Título original: The beekeeper's daughter
Autora: Santa Montefiore
Editorial: Titania
Traducción: Alejandro Palomas
Páginas: 384
Fecha de publicación original: 2014
Fecha esta edición: junio 2017
Fecha esta edición: junio 2017
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 19 euros Diseño de cubierta: Luis Tinoco
1973 La joven e impetuosa Trixie
Valentine está enamorada del cantante de una banda de éxito, Jasper
Duncliffe, que está de vacaciones en la isla de Tekanesset,
Massachussets. Ella está decidida a fugarse con él de gira por Estados
Unidos y vivir al máximo. Se niega a ser como su madre, una mujer
conformista y sin más ambición que cuidar de las abejas, con las que
parece tener una comunicación extraña. Pero los sueños de Trixie se ven
truncados cuando Jasper recibe una mala noticia y se ve obligado a
volver a Inglaterra.
1933 Grace Hamblin se ha criado en los increíbles parajes de Walbridge, Inglaterra, junto a su padre, el apicultor de una familia aristócrata. El contacto con la naturaleza y el mundo de las abejas, le hacían feliz. Hasta que su padre fallece inesperadamente y la deja sola y perdida. Ahora se debate entre aceptar el compromiso con Freddie Valentine, su amor y amigo de la infancia, o dejarse llevar por la pasión que siente por lord Melville, un amor que sabe que nunca podrá tener La decisión de Grace tendrá consecuencias, y cuarenta años después, madre e hija pueden verse afectadas por un pasado oculto Los secretos no contados serán desvelados y ambas mujeres descubrirán que hay historias de amor que se repiten con la misma intensidad a pesar de los años.
1933 Grace Hamblin se ha criado en los increíbles parajes de Walbridge, Inglaterra, junto a su padre, el apicultor de una familia aristócrata. El contacto con la naturaleza y el mundo de las abejas, le hacían feliz. Hasta que su padre fallece inesperadamente y la deja sola y perdida. Ahora se debate entre aceptar el compromiso con Freddie Valentine, su amor y amigo de la infancia, o dejarse llevar por la pasión que siente por lord Melville, un amor que sabe que nunca podrá tener La decisión de Grace tendrá consecuencias, y cuarenta años después, madre e hija pueden verse afectadas por un pasado oculto Los secretos no contados serán desvelados y ambas mujeres descubrirán que hay historias de amor que se repiten con la misma intensidad a pesar de los años.
Santa Montefiore es una maestra del romance épico. Nadie como ella es
capaz de crear historias tan apasionantes y bellas, como emotivas y
trágicas. Una familia sacudida por la tragedia, un amor que vive a
través del tiempo, una historia que permanecerá en tu corazón para
siempre. Santa Montefiore sorprende con una nueva e impresionante
novela de amor que se ha mantenido en las más altas posiciones de ventas
en Gran Bretaña durante mucho tiempo.
Grace Hamblin y Trixie Valentine son dos mujeres unidas por un único destino. Madre e hija respectivamente, comparten, además de su sangre, un código genético que en mayor o menor medida puede que sea el responsable de sus felicidades e infelicidades. De alguna manera, ambas se han visto abocadas en su vida a situaciones sin salida a causa de sus amores, ya sean estos posibles o imposibles.
En la alternancia de sus historias, Santa Montefiore nos narra todas las circunstancias, pesares, decisiones e indecisiones que al final marcarán los caminos de estos sufridos corazones. La autora nos ambienta sus historias en diferentes tiempos y en distintos lugares, con las circunstancias sociales características y propias de cada una.
Con Grace compartiremos su vida a partir de 1933, dedicándonos exclusivamente a sus amores, ya inmersos en 1939. Viviremos con ella los albores, el desarrollo y el final de la Segunda Guerra Mundial, descubriéndonos cómo se puede partir un corazón haciendo posible que palpite a dos ritmos diferentes, y que estos ritmos estén marcados a su vez por dos corazones diferentes.
Sin querer adelantar ni descubrir nada, ella misma nos cuenta que, durante ese periodo terrible de contienda, amó a dos personas diferentes en el significado más literal de la palabra, pudiendo vivir dos vidas paralelas, independientes y sin trasvases, donde le era imposible prescindir de una para dedicarse en exclusiva a la otra.
A pesar de todo, al final la energía tiende a concentrarse y las decisiones no dependían de ella, pues los tiempos en que le tocó vivir fueron los que fueron. Vivían en una sociedad estamentada y dividida en diferentes clases sociales, las cuales estaban destinadas a convivir juntas y a cooperar entre ellas para construir su sociedad... pero al mismo tiempo les era imposible mezclarse o relacionarse, porque si eso ocurría corrían el peligro de perder su esencia, aquello para lo que estaban encomendados. Todos, tanto los de arriba (aristócratas), como los de abajo (criados), entendían esos porqués, y estos eran los suficientemente poderosos como para respetarlos y vivir cada uno según su clase y sus circunstancias, llegando a conseguir incluso la felicidad.
