viernes, 18 de junio de 2021

RESEÑA (by MB) ::: LA INSTITUTRIZ REAL - Wendy Holden


 
 
Título original: The Royal Governess
Autora: Wendy Holden
Editorial: Umbriel
Traducción: Jaime Valero Martínez
Páginas: 448
Fecha de publicación: junio 2021
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 21 euros
Diseño de cubierta: Luis Tinoco

En 1933 la joven Marion Crawford acepta el empleo de su vida como institutriz de las princesas Lilibet y Margarita. La única condición que pone a los padres de las niñas, los duques de York, es poder aportar ciertas dosis de normalidad a sus protegidas y privilegiadas vidas. En el palacio de Buckingham, el castillo de Windsor y Balmoral, Marion desafía el estricto protocolo para llevar a las princesas en metro, a nadar en piscinas públicas y en divertidas salidas para hacer compras navideñas en Woolworths. Desde un lugar privilegiado en el corazón de la monarquía británica, Marion es testigo de los acontecimientos más trascendentales de la historia del siglo xx: el impacto de la abdicación, el glamur de la coronación, el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Ella acompaña a las princesas en esos momentos cruciales y se convierte en una figura tan cercana como una madre. Aun en los días más oscuros de Gran Bretaña, con los aviones de Hitler sobrevolando Windsor, Marion protege a las niñas en las mazmorras del castillo. Incluso está presente cuando Isabel se fija por primera vez en el joven Felipe. Pero ser una querida confidente de los Windsor tiene un alto coste personal. Matrimonio, hijos, los propios puntos de vista. todos están comprometidos por la cercanía a la realeza. 
 
En esta fascinante historia de amor, sacrificio y lealtad, Wendy Holden nos cautiva con una novela sobre los años previos a que la reina Isabel II accediera al trono.

―A mi hermana le gustaría que se ocupara de la educación de sus hijas.
En
La institutriz Real nos sumergimos en la historia británica
a través de la ficción por medio de Marion Crawford, institutriz de la princesa Lilibet y de su hermana Margarita. 

Cuando lady Rose Leveson-Gower informa a Marion del interés de la duquesa de York para que se encargue de la educación de sus hijas, ella entiende que se encuentra ante una disyuntiva: seguir con los sueños y proyectos por los que eligió ser educadora o aceptar el reto y la responsabilidad que conllevan trabajar para la realeza. 
 
Al final la elección resulta sencilla y cree que siendo institutriz de las princesas cumplirá sus sueños y propósitos, pero a lo largo de la novela vemos como esto último no está tan claro y definido en la mente de la institutriz pues, con el transcurrir de las páginas, de una manera o de otra siempre salen a colación las dudas, los prejuicios y el carácter temporal que le otorga su puesto. Un autoengaño que durará varios años, más de una década.
A las cinco menos diez, ni un minuto más ni uno menos, Marion atravesó la verja negra del palacio de Buckingham. Ante la mirada de varios espectadores, se aproximó al policía que parecía estar esperándola; el agente asintió para invitarla a pasar y la guio hacia una puerta negra de doble hoja situada en el lado derecho de la fachada. Conforme se aproximaba, las puertas se abrieron como por arte de magia.
Las puertas de palacio se le abren, la elección ya está hecha y el camino ya se ha definido. Otra cosa es que Marion (Crawfie) sea consciente de lo elegido y los compromisos adquiridos una vez se entra a formar parte del engranaje real: compromiso y lealtad, además de responsabilidad y entrega, a cambio de vivir la vida que otras personas ni sueñan en tener; ser observadora en primera fila de los acontecimientos tan importantes y extraordinarios que tuvieron lugar durante sus años de servicio; convivir con aquellos que manejaban el mundo; educar a una reina, a la persona influyente que fue y sigue siendo... Hechos y experiencias que tardaría años en reconocer. Los lejanos sueños primigenios tiran y juzgan
en su cotidianidad real y hacen que no sea consciente del puesto que ocupa, mientras que otros, terceras personas más avispadas, ven y se aprovechan de lo que ella no ve.

Marion Crawford fue una de esas personas que, por circunstancias del destino, pudo participar desde un lugar discreto de un funeral real, una abdicación, una coronación y una boda real, además de sobrevivir a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial al lado de la futura reina, ser la responsable de su vida y disponer de su confianza para, después, finiquitarlo todo tan indecorosamente.

La institutriz real recoge y novela las razones y pensamientos que Marion Crawford plasmó en su biografía y en los libros dedicados a Isabel II y a la Reina Madre. A lo largo de las páginas el lector trata, por un lado, de empatizar con todas estas justificaciones, al tiempo que piensa en lo fácil que resulta perder la capacidad de actuar y de conducirse en el futuro en la manera y forma en las que se compromete uno en el presente. La confianza y la creencia de una certeza sobre el otro se sostienen con hilos finos y frágiles que, una vez rotos, ya no serán iguales en el mejor de los casos y, en el peor, resultarán imposibles de reparar. Aparte de hechos y personajes históricos, en La institutriz real somos testigos de cómo se rompieron que estos hilos y cómo sus acciones conllevaron amargas consecuencias.

De pronto se sintió confundida, como si las certezas que tenía hasta hacía apenas unos minutos, hubieran dejado de serlo. Allí estaba ella, sumida en una muchedumbre formada por los más pobres de Londres que vitoreaban a los más ricos.



Wendy Holden es una escritora británica de comedias de costumbres. Es la autora de diez novelas que han sido superventas del Sunday Times y ha vendido más de tres millones de copias de sus libros en todo el mundo. 

La institutriz real
es su novela más reciente, inspirada en hechos reales.

4 comentarios:

  1. Hola, parece interesante, pero tengo tanto pendiente que no se si lo leería, así que esta vez no me lo llevo. Besos.

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  2. Un libro muy interesante que podría gustarme, disfruto de este tipo de libros así que gracias por el descubrimiento =)

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  3. Mi querida Miss B, a lo largo de la reseña he sufrido una especie de altibajos, como si te leyera subida a una noria -arriba abajo, arriba abajo- pero creo que en líneas generales, en su totalidad, no es una novela para mí.

    Besos 💋💋💋

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  4. PUes creo que podría gustarme, así que tomo nota, que no la conocía.
    Besotes!!!

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