lunes, 17 de diciembre de 2018

RESEÑA (by MH) ::: QUÉ VERDE ERA MI VALLE - Richard Llewellyn





Título original: How green was my valley  
Autor: Richard Llewellyn
Editorial: Edhasa
Traducción: Pedro Ibarzabal 
Páginas: 672
Fecha publicación original: 1939
Fecha esta edición: 2002
Encuadernación: bolsillo
Precio: descatalogado
Diseño de cubierta: Iborra




Qué verde era mi valle concentra la atención del lector en la historia familiar y personal de Huw Morgan , y a través de sus ojos traza una panorámica de las condiciones sociales y laborales de la minería en un valle del sur de Gales. La perfecta exposición del paisaje tanto físico como humano de una zona empobrecida y sometida a los intereses cambiantes de la gran ciudad es uno de los valores más perdurables de esta novela, que ha sido también interpretada como un canto a la lucha por la supervivencia de los signos de identidad de las pequeñas comunidades nacionales.
Este 2018 ha sido un año muy bueno de lecturas tanto en cantidad como en calidad. Unos cien libros leídos, dado el escaso tiempo que tengo para leer (muy escaso, aunque no lo parezca visto el número final de lecturas), son muchos libros. Y muchos muy buenos. Pero he tenido que llegar casi a finales de año para leer EL libro, el que conforme lo estaba leyendo me hizo estar segura de que tenía entre manos mi mejor lectura del año, el que conforme lo estaba leyendo me hacía pensar que no iba a poder ni a saber reseñarlo... el que conforme lo estaba leyendo me hacía pensar lo maravillosa y emocionantes que pueden llegar a ser la literatura y una buena historia.

La historia está narrada en primera persona por Huw Morgan, un galés que ronda los 65 años. Está solo, todos sus familiares y amigos han dejado el Valle o han muerto, la escoria de las minas ha reducido el Valle a una negrura que oculta el verdor que antes lo impregnaba todo... y decide marcharse, dejar atrás su tierra amada. Antes de hacerlo, nos cuenta su historia y la de su familia, trasladándose en el tiempo casi 60 años atrás a su pequeño pueblecito en la cuenca minera de Gales durante la segunda mitad del siglo XIX (nunca se dice la fecha exacta, pero por numerosas alusiones sabemos que transcurre en la época victoriana y en plena Revolución Industrial). Así, a través de los ojos de Huw, conocemos la historia de los Morgan, familia de mineros muy respetada en el Valle que vive un periodo de la historia lleno de cambios, una época tumultuosa en la que todo lo que daban por hecho, todo lo que conocían, se puso en tela de juicio cambiando el orden establecido hasta entonces.

De la mano de este Huw de 6 años, Llewellyn nos sienta en un rinconcito de la casa de esta muy numerosa familia  y nos da asiento de primera fila para vivir entre ellos durante muchos, muchos años, tantos como abarca la historia. Y esa cercanía la consigue narrándolo todo de una manera que resulta tan real, tan auténtica y natural, que realmente te ves tomando asiento junto a ellos y siendo partícipe de sus gestos de cariño, de sus discusiones, de la camaradería entre hermanos, de la complicidad y amor entre el matrimonio, de las charlas triviales, de las conversaciones trascendentales... de cómo los hijos se enfrentan a los padres y los padres intentan hacer comprender a los hijos, y cómo todos siguen unidos a pesar de todo y salvando distancias porque todos, padres e hijos, saben que forman parte de generaciones distintas y cada cual cumple el papel que les ha tocado en suerte. La familia está por encima de todo eso. La familia es mucho más que eso. Y la familia no se toca.

Tal y como comento arriba, estamos en pleno siglo XIX en una cuenca donde casi todo el pueblo vivía del trabajo en las minas y todo gira alrededor de ellas, pero en este libro se habla de muchas cosas, algunas asociadas a la época en que está ambientada y otras mucho más universales: la explotación en las minas (mucho trabajo por poco dinero), la llegada de mano de obra de otros lugares dispuesta a hacer el mismo trabajo por menos dinero, los nacientes sindicatos y las primeras huelgas, los encuentros clandestinos de los trabajadores intentando fortalecerse para presionar a los empresarios, los enfrentamientos generacionales en el seno de las familias (los jóvenes que quieren pelear por un sueldo digno y los mayores que quieren lo mismo pero consideran inadecuado y perjudicial el modo en que quieren hacerlo), los hijos que se ven obligados a emigrar para ganarse la vida, la escoria y la polución que la Revolución Industrial esparció sobre las verdes campiñas británicas pintando de negro la vida y el verdor que refulgían en ellas, los rumores y maledicencias en comunidades pequeñas que acababan con la reputación y la vida de muchas personas, la religión como nexo de unión entre todas las gentes de esa comunidad, la diferente educación que recibían niños y niñas y las diferentes cosas que se esperaban de ellos al llegar a su vida adulta... Os podría enumerar cien cosas más, porque la vida de un pueblo y una familia vista a través de los ojos de un niño conforme se va haciendo adulto a lo largo de más de 650 páginas da para mucho, mucho más que lo que yo os cuento aquí.

