miércoles, 5 de octubre de 2022

RESEÑA (by MH) ::: PILAR PRIM - Narcís Oller


 

Título original: Pilar Prim
Autor: Narcís Oller
Editorial: Libros de Seda
Traducción: Carlos Fajardo Calpe
Páginas: 320
Fecha publicación original: 1906
Fecha esta edición: septiembre 2020
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19,95 euros 
Diseño de cubierta: Mario Arturo




Pilar Prim se convierte en viuda siendo muy joven y, en su testamento, su difunto esposo dispone que no vuelva a casarse si quiere conservar los bienes que él le ha legado en herencia. Sin embargo, una mujer como ella, en la flor de la vida, se niega a cumplir tal imposición para el resto de sus días. Cuando conoce a Marcial Deberga, un hombre más joven que ella, se deja seducir por él, iniciando una relación de consecuencias imprevisibles. Tendrá así que enfrentarse a los mezquinos intereses de su familia y a los prejuicios sociales de la época. ¿Logrará, a pesar de todo y de todos, hacerse con las riendas de su vida?

La primera edición de esta historia fue publicada en catalán en 1906 y es sin duda la novela más madura de su autor y, si cabe, también la que contiene tintes más claramente feministas. Fue traducida al castellano por primera vez en 1951, y ahora, Libros de Seda la recupera para el público general, con una nueva traducción, completamente actualizada.

Tengo muchas carencias literarias, muchísimas, y me agobia saber que nunca podré acercarme a ellas como es debido por falta de tiempo. En cualquier caso se hace lo que se puede cuando se puede, y este verano he decidido leer algunos clásicos de la literatura catalana, agujero negro en mi haber lector al que quiero poner remedio en la medida de lo posible. El primero de ellos ha sido Pilar Prim, de Narcís Oller, que ocupaba su lugar en mi estantería desde hace ya un añete y que me ha sorprendido muy agradablemente. 
 
La historia comienza a bordo de un tren. Marcial Deberga contempla a dos mujeres que suben a su vagón junto a un niño. Comienza a hacer conjeturas sobre quiénes serán, qué relación habrá entre ellas, las observa, las juzga, le molesta que enturbien su tranquilo viaje... hasta que los tres entablan conversación. Son madre e hija, doña Pilar Prim (joven, hermosa, viuda) y su hija Elvireta (malcarada, egoísta, deseosa de atención), aunque podrían pasar por hermanas. Ambas se dirigen a pasar sus vacaciones en Puigcerdà, y cuando Deberga se baja en su destino, ya tiene claro que quiere afianzar su amistad con ellas... se ha quedado prendado de Pilar Prim, y no es algo que suela pasarle, su fama de calavera le precede. Pero las cosas en Puigcerdá se torcerán y complicarán: pretendientes no deseados, familia repulsiva, entuertos, malos entendidos, rivalidad entre madre e hija y, sobre todo, una situación a la que Pilar Prim parecía haberse resignado pero que empieza a cuestionarse tras la aparición de Marcial.

Por ir entrando en materia, creo que esta historia corre el peligro de dar una primera impresión que oculte las auténticas razones del autor a la hora de contarla y que son las verdaderamente importantes por lo que denuncian y exponen sobre la época en que la novela fue escrita y publicada. Sí, es cierto, conforme avanza la trama parece que se pierde en enredos románticos y malos entendidos por falta de comunicación y por las restricciones sociales propias de principios del siglo XX, pero esa la cubierta de otra historia más desesperanzadora y cruel, la de una mujer viuda (honesta y virtuosa hasta decir basta) cuya vida sigue estando controlada, dirigida y atada de pies y manos por un señor que lleva años en su tumba y por otro señor que está muy vivo y se aprovecha de la situación. Oller lo cuenta sin aspavientos, le quita drama, incluso mete chispas de humor en los diálogos para que la campechanía de quien le quiere bien reste desdicha a la situación de Pilar Prim, pero la realidad es la que es. Así que, si os parece, vamos por partes.
 
