutter
En 1967, Adam Walker, un joven poeta ávido de vida y literatura, estudia en la Universidad de Columbia, se opone a la guerra de Vietnam y es muy apuesto. Una noche, en una fiesta de estudiantes, conoce a una pareja de franceses sofisticados, Rudolf y Margot. Tras varios días en que ambos ejercen su ambigua seducción sobre el inocente americano, Rudolf, le ofrece a Adam la dirección de una revista literaria que él financiará. Adam ya sospecha que quizá el profesor sea un hombre peligroso, pero no puede resistirse a su oferta. Y tampoco se resistirá a la insinuante Margot... Pero, en estos juegos peligrosos, ¿quién es la presa y quién el cazador? 

«Con unos personajes fascinantes, una estructura en espiral y un final digno de Joseph Conrad y El corazón de las tinieblas, es una novela de un suspense impecable, inteligente e inquietante» (Donna Seaman, Booklist); «Posiblemente nos encontramos ante la mejor novela de Auster» (Don McLeese).
De todos modos, Margot no se refería a Vietnam. Sí, podría usted acabar en la cárcel, o volver en un cajón dentro de dos o tres años, pero ella no pensaba en la guerra. Tiene el convencimiento de que es usted demasiado buena persona, y que precisamente por eso, el mundo acabará aplastándolo.
Paul Auster
reescribe
en Invisible la historia de Adam Walker, que llega al lector a través de diferentes narradores y distintas fuentes, y gracias a las cuales acompaña al protagonista no solo en las experiencias de su vida, sino también en esos pensamientos oscuros y desvaríos varios que alteran y motivan las más altas y bajas pasiones. 

Corre el año 1967. Nos encontramos a un joven, bello e inteligente Adam Walker, estudiante de literatura en la Universidad de Columbia (Nueva York), bohemio y aprendiz de poeta. Un día entra en contacto por casualidad con Rudolf Born (profesor invitado de su universidad) y su novia, Margot, unos estupendos contactos que en principio parece que van a lanzar su más que prometedora y anhelada carrera profesional. Él, a pesar de ese aire ausente e indiferente, huele la oportunidad que le brindan y se lanza en plancha hacia ella. Por eso, al poco de conocerlos, en apenas una conversación de una noche, Rudolf Born le propone un proyecto de lo más interesante y, sin pensarlo demasiado, allí que va; lo acepta sin más y sin leer la letra pequeña, que se irá haciendo más grande conforme toma importancia y relevancia.

Más tarde, Adam entra en el círculo de confianza de Born y Margot cuando Born se ausenta por unos días de la ciudad, y comparte con Margot una relación que va más allá de la amistad. Podría decirse que a partir de este momento su vida se convierte en una especie de thriller donde nada es lo que parece y todo son sospechas y dudas, hasta desembocar en un terrible suceso: la muerte de Cedric Williams en Riverside Drive.
 
Y así es como arranca la biografía del joven protagonista: cuando la inmadurez y la inexperiencia, junto a la juventud y las ganas de vivir, de pronto se ven interrumpidas por sucesos extraordinarios y traumáticos. Y es entonces cuando la novela da un giro y nos entrega otra parte de la historia, en la que encontramos a un Adam Walker envejecido y enfermo que le pide a un famoso escritor, compañero y amigo de sus tiempos de estudiante, que le ayude a escribir una especie de libro testamentario, a través del cual conoceremos cómo siguió y continuó con vida. 

Cambiamos de narrador y, desde los recuerdos y retazos de su memoria, no solo sabremos de la cronología de los hechos que vinieron después, sino también de los fantasmas y oscuridades que poblaban la mente de nuestro no tan ingenuo e inmaduro aprendiz de poeta. Sabremos de la gran tragedia familiar (el accidente de su hermano Andy cuando tenía siete años), del que ninguno de los miembros de su familia se llegó a recuperar; también nos estampará en la cara la especial relación que tenía con su hermana Gwyn, en la que el amor se confundía con sexualidad y lujuria, y lo hace abriéndose a la noche oscura y remarcando todos los detalles (no nos ahorra ninguno), incluso los más escatológicos.