Varios de los personajes que pululan por estas páginas se han quedado conmigo para siempre, pero de entre todos ellos destacan dos sobre los demás. Beth Morgan, la matriarca de esta familia, es de esos personajes de llevártelos a casa. Simplemente maravillosa. La admiras en toda su humanidad, en toda su fortaleza e inteligencia, y sufres con ella cuando la ves sufrir por sus hijos, por su marido, o por tener que agachar la cabeza ante las restricciones sobre todo educativas que tenían las mujeres en aquella época y que hacían que se le saltasen las lágrimas (tenían que ser ingenieras matemáticas para llevar la economía del hogar pero se reían de ellas si querían aprender aritmética... eso ya era otro nivel, cosa de hombres). Es la mamá gallina que cuida de todos y que todo lo sabe, el núcleo que lo cohesiona todo con su fuerza y su estabilidad. Beth Morgan es sagrada para cada miembro de esta familia, y acaba siéndolo también para el lector.

El otro personaje inolvidable es su protagonista, Huw, porque sin él este libro no tendría sentido. Sus ojos en esta historia, su forma de ver la vida y transmitirsela al lector lo son todo, nuestra puerta al Valle y sus gentes. Huw es un crío honesto, visceral ante las injusticias, apasionado por su familia y por el Valle que le ha visto crecer y que lleva tatuado en las entrañas, enamorado en silencio y desde que tiene conciencia de su cuñada, observador agudo y nato de todo lo que le rodea y narrador prodigioso de todo eso que observa... Huw se queda contigo al cerrar el libro de una manera que no imaginas cuando comienza la historia

Aun así me siento hasta culpable al nombrarles solo a ellos dos, porque Gwilym Morgan, el cabeza de familia, también es un personaje memorable, un hombre de su tiempo que tiene muchos defectos y no siempre tiene la razón, pero que es un hombre justo y honrado enamorado hasta las trancas de su mujer y que lucha por ponerse en el lugar de sus hijos, aunque no comparta su forma de hacer las cosas; también destaca el padre Gruffydd, muy alejado de perfecciones clericales y con todas las contradicciones y defectos inherentes al ser humano, sea perteneciente a la iglesia o no. Bron, Davy, Ianto, Owen, Angharad, Ivor, Gwilym hijo... todos los personajes tienen su subtrama, todos son importantes, todos le piden al lector un hueco en sus pensamientos cuando cierra el libro.

La frase que da título a la novela aparece, palabra arriba palabra abajo, al menos dos veces durante la narración, las dos veces en reflexiones del protagonista, Huw. Y realmente le pone nombre a la historia, la resume tan bien que hasta que no se ha leído el libro no se comprende en su totalidad ni se percibe su magnitud ni profundidad. Probablemente sea de los títulos mejor escogidos que me he encontrado en una novela. Sé que el autor escribió varias secuelas con Huw emigrando a Argentina y demás, pero no me atrevo a leerlas. No quiero saber nada de ellas. Quiero conservar esta lectura intacta en mi cabeza.

Os quiero confesar el problema que tengo con la reseña de este libro. Me emocionó mucho en algunas escenas, me hizo reír mucho en otras, me hizo llorar incluso al final del libro; y cuando me emocionaba ni siquiera era por cosas tristes (que las hay y además unas cuantas), sino por escenas que de tan bonitas, tan tiernas, tan cautivadoras, me trapasaban la piel y me conmovían, me enternecían... transmitían tanto amor ya fuese por la familia, por la naturaleza, por la vida en sí y por sus costumbres y raíces, que se me ponían los pelos de punta, me daban escalofríos y se me hacía un nudo en la garganta (sí, tan cursi como eso)... me ha llegado muy dentro, pero estoy en un momento personal ahora mismo que no me hace estar especialmente elocuente ni ocurrente para transmitir todo eso en palabras, más bien al contrario, y mirad que lo siento, porque el libro se merece mucho más que esta pobretona opinión.

Así que tendrá que bastar esto: Qué verde era mi valle no solo es mi mejor lectura de 2018, sino que se ha convertido en uno de mis libros favoritos de todos los tiempos. Y creedme, yo no dejo entrar cualquier libro en esa categoría por mucho que me haya gustado; para entrar ahí me tiene que remover mucho por dentro. Recomendaré esta lectura hasta que me muera, aun sabiendo que probablemente mi conexión con el libro sea solo eso, mi conexión personal. Es un libro maravilloso objetivamente hablando, pero creo que yo lo he pillado en un momento de mi vida, por la causa que sea, que lo ha hecho todavía más especial. Hay lecturas que para algunas personas solo son lecturas y que sin embargo para algunos lectores pasan a formar parte de ellos mismos y ya no le abandonan nunca... pues Qué verde era mi valle se queda conmigo para siempre, bien resguardado en mi corazón lector.

