jueves, 12 de noviembre de 2020

RESEÑA (by MH) ::: PRÓXIMA ESTACIÓN - Mónica Gutiérrez





Título original: Próxima estación
Autora: Mónica Gutiérrez 
Editorial: autopublicado

Páginas: 240
Fecha de publicación: mayo 2020
Encuadernación: rústica
Precio: 3,50 euros (kindle) + 12,48 euros (papel) 
Diseño de cubierta: Javier Morán Pérez


 
Sigrid está a punto de cumplir su sueño profesional de trabajar de conservadora en un museo y como despedida de su actual empleo su amiga Ángela la ha reclutado para la convención anual hotelera que ese año se celebra al bordo del extraordinario Venice-Simplon Orient Express. Entre ninfas, flores y lámparas Art Decó de la exquisita restauración de los vagones del mítico Express d'Orient, la historiadora se dispone a atravesar el corazón de Europa cuando un reencuentro inesperado la hace descarrilar a toda máquina. A menudo fuera de ruta, atribulada por un lúgubre pianista, el encanto de Ed Sheeran, la inagotable batería de anécdotas de Gilberto, la presencia imponente del señor Rochester, una abogada en crisis y un conejo rebelde, Sigrid comprenderá que es preferible que te rompan el corazón a quedarte sin ningún pedazo que recomponer.
Una buena amiga os hubiese hablado de este libro hace ya unos meses; por diversas circunstancias no pude hacerlo, así que una vez establecido el hecho de que soy mala amiga, me dije que ya que lo reseñaba tarde, al menos debía hacerlo en un día especial. Ese día es hoy. Así que sin haberle dicho siquiera a su autora que ya he leído su libro, hoy os hablo de Próxima estación, de mi querida Mónica Gutiérrez.
 
Los días de Sigrid Merlo trabajando para Moonlight Hoteles están contados. Va a incorporarse al trabajo que siempre ha soñado (un puesto de conservadora en el Museu d'Història), pero su jefa (y amiga) Ángela la convence para que, a modo de despedida, le acompañe a una convención anual de hoteles que en esta ocasión se celebra en el Venice Simplon-Orient-Express (el Orient Express de toda la vida). Allí se presenta Sigrid acompañada de Houdini, su conejo enano, y la cosa al principio no pinta nada mal: el tren por dentro quita el aliento, el agente de acompañamiento parece una enciclopedia con patas, hace buenas migas con un tipo de la competencia que se parece a Ed Sheeran, los menús que se sirven en el vagón restaurante están de chuparse los dedos... bueno, esto último en concreto deja de pintar tan estupendo cuando empieza a reconocer los platos y a quien, muy probablemente, está detrás de su preparación. Y no, que Sigrid no está para estas tonterías, que ella ya dejó todo eso atrás, que ahora se ha vuelto a reencontrar a sí misma y no quiere volver a perderse... Pero varios días encerrada en un tren sin ningún sitio donde poder esconderse no le pondrá las cosas demasiado fáciles para escapar de su destino, sea cual sea.
 
Nada más publicar el libro, lo primero que me dijo Mónica era que le había quedado una historia más romántica que feelgood, y sé que me hizo esa advertencia porque sabe que yo siempre leo sus novelas centrándome en todo menos en la trama romántica, que para mí siempre resulta totalmente secundaria. Y no estoy de acuerdo con ella, porque sí, hay romance de esos bonitos y naturales que ella sabe contar tan bien sin empalagar ni monopolizar la historia, pero también están todos los elementos que sobrevuelan como hadas danzarinas por sus viajes literarios (siempre están, aunque su presencia fluctúe al alza o a la baja dependiendo de la trama) y son precisamente esas hadas las que hacen de sus historias un rincón acogedor al que acudir cuando se quiere huir del mundanal ruido y viajar hacia donde sea, hacia donde ella quiera llevarnos, pero donde siempre se está mucho mejor. Y en Próxima estación ha ido a escoger nada menos que el Orient Expres. ¡Nada menos! Mi obsesión con el Orient Express es digna de estudio, no sabe ella lo especial que ha sido para mí recorrer este tren de arriba a abajo, ya fuese de la mano de Sigrid deambulando perdida por los vagones del tren como de esa enciclopedia andante que ha resultado ser Gilberto, Agente de Acompañamiento.
 