Las guerras remueven o destruyen todos los cimientos y, durante este periodo, Grace consiguió disolver todos sus reparos para entregarse a un amor doblemente prohibido, censurado tanto por los de su clase social como por su marido, que no parecía estar por la labor de compartir. También es verdad que, después de una guerra, la gente debe tirar para adelante con lo que tiene y, de alguna manera, conformarse, rendirse o resignarse... y eso es lo que hizo Grace: tirar, tirar y tirar. Todos y cada uno de los días que vinieron después.
Trixie está hecha de la misma masa y, a priori, parece que las dos tienen un mismo destino. Pero si algo tuvieron de positivo los 70 (para bien y para no tan bien) fue la liberación de todos los sentimientos enquistados, creerse que todo era posible y no conformarse nunca. Trixie es pura energía, pero Jasper, su contrapunto en esta historia, es el que se conforma, se rinde y, por tanto, se resigna a lo que la sociedad se supone que tiene reservado para él: la pelota está en su tejado, y nuestro héroe necesitará muchos años para sacurdirse el polvo... y aún así, ya veremos si será lo bastante valiente para agarrar el verdadero amor y no soltarlo.
En La hija del apicultor, Santa Montefiore nos regala dos historias entrelazadas y vividas en distintos tiempos que se enredan en un laberinto de pasiones y sentimientos anquilosados, y que son resueltos más o menos felizmente dependiendo de las distintas épocas y arrojo de los diferentes protagonistas. Todo está unido y conducido a través de la pasión compartida que sienten nuestras protagonistas por un mundo, más fascinante si cabe, como es el de la apicultura. Nuestras queridas abejas nos enseñan que el trabajo duro y cooperativo produce y crea donde otros destruyen, intoxican y deterioran.
Solo queda agradecer a la editorial Titania el traernos un libro que, como la rica miel, se saborea desde la primera hasta la última página.
En la alternancia de sus historias, Santa Montefiore nos narra todas las circunstancias, pesares, decisiones e indecisiones que al final marcarán los caminos de estos sufridos corazones. La autora nos ambienta sus historias en diferentes tiempos y en distintos lugares, con las circunstancias sociales características y propias de cada una.
Con Grace compartiremos su vida a partir de 1933, dedicándonos exclusivamente a sus amores, ya inmersos en 1939. Viviremos con ella los albores, el desarrollo y el final de la Segunda Guerra Mundial, descubriéndonos cómo se puede partir un corazón haciendo posible que palpite a dos ritmos diferentes, y que estos ritmos estén marcados a su vez por dos corazones diferentes.
Sin querer adelantar ni descubrir nada, ella misma nos cuenta que, durante ese periodo terrible de contienda, amó a dos personas diferentes en el significado más literal de la palabra, pudiendo vivir dos vidas paralelas, independientes y sin trasvases, donde le era imposible prescindir de una para dedicarse en exclusiva a la otra.
A pesar de todo, al final la energía tiende a concentrarse y las decisiones no dependían de ella, pues los tiempos en que le tocó vivir fueron los que fueron. Vivían en una sociedad estamentada y dividida en diferentes clases sociales, las cuales estaban destinadas a convivir juntas y a cooperar entre ellas para construir su sociedad... pero al mismo tiempo les era imposible mezclarse o relacionarse, porque si eso ocurría corrían el peligro de perder su esencia, aquello para lo que estaban encomendados. Todos, tanto los de arriba (aristócratas), como los de abajo (criados), entendían esos porqués, y estos eran los suficientemente poderosos como para respetarlos y vivir cada uno según su clase y sus circunstancias, llegando a conseguir incluso la felicidad.
Las guerras remueven o destruyen todos los cimientos y, durante este periodo, Grace consiguió disolver todos sus reparos para entregarse a un amor doblemente prohibido, censurado tanto por los de su clase social como por su marido, que no parecía estar por la labor de compartir. También es verdad que, después de una guerra, la gente debe tirar para adelante con lo que tiene y, de alguna manera, conformarse, rendirse o resignarse... y eso es lo que hizo Grace: tirar, tirar y tirar. Todos y cada uno de los días que vinieron después.
Trixie está hecha de la misma masa y, a priori, parece que las dos tienen un mismo destino. Pero si algo tuvieron de positivo los 70 (para bien y para no tan bien) fue la liberación de todos los sentimientos enquistados, creerse que todo era posible y no conformarse nunca. Trixie es pura energía, pero Jasper, su contrapunto en esta historia, es el que se conforma, se rinde y, por tanto, se resigna a lo que la sociedad se supone que tiene reservado para él: la pelota está en su tejado, y nuestro héroe necesitará muchos años para sacurdirse el polvo... y aún así, ya veremos si será lo bastante valiente para agarrar el verdadero amor y no soltarlo.