Richard Llewellyn, seudónimo de Vivian Lloyd​ (Hendon,​ Londres, Inglaterra; 8 de diciembre de 1906-Dublín, Irlanda; 30 de noviembre de 1983), fue un novelista y guionista británico.

​Nació de padres galeses en Hendon, al norte de Londres, en 1906. Solo después de su muerte se descubrió que, aunque era de sangre galesa, su afirmación de haber nacido en St. David's, Pembrokeshire, Gales Occidental, era falsa.​ Se casó dos veces: su primera esposa fue Nona Sonstenby, desde 1952 hasta 1968, y su segunda mujer fue Susan Heimann, con quien se casó en 1974.

Llevó una vida de constantes viajes. Antes de la Segunda Guerra Mundial pasó un tiempo trabajando en hoteles, escribió una obra de teatro, trabajó como minero en una mina de carbón y produjo su novela más famosa. Durante la Segunda Guerra Mundial, ascendió al grado de capitán de la Guardia Galesa.​ Después de la guerra, se empleó como periodista, informando acerca de los Juicios de Núremberg y luego como guionista de la MGM.​ En sus últimos años de vida, vivió en Eilat (Israel). Murió en la capital irlandesa a los 76 años de edad.

Un elemento recurrente en sus novelas son los protagonistas que asumen nuevas identidades, a menudo porque son trasplantados en culturas que les son extrañas. La más famosa de sus novelas es How Green Was My Valley, que fue llevada al cine por John Ford en Hollywood en 1941. Basada en conversaciones que Llewellyn sostuvo con mineros de Gilfach Goch,​ la novela retrata la vida de las comunidades dedicadas a la minería del carbón en los valles de Gales del Sur.

Posteriormente, Llewellyn escribió tres secuelas de la novela: Up, into the Singing Mountain (1960), And I Shall Sleep... Down Where the Moon Is Small (1966), y Green, Green My Valley Now (1975).2​ Otra de sus novelas, None but the Lonely Heart (1943), fue llevada al cine por Clifford Odets en 1944, cuando fue protagonizada por Cary Grant y Ethel Barrymore, quien ganó el Óscar a la mejor actriz de reparto.

20 comentarios:

  1. Esta es una de esas lecturas que creo que leí demasiado joven y por lo tanto no supe apreciar en su justa medida. Tras leerte apetece relectura, pero no me engaño, será difícil que la haga teniendo tanto y tanto por leer.
    Besos.

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  2. Pues tal como lo cuentas, voy a tener que leerlo.
    Besos

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  3. La verdad es que tiene una pinta estupenda. Se me hace un poco extensa, pero si merece la pena... Besos.

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  4. Preciosa la reseña, yo la leí hace muchísimos años y vi la adaptación al cine de John Ford, me suena alguna serie de la BBC, pero no puedo asegurarlo, me la apunto para relectura. Besinos.

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  5. Lo que le gustaba a mí madre esta peli, cada vez que la ponian en la tele o en el cine de Sesión Continua allá que íbamos 😋 le regaló mi padre una vez un lote en VHS con 25 de sus películas favoritas, entre ellas esta y no las ponía por si se le rompían 🤣🤣🤣
    El libro no lo he leído, pero todo se andará.

    Besitos cielo 💋💋💋

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  6. Madre mía, ¿y quién lo no lee ahora? Queda anotada!
    Besitos

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  7. Como entiendo tus sensaciones...me pasó lo mismo con "Norte y sur" y me da la sensación de que he hecho una reseña mediocre para todo lo que me provocó.
    Yo este título me lo llevo, casi me da un parraque cuando he visto lo que valía en Amazon...pero lo encontraré de segunda mano jajaja Tiene pintaza, y tu reseña (preciosa, por cierto...aunque no lo creas) me ha dejado con muchísimas ganas.

    Besitos

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  8. La verdad es que me la apunto porque me dejas con las ganas

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  9. Bueno...
    Por partes..

    A ver...
    No te preocupes por si transmites bien o mal, que ya te confirmo yo (y creo que hablo por todos los que te leemos), que nos llega todo lo que quieres decirnos...
    Mira...la piel de gallina tengo...

    Otra cosa...los que aquí ahora estamos deseando leer este pedazo libro, ¿como lo hacenos si está descatalogado? (Y en la biblioteca no está, que lo acabo de mirar). Tendríais que ser mas benevolentes aquí con vuestros seguidores...jejeje!!! :) Que nos dejáis con la miel en los labios y después, ¿qué?