Admito que me vinieron aires de un libro con ambientación en el Orient Express al menos un año antes de su publicación, y llevaba desde entonces esperando que viese la luz (cosa que ocurrió con nocturnidad y alevosía, dicho sea de paso xD). Creo que cuando os hablé de Asesinato en el Orient Express hace unos años, ya os dije que uno de mis sueños de toda la vida era hacer un viaje en ese tren, y aunque de sobra sé que mi presupuesto daría para subirme en una estación y bajar en la siguiente (sin sentarme siquiera, probablemente...), y que el romanticismo y encanto de finales del XIX y principios del siglo XX es difícil de emular en este siglo XXI tan carente de hechizo en muchos aspectos, yo sigo erre que erre y me niego a claudicar y pensar que no lo conseguiré jamás. Por eso agradezco muchísimo la enorme documentación que se percibe detrás de la historia, las muchas anécdotas históricas reales que pueblan la narración, las anécdotas más banales (¡no te puedes duchar en el Orient Express!) y, sobre todo (que además imagino que habrá sido lo más complicado) el haber conseguido que nos adentremos en cada uno de esos vagones originales y restaurados, y que, mirando en derredor, hayamos contemplado la decoración, los materiales usados, los detalles y la impronta que dejaron maestros profesionales de la época cuando dieron vida única e individual a cada uno de los espacios del tren: los cortinajes, los butacones, los paneles de cristal... Tal y como se dice en algún momento, el Orient Express es un museo sobre raíles, y aunque podría hablar y fangirlear eternamente sobre este tema, os voy a ahorrar el sufrimiento y lo voy a dejar aquí... pero que conste que ambientar un libro en el Orient Express es lo más de lo más (¡lo replus!).

Por otro lado, creo que quienes ya habéis leído a Mónica sabéis qué podéis encontrar en Próxima estación, porque sus lectores acudimos a sus libros y su charming agarimoso como polillas a la luz cuando se avecinan tormentas, pero eso no quita para que nos sorprenda todas y cada una de las veces en el microcosmos que rodea a cada uno de los personajes principales. Sigrid es un personaje muy serendipiano (menuda ración de palabras inventadas estoy soltando, no me lo tengáis en cuenta): una mujer joven sobradamente preparada pero irremediablemente en busca de suelo firme y asideros a los que aferrarse después de capear vendavales emocionales, buena persona, mejor amiga, con un talento cuasiperfecto para encontrar la felicidad en los pequeños detalles, un ingenio innegable que le hace tener una respuesta en la punta de la lengua para casi cualquier comentario y un boquete en la muralla que tanto tiempo le ha costado construir por el que pueden pasar (y pasan) muchas cosas buenas que derrotan sus férreas defensas. Esta es Sigrid, y ese microcosmos del que hablaba (la vieja amistad con derecho a no callarse nada que tiene con su exjefa, la nueva amistad con ese Ed Sheeran a una guitarra pegado, la relación cómplice que establece con el incansable y omnipresente Agente de Acompañamiento, ese barman encantador llamado Walter y ese Guido pianista, melancólico y taciturno, que siempre está pero nunca dice una palabra...) orbita alrededor suyo para acompañarla y que entendamos el modo en que ella ve el mundo. Todos ellos se reflejan en Sigrid, y Sigrid se ve reflejada en ellos.

¿Qué más os puedo decir que no os haya dicho ya en otras ocasiones? Mónica brilla en el ambiente acogedor que crea para sus personajes femeninos, en el camino que les hace recorrer en busca de sí mismas y su felicidad (que muchas veces está donde ya no esperaban encontrarla), en el cariño que pone al plasmar sobre papel cosas que son muy suyas, en el amor por los libros que la definen a ella como lectora, en esos diálogos cargados de humor y fina ironía que siempre son uno de sus puntos fuertes porque consigue hacer fácil lo difícil, y en esa facilidad que tiene para encontrar siempre un rincón calentito en el que hacerse un ovillo en calcetines con una manta y un té en la mano... si aún encima se las apaña para regalarnos un Rochester caminando mojado bajo la lluvia de Venecia, ¿qué más podemos pedir? (que ahora no me venga nadie diciendo que Venecia huele mal y que si llueve se inunda... ¡un poco de respeto por Venecia, porfaplis!).
 
Mónica, felicidades... hoy en particular porque es tu día, pero cada día en general por todo lo bonito que te está ocurriendo profesionalmente en una época en la que las cosas buenas son tan escasas que hay que atesorarlas con esmero. Te lo has trabajado mucho, ahora toca recoger los frutos y tener muchas reservas de chocolate caliente y Earl Grey para celebrarlo.

¿Sabéis que conforme escribo me vienen fogonazos de la historia que me encantaría leer escrita con el estilo, la luz, el sentido del humor y el estilazo en los diálogos de Mónica? Uy, no os la digo que se la quitan de las manos xD.
Mónica Gutiérrez nació y vive en Barcelona. Es licenciada en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y en Historia por la Universitat de Barcelona (UB).

Apasionada lectora, escribe novela, relatos y poesía. En la actualidad compagina la escritura de ficción con la docencia y suele charlar de literatura con buenos amigos en su blog Serendipia.
 
Debutó en el mundo de la publicación con Cuéntame una noctalia, y las buenas críticas de Un hotel en ninguna parte, su segunda novela, han mantenido a la autora durante más de un año en la lista de los más vendidos de Amazon.