En La hija del apicultor, Santa Montefiore nos regala dos historias entrelazadas y vividas en distintos tiempos que se enredan en un laberinto de pasiones y sentimientos anquilosados, y que son resueltos más o menos felizmente dependiendo de las distintas épocas y arrojo de los diferentes protagonistas. Todo está unido y conducido a través de la pasión compartida que sienten nuestras protagonistas por un mundo, más fascinante si cabe, como es el de la apicultura. Nuestras queridas abejas nos enseñan que el trabajo duro y cooperativo produce y crea donde otros destruyen, intoxican y deterioran.
Solo queda agradecer a la editorial Titania el traernos un libro que, como la rica miel, se saborea desde la primera hasta la última página.
Santa Montefiore nació en Inglaterra en 1970 y creció en una granja en
Hampshire. Ha escrito varias novelas que han sido traducidas a más de
veinticinco idiomas y se venden en todo el mundo, entre ellas las
exitosas A la sombra del ombú y La golondrina y el colibrí, publicadas
por Umbriel.
Vive en Londres con su marido, el historiador Simon Sebag-Montefiore, y sus dos hijos.
Vive en Londres con su marido, el historiador Simon Sebag-Montefiore, y sus dos hijos.
Lo cuentas tan bien, que a pesar de no ser un género que suela leer mucho, me entran ganas de hacerlo.
ResponderEliminarBesos
A mí en esta ocasión, a pesar de la excelente reseña, no me atrae lo suficiente como para llevármela.
ResponderEliminarBesos
Tiene muy buena pinta. No me importaria leerlo .
ResponderEliminarHola guapa, me pica la historia del apicultor, pero ahora mismo estoy saturada de historias de la II Guerra Mundial (que ya sé que no va del todo de ella) ;), y además si es de amor-amor tampoco voy muy animada. Lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn besazo
Para alivio mío, del de familia y de mi economía, os digo con gran alegría que esta vez no me lo llevo (esto lo digo poco, y no es nada personal contra la novela, pero es un género que no me va demasiado en general y, en este caso en particular, se me antoja muy dulce para mi gusto).
ResponderEliminarBesos gordos.
Pues no es un género que me guste aunque desde e luego,tu reseña lo ha hecho más atractivo de lo que me hubiera parecido en un principio.
ResponderEliminarBesos
De esta autora leí varios libros. Me gustan mucho los ambientes que crea pero caray, es que la historia es siempre la misma. Y según iba leyendo la reseña y conociendo a la autora es como que la doy por leída, pero no porque hayas contado demasiado sino porque es que da para lo que da. Merece la pena leer algunas de sus novelas porque son muy bonitas pero vista unas pocas, vistas todas.
ResponderEliminarBesos
A mí el género me encanta a pesar de que lo leo poco, y este título ya lo tenía fichado de reseñas anteriores. Me encantan las historias que combinan dos épocas, así que con tu reseña se me hace aún más apetitoso si cabe ;)
ResponderEliminarBesitos
Por una parte, me atrae la historia desde el punto de vista histórico pero, por otro, quizás tanto romance épico y laberinto de pasiones me resulte empalagoso. En cualquier caso, gracias por la recomendación. Saludos.
ResponderEliminarContra todo pronóstico, me ha gustado 😁 soy una facilona, está pasión va a ser mi ruina...
ResponderEliminarBesitos carinyet 💋💋💋
Pues no es un género que suela leer, pero me lo cuentas tan bien que me has picado la curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me encanta el género y le tengo el ojo echado desde que salió.
ResponderEliminarUn beso ^^
¡Cómo me gusta esa época! Y eso del romance épico..., no sé si habré leído algo del género jajaja pero me llama la atención. Apuntada
ResponderEliminarBesos
Me pasa como a MaraJss, yo tampoco me lo llevo, y también me voy aliviada, como no. Besinos.
ResponderEliminarHola! Este libro fue una de nuestras compras en junio, en la feria del libro y desde entonces está esperando en la estantería. Gracias por recordarnos que no debemos dejarlo pasar más. Nos alegra ver que te ha gustado tanto.
ResponderEliminarUn beso
Ñiiii, me ha gustado mogollón lo que habéis contado, pero... no sé si me acabaría de encajar, creo que no. No me animo.
ResponderEliminarBesos.
El género no me suela entusiasmar, pero lo pintáis tan bien... ya veremos.
ResponderEliminarUn besito ;)
NO me importaría leerlo si se me pusiera a tiro.
ResponderEliminarBs.
No quedo convencida, la verdad, este tipo de historias familiares me aburren, para disfrutar de una buena lectura necesito mucha acción y emoción, y aunque este libro parece entretenido, no es lo que busco.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.