El tiempo se acaba para Adam pero, igual que le ocurre a su amigo biógrafo, nosotros también queremos conocer cómo siguió con su vida después de meterse en tan distintos y prohibidos jardines. Para ello contamos con diferentes memorias, como la de su hermana Gwyn, y la de Cécile, que entró en la vida del protagonista cuando este disfrutó de una beca de estudios en París, momento en que retomó el contacto con sus mecenas, Born y Margot, y en el que sucedieron hechos que es mejor conocer de propia mano y que de alguna forma también redirigieron su vida.

A grandes rasgos y sin querer desvelar mucho más, Invisible es un novela llena de giros y requiebros magistralmente integrados. Paul Auster abre y descarna a un personaje en el que la oscuridad y la luz habitan a partes iguales, y en cuyo interior se confunden y diluyen lo que vivió y lo que quiso vivir. Invisible ante los ojos de los demás y solo cuando las verdades se manifiestan, Adam se rebela alcanzando protagonismo tanto para los que lo conocieron como para el lector, que descubre cómo detrás de esas máscaras de decoro y respetabilidad habitan imposturas intrigantes, sórdidas y malévolas que se manifiestan al conocer su vida, la de Adam Walker.
No importa que no haya teléfono, que el retrete común esté al fondo del pasillo, que no pueda bañarse ni ducharse en ningún sitio, que todo sea viejo a su alrededor. Walker es joven, y esa es la habitación en donde tiene la intención de reinventarse a sí mismo.

Paul Auster nació en 1947 en Nueva Jersey y estudió en la Universidad de Columbia. Tras un breve perí­odo como marino en un petrolero, vivió tres años en Francia, donde trabajó como traductor, "negro" literario y cuidador de una finca; desde 1974 reside en Nueva York.
Galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006 por su carrera literaria.

10 comentarios:

  1. Hola,
    este autor es uno de mis eternos pendientes; tengo en casa algún que otro libro suyo, no este que hoy comentas, así que, de momento, no me lo llevo.
    Un beso

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  2. Hola de Paul Austen solo he leído El palacio de la luna y siempre digo que tengo que continuar con el y por unas cosas y otras nunca me animo.. Besinos.

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  3. En este libro parecía que se recuperaba Auster, que volvía a ser el de los inicios y antes de los diarios que no me acabaron de convencer. Aquí construye una de esas historias que son como la vida misma pero con una óptica especial, que le da mucho interés.
    Besos

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  4. Hola juraría que había leído algo de Paul Auster hace tiempo, pero si fue una novela suya no me gustó demasiado, igual me estoy confundiendo de autor, jeje...
    En cualquier caso esta no me llama mucho la atención. Lo dejo pasar...
    Un besazo

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  5. ¡Hola! Me alegro que sea una novela de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, así que en esta ocasión prefiero dejarla pasar. ¡Nos leemos!

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  6. Llevo años sin acercarme a Auster y mira que me han gustado las novelas que he leído de él. Me llevo bien apuntada ésta, que no la conocía y por lo que cuentas, creo que la voy a disfrutar mucho también.
    Besotes!!!

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  7. Tengo que poner remedio con este autor porque no he leído ningún libro suyo. Ahora estoy descubriendo a Wilkie Collins y es que ha sido un amor a primera vista desde que leí 'La dama de blanco'.

    Te mando un beso, ¡Muac!

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  8. Hola, yo soy fan confeso de Auster. Sin duda es uno de los grandes. “El palacio de la luna”, “El libro de las ilusiones” y “La noche del oráculo” son mis favoritas. Pura magia. En su día leí “Invisible”, y no terminó de convencerme, tal vez por la gran cantidad de quiebros que introduce que hicieron que no viera claro el hilo conductor. Tal vez no la leí bien y debería hacer una relectura. Me pasó lo mismo con otra novela suya titulada “Viajes por el scriptorium”.
    Gracias por recordármela.
    Un abrazo.

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  9. Auster fue uno de mis autores preferidos de juventud. Sus libros son un caos ordenado de pensamientos. Creo que es un autor difícil de leer, pero una vez te engancha, lo hace para siempre. Invisible lo leí hace unos diez años, y a i también me gustó. Su mejor novela, para mi, "Leviatan". Besos.

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  10. Este es uno de los pendientes de mi adorado Auster. Tarde o temprano caerá, por supuesto. Un besote!

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