Por un lado tenemos la trama que tiene a Marcial Deberga como eje que irrumpe como un huracán en la vida de esta madre y esta hija para ponerlo todo patas arriba. Marcial no es un personaje cautivador cuando empieza la novela... bueno, lo es para todas las mujeres que le ponen la vista encima, pero no para el lector, que sabe de qué palo va. Frescales, aventurero, jugador, vago, mujeriego... no ha trabajado en su vida y vive en casa de una tía soltera que sigue manteniéndolo y de quien espera heredar todo cuando ella muera. Es un hombre educado y encantador cuando quiere, no tiene mal fondo, pero la narración no nos ahorra ni un solo pensamiento de Deberga cuando conoce a Pilar Prim y su hija, que dado los intereses del semental ya podemos imaginarnos cómo son (les hace un cuadro que ni Velázquez). Poco a poco va surgiendo una amistad que va más allá del interés ocasional que solo tiene como objeto la conquista sexual, y esa misma amistad va también derivando en otros sentimientos que, por lo diferentes que son todos los personajes en cuanto a personalidad y vivencias, dan lugar a muchas situaciones que no siempre comprenden. Y a todo esto se suma que un señor como Deberga tiene pasado para dar y regalar, y ese pasado está lleno de señoras cautivadas por este buen mozo que no están dispuestas ni a perderlo ni a dejar pasar ningún agravio. Si una de esas señoras aparece en escena, pues ya tenemos el picante para la salsa.

Y luego tenemos la parte reinvidicativa de la novela, la que denuncia la injusticia a la que se veían sometidas muchas mujeres tras fallecer sus maridos, maniatadas por unas disposiciones testamentarias crueles e injustas (en el caso de Pilar, no puede volver a casarse si quiere mantener su nivel de vida) y sometidas por una sociedad en la que el hombre era quien disponía en los negocios aunque la dueña fuese una mujer que muchas veces se veía reducida a firmar lo que le ponían delante, sin poder decidir nada y sin poder alzar apenas la voz. Y más les valía no salirse de ese camino establecido, porque entonces las habladurías comenzaban su particular cruzada. El caso de Pilar Prim es incluso más despiadado todavía, porque al testamento tiránico de su difunto marido y a lo que está ocurriendo en los negocios de los que vive, se suma su propia situación familiar, con una hija que la considera una rival, que la menosprecia y humilla porque eso es lo que le han enseñado a hacer en casa de sus tíos y que no se lo piensa dos veces a la hora de avergonzarla y faltarle el respeto.  
 
Son muchos frentes abiertos los que tiene Pilar Prim (sus sentimientos, su situación económica, la manipulación por parte de sus familiares, el alejamiento inexorable de su hija), e incluso llega a quejarse en cierto momento de la deficiente educación que recibían las mujeres españolas en aquella época que las dejaba totalmente indefensas ante la ley... pero precisamente la novela avanza con Pilar de la mano en su despertar de la modorra soñolienta que es su vida, en su portazo en las narices a todo aquello que le hace daño y en su búsqueda constante de su propio yo, su individualidad y su derecho a tomar sus propias decisiones les gusten a los demás o no, más allá de las ataduras y ligaduras que le impone la sociedad.

No quiero terminar sin hacer referencia a un aspecto muy importante durante la narración, que es tanto la naturaleza en sí misma como toda la orografía de la Cerdaña, de la que resulta evidente que el autor era no solo un gran conocedor sino un gran admirador. Al comienzo de las vacaciones de las protagonistas, que se dirigen a Puigcerdà (para quien no la conozca, situada a orillas del río Segre, casi fronteriza con Francia y capital de la comarca de la Baja Cerdaña), Oller se recrea en la descripción de las rutas forestales que van recorriendo en su carruaje, los bosques, los valles, las sensaciones, los colores, los olores... Y una vez que se llega a destino, el valle de la Cerdaña se convierte en protagonista, aunque el autor no deja pasar la ocasión de criticar las diferencias entre la Cerdaña española y la Cerdaña francesa, y de hecho los caminos de la parte española están tan abandonados y en mal estado que las turistas casi siempre realizan sus excursiones en la parte francesa, cuyas carreteras, completamente asfaltadas y bien conservadas, favorecen la comidad del recorrido. Aparte de esto, los protagonistas hacen turismo por los alrededores de Puigcerdà que se nos describe de manera pormenorizada y que no detallo aquí por no aburrir, pero vamos, que hay ciertos capítulos que bien podrían servir de guía para quien quiera dedicar unos días a viajar por esa esa zona.