20 comentarios:

  1. Buenos días, MH:
    ¡Es hoy el cumple de Mónica? Si es así, felicidades.
    Sobre la novela, ya me leíste en su día y sabes lo mucho que representó para mí reseñarla. Si tengo que resaltar algo especial sobre ella, me ocurre como a ti, la elección del Orient Express como ubicación de la historia es lo que más me gustó. Asi que, ya lo sabes, cuando te decidas viajar por Europa subida al famoso tren me llevas contigo. Igual y todo conocemos a un famoso chef :)
    Un beso grande y enhorabuena esta reseñata cariñosa y empática!!

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  2. Con tu reseña me dejas con mucha curiosidad y ganas por descubrir este libro =)

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  3. Cómo nos gusta Mónica, nos tiene en el bote. Y yo lo tengo por leer 🤗🥰😘

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  4. Ohhhhh, muchas gracias. Qué sorpresa tan bonita. Me da apuro decir que está siendo un noviembre lleno de buenas sorpresas porque la realidad de ahí fuera es la que es, pero es que me están pasando tantas cosas buenas... Me hace mucha ilusión que hayas leído esta novela porque sé que somos dos locas del Orient Express, pero también me daba miedo mientras escribía meter la pata con la documentación. Me encanta lo que cuentas del tren y de los personajes. Gracias mil por tu generosidad y tu cariño. Un besote grande.

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  5. Mónica es muy especial. Lo que no me gusta de sus libros es que crea lugares que no existen y te quedas con las ganas de visitarlos, qué rabia, jeje. Ya sé que sí que el Orient existe pero es que se dispara un poco el presupuesto. Por lo demás, sus libros son un refugio, sabes que no te va a pasar nada malo en ellos.
    Oye, ya podías empezar a escribir esa historia, eh? Seguro que es chula.
    Besotes

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  6. Coincido con los comentarios anteriores los libros de Mónica son fantásticos para refugiarnos en estos tiempos, un beso.

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  7. Hola,
    no he leído nada de la autora. Esta novela parece una buena opción si en algún momento me animo, ahora mismo tengo demasiado pendiente.
    Un beso

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  8. Es una historia maravillosa que yo disfruté muchísimo porque hice ese viaje con la protagonista.
    Un beso

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  9. Querida MH, creo que los lectores fanáticos de Agatha Christie (como tú y yo) adoramos el Orient Express, medio de locomoción que elegía a menudo la autora... Es verdad todo lo que dices en la reseña y la novela es fantástica, yo le puse un pero y es que no me gustó la elección final de Sigrid, como ya le comenté a ella, y creo que también en mi reseña, jeje... Aún así una novela deliciosa.
    Un besazo

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  10. Leer a Mónica es siempre una delicia. Justo estoy con "La librería del señor Livingstone"
    Besos

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  11. Estoy segura de que lo disfrutaría, con otros libros suyos desde luego lo he hecho.
    Besos.

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  12. Pues para mí sí que ha sido una historia de amor más que de feelgood... Y por ese motivo no me ha acabado de convenver esta vez... La historia del ex novio me ha parecido aburrida y bueno... Me quedo con la buenas sensaciónes de sus otras novelas...

    Feliz fin de semana!!

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  13. Hola, de Mónica he leído El noviembre de Kate y ahora La librería del Señor Livingston. De esta he visto opiniones de todo tipo, así que la tengo apuntada pero no se si me animaré o no. Besinos.

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  14. Lo tengo pendientísimo! A la espera está en la estantería, lo compré nada más terminar de leer La librería del señor Livingstone y sé que también voy a disfrutar mucho de esta historia o que al menos, me hará pasar un rato ameno y agradable seguro. Una reseña estupenda :D Un abrazo!!

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  15. Me sumo al club de las polillas que acuden a la luz XD. También me ha gustado mucho. Cómo me gusta acudir a estas novelas de vez en cuando. Son un valor seguro. Un besote!

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  16. Me gusta mucho Mónica. Tengo que adentrarme en esta estación, aunque creo que primero me pasaré por Todos los veranos del mundo :-)
    Un beso.

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  17. Me gustó mucho esta novela de Mónica. Es diferente a las anteriores feelgood que publicó: quizás más tirando a comedia romántica, pero sin duda la magia la pone la protagonista con su forma de ser y de actuar. Mónica es una autora que siempre nos hace pasar unos ratos distendidos, que buena falta hacen. Besos.

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  18. Pedazo reseña te ha quedado, la espera sin duda ha merecido la pena, un lujo leerte. Lo cierto es que las obras de Mónica no son muy de mi estilo, el feelgood no es lo mío, pero tantas reseñas positivas me han hecho que me lo repiense, por lo que tengo el de la librería muy pendiente. Este me llama por lo del Orient Express, pero que se centre tanto en la trama romántica no me termina de convencer. Quizás si el anterior me deja enamorada me anime. Eso sí, lo que me parece de lujo es el precio. Ojalá todos los libros así.

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  19. Hola, lo leí este mes pasado y la verdad es que estuvo muy bien, un viaje de ensueño, lleno de anécdotas y con personajes muy peculiares.

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