jueves, 23 de mayo de 2024

RESEÑA (by MH) ::: CRIMEN EN CORNUALLES - John Bude




Título original: The Cornish Coast Murder
Autor: John Bude
Editorial: Duomo
Traducción: Marcelo E. Mazzanti
Introducción: Martin Edwards
Páginas: 304
Fecha publicación original: 1935
Fecha esta ediciónmayo 2023
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 18 euros





El reverendo Dodd, pastor de un tranquilo pueblo costero en Cornualles, pasa las tardes leyendo historias de detectives junto a la chimenea, pero Dios no quiera que la sombra de un crimen real se cierna sobre su parroquia. La paz del clérigo se esfuma una noche tormentosa en la que aparece el cadáver de Julius Tregarthan, un juez reservado y huraño. La ausencia total de pistas desconcierta a la policía local. Las sospechas recaen en la sobrina de Tregarthan, Ruth, pero ¿qué motivo tiene esta joven para matar a su tío a sangre fría? Por suerte para el inspector Bigswell, el reverendo Dodd está preparado para poner a prueba su aguda comprensión de la mente criminal.

Este clásico de la época dorada de la ficción criminal británica tiene como escenario un pueblo de pescadores de la costa atlántica de Cornualles descrito con gran realismo. Publicada por primera vez en el Reino Unido en 1935 y ahora rescatada de nuevo, esta novela es inédita para el lector español.

 

Bueno, misión cumplida. Era mi intención leer los cuatro libros publicados hasta ahora dentro de la colección de Crime Classics de la British Library, y
Crimen en Cornualles era el único que me faltaba. También era el que peor puntuación tenía en ciertas plataformas donde la gente puntúa sus lecturas, si es que nos podemos fiar algo de eso… que ya os digo yo que no, tanto si esas puntuaciones son muy buenas como si son muy malas que las experiencias lectoras son únicas e intransferibles (aunque en este caso han acertado xD). Pero no doy más rodeos y os cuento de qué va la novela.

Estamos en Cornualles, en la pequeña localidad costera de Boscawen. Una terrible tormenta azota la zona mientras nos adentramos en el pequeño hogar del reverendo Dodd, quien, como todos los lunes, cena con su amigo, el doctor Pendrill. Tienen sus rutinas, son muchos años compartiendo estas veladas, y una de ellas es la de comentar el pedido que han hecho a la biblioteca. ¿Qué leen estos dos solteros de oro? Misterio, mucho misterio... son lectores voraces de Agatha Christie, Dorothy L. Sayers, Edgar Wallace o Joseph Jefferson Farjeon. Les gusta teorizar sobre el tema, pero la tragedia llama esa misma noche a sus puertas: el viejo Tregarthan ha sido asesinado, y las circunstancias son un tanto inusuales. Tregarthan vivía con su sobrina, Ruth, con la que no parecía llevarse demasiado bien y que además había comenzado una relación con un joven escritor y veterano de guerra. Tregarthan se oponía a esta relación con todas sus fuerzas, así que los sospechosos parecen evidentes, pero ¿estamos ante uno de esos casos en los que todo parece lo que es, o hay algo que se le escapa tanto a la policía como al lector?
 
Bueno, pues creo que todos los que nos movemos por este tipo de literatura sabemos lo que podemos encontrar a partir de aquí, ¿verdad? Tregarthan no era un personaje querido y había discutido con al menos tres personas antes de morir, así que el abanico de personajes sospechosos pronto está claro, pero el modo en que se cometió el asesinato, la enorme tormenta que estaba cayendo en ese momento y que enreda las pruebas, la sensación de que la sobrina oculta cosas, la desaparición de personajes que deberían dar muchas explicaciones, la intervención en la escena del crimen de elementos insospechados... todo se va sumando para que a Bigswell, el inspector encargado del caso, se le complique todo de tal manera que no sea capaz de sacar nada en claro ni de elaborar ninguna teoría plausible que explique tanto elemento anómalo. Encima tiene sobre él la responsabilidad de darle salida al caso lo antes posible, porque, de no ser así, tendrán que hacerse cargo los de Scotland Yard y eso es algo que nadie quiere en su comisaría: ellos deberían bastarse y sobrarse para resolver un asesinato sin tener que recurrir a la caballería, pero lo cierto es que conforme se acerca la vista judicial, en lugar de aclararse las cosas hay cada vez más preguntas sin respuesta.
 
¿Quién está por ahí intentando resolver por su cuenta el caso al margen de la policía? Pues el reverendo Dodd, ese que os decía que era muy aficionado a las novelas de misterio. Sus motivaciones realmente son las de alejar las sospechas de Ruth y del escritor, a los que considera totalmente inocentes, y para ello debe poner a trabajar las células grises... aunque Dodd aboga por la intuición a la hora de resolver el crimen. Cree que los detectives de ficción que tanto gusta de leer minusvaloran la importancia de la intuición a la hora de descartar sospechosos y ponerse a trabajar en otros aspectos, pero también resulta muy interesante su reflexión una vez está resuelto el crimen. Comienza entusiasmado y disfrutando de la posibilidad de resolver un asesinato y de poder conversar de tú a tú con los agentes encargados del caso, pero acaba renegando de las novelas de crímenes y misterio. La realidad muchas veces supera a la ficción, y Dodd acaba comprendiendo algo de sentido común que muchas veces se nos escapa a los fanáticos de este tipo de literatura: que los asesinatos sobre el papel están muy bien, pero que en la vida real son sucesos terribles que causan mucho sufrimiento.