    Me encanta leer reseñas tan apasionadas... Y sí, creo que todos tenemos este tipo de novelas que se nos meten muy dentro por "x" motivos, muchas veces de índole personal... De eso se trata al fin y al cabo, verdad... En este caso se podría decir que el autor ha conseguido su objetivo... Ojalá pudiera leer tu reseña!!

    Un saludote!!

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  10. Hola guapísima, para tu tranquilidad sí que has conseguido trasmitir todo lo que te ha emocionado y hecho sentir esta lectura, ahora por mi parte, tengo que reconocer que no me ha llamado la atención. Últimamente me apetecen lecturas más ligeras, pero seguro que si en alguna ocasión me lo planteo me acordaré de tu reseña.
    Un besazo

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  11. Esta novela me llama desde hace tiempo, la conseguí de segunda mano y creo que del año que viene no pasa. Besos!!!

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  12. Me queda claro, clarísimo, que tengo que leer este libro sí o sí. Tremenda reseña!
    Besotes!!!

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  13. Magnífica reseña. Tal y como comentas tus impresiones se nota que la has disfrutado muchísimo, y no me extraña la valoración final que le das. No me acuerdo si lo leí, pero sí que vi la película dirigida por Jonh Ford. No descarto su lectura. Besos.

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  14. Demasiado para mí. Sí que has sabido transmitir tu entusiasmo y veo un libro de esos épicos como Ana Karenina aunque vaya con otro tema. Lo malo es que todo el tema obreros, industria y mina se me hace bola y no me llama mucho. Sé que me entiendes. Pero es que todo lo demás es para apuntar, en especial ese personaje maravilloso. Es que es de los de poner en la lista que "¿no te da vergüenza no haberlo leído?" junto a Steinbeck y unos cuantos más.
    Besos
    PD. Si algún día escribo algo ¿me harás una reseña de pobretona opinión como esta? Ya te vale!!

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  15. No lo conocía y wow, se nota que ha sido LA LECTURA. Yo he tenido muchos altibajos pero llevo más de 90 libros leídos, y la pena es que tengo un montón empezados que no voy a terminar antes de acabar el año. Lo que sí me pesa es que no ha sido un magnífico año de lecturas, sino al contrario.
    Besos.

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  16. Pues con reseñas así pocas opciones me has dejado. El problema que le veo es que no está por ningún sitio pero hablaré con la bibliotecaria que la pobre siempre me acaba encontrando la manera y eso que se lo pongo difícil. No es el género que suelo leer, de hecho a veces me cansa mucho, pero le daré la oportunidad porque ya se sabe que falláis poco en vuestras recomendaciones.
    Gracias por la reseña. Besotes!

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  17. Pues me dejas de piedra por dos cosas. Por un lado, por tus cien libros. ¡¡¡Felicidades!! Y segundo porque este sea tu lectura del año. Así a priori, a mí no me llamaba nada y si no me lo cuentas no hubiera cambiado de opinión. Desde luego, tomo buena nota. Besos

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  18. Por fin me paso a leer tu reseña. Ya sabes que no quería venir hasta que no tuviese publicada la mía, para no sugestionarme ;-) Y es una reseña maravillosa, aún más meritoria porque era muy difícil de escribir. Porque cuando un libro nos conmueve y nos emociona como este, cuando convivimos durante días con personajes de esta talla, resulta complicadísimo hablar después de todo y no dejarse nada en el tintero. Yo las llamo "reseñas iceberg", porque son lecturas tan enormes y profundas, nos han conmovido tanto, que apenas podemos mostrar un 10% de todo lo que nos han gustado.
    Gracias por animarme a leer "Qué verde era mi valle", porque reconozco que sin tu recomendación es un clásico que me había pasado siempre bastante desapercibido. Lo he disfrutado muchísmo, como tú, y también he llorado de pura emoción. Me gusta tu reseña porque es apasionada y porque reflejas muy bien la realidad de la familia Morgan y su vida en esa coyuntura social y económica de la Inglaterra de esa época. Y has tenido el acierto de poner énfasis de unos personajes que, para mí, son de lo mejor que he visto nunca en la literatura. Papá y mamá son irrepetibles, me emociona hablar de ellos, y la voz narradora de Huw, el Huw de la infancia, es un personaje tan matizado, complejo y humano que constituye el alma de la misma novela.
    No me extraña que sea El Libro de 2018, creo que también se cumple para mí. Estoy segura de que volveré a leerlo algún día. Ah, y creo que al final hemos contagiado a Marisa Muñoz y se lo está leyendo ;-))) Besos.

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  19. Vaya, me alegro de que haya sido una lectura tan maravillosa para ti. Gracias por contarnos tu opinión, aunque siento decir que en esta ocasión, ni me tientas pues el libro no es para nada de mi estilo...

    Un saludo,
    Laura.

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