Supongo que os habréis dado cuenta que traigo muy pocos clásicos españoles. Está mal decirlo, pero es que me dan una novela europea y una española de la misma época y conecto mil veces más con la europea por estilo, por diálogos, por costumbres, cultura, personajes... decir otra cosa sería mentir y en ningún momento pretendo ir de lo que no soy: ya digo al principio que tengo muchas carencias lectoras (bueno, y de muchas otras clases xD), así que no me lo tengáis en cuenta. Esto se resume en que no rehúyo este tipo de novelas pero tampoco las busco, y siempre las leo sin saber qué me voy a encontrar (o si voy a conectar con ellas, que ya sabemos que esto va sobre gustos). Pero Pilar Prim ha supuesto una estupenda sorpresa, la narración de Oller es ágil, cercana y nada pretenciosa, y la historia en sí misma muy interesante y representativa de la situación de las mujeres en aquellos años, de su desamparo ante una sociedad que promovía su ignorancia, su sometimiento y su analfabetismo e incultura en cualquier ámbito en el que pudieran medrar y entender lo que se estaba haciendo con ellas. Sigo siendo de otro tipo de diálogos, de otra forma de expresarse... llevo la flema británica tatuada en las venas, pero una cosa no quita la otra. Pilar Prim me ha gustado mucho y me encantaría leer más de Narcís Oller.



Narcís Oller i Moragas (Valls, 1846-Barcelona, 1930) fue abogado y escritor. Fue contemporáneo de Benito Pérez Galdós, con quien mantuvo una intensa correspondencia. Representante del naturalismo y del realismo, acabó adaptándose al modernismo de la época y fue uno de los escritores más reconocidos de su tiempo. Escribió tanto en castellano como en catalán. En su obra destacan, entre otros, La fiebre del oro (1890-1892), La locura (1898) o Pilar Prim (1906), todos ellos escritos originalmente en catalán y que han sido traducidos a varios idiomas y en ocasiones llevados al cine, como lo fue La fiebre del oro, de la mano de Fernando Trueba, en 1993. Pilar Prim, además, ganaría el Premio Fastenrath en 1912.

8 comentarios:

  1. Hola guapísima, pues si tú dices que tienes carencias imagínate yo que tengo muchas menos lecturas anglosajonas a mis espaladas, jeje...
    Me gusta mucho lo que has contado y me la voy a apuntar por si acaso puedo hacerme con ella para el reto del año que viene...
    Un besazo

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  2. Pues desconocía por completo a este autor y si no es por tu reseña, si veo este libro, no me hubiera fijado, que esa portada me lleva más a otro tipo de historia. Tomo buena nota, que me ha gustado mucho lo que cuentas.
    Besotes!!!

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  3. Hola, tampoco yo he leído muchos clásicos catalanes y a este autor no lo conocía, como a Margari la portada me hacía esperar otra cosa, pero una vez leída la reseña, me la llevo apuntada. Besos.

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  4. Hola. Carencias dice. Yo tengo tantas que alguna no sé ni que las tengo pero ya no me agobio tampoco. Lo que se pueda cuando se pueda, como tú dices.
    Lo de la literatura clásica catalana es que no sabía ni que existía como tal, con la española ya tengo cuenta pendiente bastante grande.
    Respecto a la novela me parece entretenido el tejemaneje de la vida de los personajes. Pero me aburre mucho la reivindicación femenina, que la tiene que haber y que además si se obviar, el retrato social de la época quedaría cojo y la novela perdería credibilidad.
    Pero me da pereza.
    Me lo guardo por si acaso.
    Besos

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  5. No conocía a Narcís Oller y creo que esta novela tiene mucho atractivo porque la España de la época imagino que era mucho más diferente del resto de Europa de lo que lo es ahora.
    Yo sí he leído bastantes clásicos españoles, aunque sobre todo en mi adolescencia y juventud, pero he de reconocer que me da más pereza que otro tipo de lectura.
    Un beso.

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  6. Buenos días, MH.
    Paso por esta reseña de soslayo, porque yo también tengo la novela esperando desde septiembre de 2021. Qué raro en nosotras tener libros cogiendo polvo :) En fin, que me quedo con tus palabras positivas sobre Pilar Prim. Volveré por aquí cuando la lea.

    Un beso y muy feliz fin de semana!!

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  7. Hola!! Es un género que me gusta mucho, así que tomo buena nota de tu recomendación. Me encanta descubrir al leer reseñas nuevos títulos y autores. ¡Fantástica reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!

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  8. Me encantó ese libro. Lo leí de adolescente y me submergió completamente en la época. Gracias por recordarmelo. Besos

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