En fin, huelga decir que la novela empieza bien, pero, a mi parecer, la inexperiencia del autor en el género del misterio le pasa factura a la novela. Por un lado, la investigación en sí misma tiene un "pero" bastante grande. Espero que no lo consideréis spoiler, pero es que resulta complicado explicarlo sin dar un ligero apunte. Digamos que nuestro policía no investiga las pistas para dar forma a una teoría que explique qué pasó la noche del asesinato y de este modo descubrir al asesino. No, lo que ocurre realmente es que pasan las horas, los días, no saca nada en claro y su jefe le mete prisa, le dice que como no elabore ya una teoría se van a presentar los de Scotland Yard y les van a quitar el caso... y lo que hace nuestro detective es así, sobre la marcha, en esa misma conversación, inventarse una teoría donde los hechos que tiene hasta ese momento encajan a la fuerza, y luego todos sus esfuerzos se enfocan en probar que esa teoría es factible desdeñando cualquier otra posibilidad, con lo que la investigación no solo está muy sesgada sino que difícilmente puede llegar a buen puerto. Aparte, no se entiende que comience la novela con dos personajes aficionados a leer novelas de misterio, hablar y debatir sobre ellas, y que luego descarte por completo a uno de esos personajes y use solo al otro (¿no hubiese sido lo normal, con ese planteamiento, que los dos amigos se dedicaran juntos a intentar resolver el crimen?).

Y por si fuera poco, al igual que me pasó con El asesinato de lady Gregor, también me ha fallado el final, aunque por motivos muy distintos. No puedo ser muy explícita porque estaría dando pistas sobre el resto de la novela, pero creo que al autor se le notan mucho las pocas tablas a la hora de dilucidar la resolución. Bude estaba tan enfocado en hacer "¡chas!" y sorprender al lector que se le olvidó que el objetivo de la novela debe ser precisamente que el lector pueda llegar por sí mismo a ese final. Lo dejaré así. 
 
¿Quiere decir todo esto que no recomiendo la lectura? No, ni mucho menos. Es entretenida, se lee bien y Bude se guarda bajo la manga alguna que otra sorpresa que le da vidilla a la trama. Pero sí es cierto que, junto con
Misterio en Londres, es el que menos me ha gustado de los cuatro publicados hasta ahora. También os digo que comparado con los cozy mysteries contemporáneos que se están publicando como churros últimamente, que dejan mucho que desear en su mayor parte, me quedo con un libro como Crimen en Cornualles sin lugar a dudas. Vamos, que tiene sus cosas, que si queréis buscarle pegas las vais a encontrar sin lugar a dudas porque están ahí (y para quien lleve ya mucha novela del género a las espaldas esas cosas cantan por soleares), pero para pasar el rato cumple sin problemas (si no os ponéis muy quisquillosos, repito).

Por cierto, y para terminar, como dato curioso de la introducción de Martin Edwards (asesor de la colección de Crime Classics de la British Library a la que pertenece este libro y actual presidente del Detection Club, como ya he comentado en alguna ocasión anterior), os comento que John Bude fue pionero en usar localizaciones inglesas reales a la hora de ambientar sus novelas de misterio. Las ambientaciones rurales que hoy damos por hecho en este tipo de literatura no eran habituales por aquel entonces, que o estaban restringidas a Londres o a localizaciones con nombres inventados (costumbre que se mantuvo hasta después de la Segunda Guerra Mundial9. Así que este Crimen en Cornualles, aunque nos parezca algo sorprendente, fue el primero de una serie de libros ambientados en distintos lugares reales de la geografía inglesa (pero no solo de su autor, sino de la literatura de género en su país).




John Bude (1901-1957) fue el pseudónimo usado por Ernest Carpenter Elmore, productor y director teatral inglés, en su faceta de escritor. Elmore publicó treinta novelas policíacas, con el inspector William Meredith como protagonista en la mayoría de ellas, Miembro fundador de The Crime Writer's Association, también publicó obras de fantasía humorística, además de un libro para niños. Crimen en Cornualles fue su debut en el género del suspense y misterio.

2 comentarios:

  1. Hola, lo voy a leer para vuestro reto pero en principio para otra premisa, que este año estoy bastante desorganizada y voy bailando las novelas según me parece, veremos cómo sale todo. A mí me apetece mucho, que Cornualles me encanta. Besos.

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  2. Bueno, ya sabes que coincidimos en la opinión sobre este título. Un poco fiasco por las razones que tú apuntas, aunque es verdad que empieza fenomenal, con el reverendo y el médico, al calor de la chimenea tras una buena cena, comentando los clásicos de misterio que han sacado de la biblioteca. Qué pena que eso no sea más que una anécdota. A mí también me gustó más "El asesinato de Lady Gregor" y hasta le perdono "la pega final" que comentamos las dos porque comparado con este otro título, es mucho más sorprendente y bien tramado. Besos.

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