lunes, 15 de julio de 2019

RESEÑA (by MH) ::: POR EL BIEN DE LA HUMANIDAD - Rudyard Kipling




Título original: Cause of humanity and other stories
Autor: Rudyard Kipling
Editorial: Reino de Cordelia 
Traducción: Victoria León
Prólogo: Victoria León
Páginas: 655
Fecha publicación original: 1880's
Fecha esta edición: abril 2019
Encuadernación: rústica con sobrecubierta
Precio: 29,95 euros 
Imagen de cubierta: Edwin Lord Weeks (1849-1903)

 
Ochenta y seis cuentos inéditos de la primera época de la juventud de Kipling, entre los que hay cuatro inconclusos y un puñado atribuidos a él sin que se haya podido confirmar plenamente su autoría. Traducidos al español por primera vez en esta edición, sorprende en ellos la gran calidad literaria del futuro Premio Nobel, considerado uno de los más grandes escritores de cuentos de todos los tiempos.
Tener este libro entre las manos y poder disfrutar de él es un auténtico lujazo porque su contenido, tal y como explica Victoria León en su prólogo (también es la traductora de la obra y, una vez leída, solo queda felicitarla porque es un trabajo de titanes), permaneció fuera de los índices bibliográficos autorizados del autor hasta el año pasado, cuando la editorial Cambridge University Press reunió y publicó su contenido en un solo volumen (por cierto, ¿sabíais que esta editorial británica existe desde el siglo XVI y es la más antigua del mundo? Curiosidades literarias xD).

Quizás para entender un poco el contenido de esta edición habría que hacer una breve mención al contexto en que fueron escritos y publicados los relatos que incluye. Rudyard Kipling era hijo de un oficial del ejército británico y como tal nació en 1865 en la India, perteneciente en aquella época al pomposo y deslumbrante Imperio Británico. Aunque a los seis años fue enviado a Inglaterra para su educación y formación, con 16 años (en 1882) volvió a Bombay como corresponsal de la Civil and Military Gazette, periódico en el que estuvo hasta que a principios de 1888 pasó a formar parte de la plantilla del Pioneer, periódico más grande e importante en el que trabajó como corresponsal solamente un año, momento en que fue destituido y decidió volver a Londres para perseguir de manera profesional su carrera literaria. Bien, pues a esa etapa entre 1882 y finales de 1888 y a su trabajo para esos dos periódicos, pertenece en su mayor parte el conjunto de relatos reunidos aquí, salvo unos pocos que se extienden hasta principios del siglo XX.

Antes de continuar, de lo que os acabo de contar hay que quedarse con un dato no solo importante, sino sorprendente a tenor de la calidad, diversidad y complejidad de buena parte de los relatos que se pueden leer en Por el bien de la humanidad, y es que Kipling tenía entre 16 y 24 años cuando los escribió. Era apenas un adolescente entrando en la edad adulta cuando puso sus pies en la India por segunda vez y se la recorrió de arriba a abajo mientras escribía estas breves aunque agudas crónicas de cómo transcurría allí la vida para los británicos. Repito, sorprendente, porque destilan una madurez y un conocimiento de la vida, la sociedad y su entorno que personas con muchos años más no serían capaces de diseccionar y transmitir de esa manera, ni aun teniendo talento para la literatura.

Por el bien de la humanidad es una antología que recoge nada más y nada menos que 86 relatos (algunos de ellos, muy pocos, inéditos o inconclusos). Son tantos que incluyen géneros literarios y estilos narrativos de todo tipo. Relatos costumbristas, sátiras políticas, parodias, narraciones que se adentran en la fantasía o en lo metafórico, historias navideñas, anécdotas puntuales, crónicas de aventuras, dramas, humor... A veces repite personajes o retoma en un relato lo que contó en otro anterior; indaga en varias ocasiones y en un tono onírico en los delirios que provocan la enfermedad y la fiebre; unas veces narra en primera persona, otras en tercera, a veces a modo de diario, otras en forma de carta, incluso se adentra en el estilo teatral y compone o asemeja el guión de una escena concreta sobre las tablas donde los diálogos entre los personajes fluyen de manera endemoniada. Noches de club entre caballeros, rivalidades políticas, elogios de la profesión periodística, fanfarronadas del ejército, la nostalgia de los británicos residentes en la India (ya fuese de manera voluntaria u obligada), el anhelo de volver a pisar algún día su tierra natal, homenajes a Dickens y a Lewis Carroll (junto a su Alicia), mitos griegos, la relación de los británicos con la población india, la propia visión que tenían los ingleses sobre los indios y sus aportaciones al Imperio ya fuese social o culturalmente, el evidente desprecio que en provincias como Shimla, Lahore o Bengala se sentía hacia Bombay...

Como veis, la temática de los relatos es casi tan variada como su número. La narración está plagada de palabras locales hindúes que en unos casos se nos traducen a pie de página y en otros hay que intuir tirando de contexto. El título del libro proviene de uno de los relatos inéditos que jamás fue publicado y que curiosamente ha sido uno de mis favoritos; fue escrito en 1914 y se aleja por completo de la temática angloindia componiendo una historia de aventuras llena de retranca, energía e ironía que no vio la luz precisamente por la temática que aborda (que no puedo contar), el tono en que lo hace y el estallido de la Primera Guerra Mundial. Resalto otro detalle que va muy asociado al contexto y el público al que iban dirigidos estos relatos: apenas aparecen figuras femeninas en ellos. Creo que me sobrarían dedos de una mano si quisiera contarlas.

¿Por qué decidió en aparincia el propio Kipling hacer estos relatos a un lado y no incluirlos en su bibliografía autorizada? Precisamente porque son excesivamente localistas tanto en lo que respecta a los  años en que fueron escritos como sobre las personas de las que se habla en ellos como de hechos y circunstancias políticas y sociales que para quienes los leían en aquella época eran el pan de cada día y con lo que lidiaban cada mañana al levantarse, pero que una vez transcurrido un tiempo perdían su interés. De hecho, como lectora que se ha adentrado en ellos 130 años después de su publicación, a ratos me sentía un tanto perdida en la comprensión y contextualización de lo que estaba leyendo. Imaginaos que Kipling viviese en la España de la actualidad y escribiese relatos concretos de la situación política que estamos viviendo ahora, y nombrase a este o aquel que pinta algo (poco o mucho) en esa situación y se refiriese a una anécdota puntual que hemos leído en el periódico del día pero que incluso nosotros olvidaremos en una semana... y ahora imaginaos a alguien leyendo esos relatos en 2150. Pues por muy importantes que se crean los políticos españoles y por muchas cosas supertrascendentales que crean que hacen por España (...), dentro de 150 años ni el tato va a saber ni le va a interesar quiénes son ni lo que hicieron en julio de 2019, porque históricamente serán una gota de agua en el océano. Pues eso es lo que leemos en Por el bien de la humanidad pero ambientado en la India británica de los años 80 del siglo XIX. Y si al mismo Kipling le parecía que esos relatos habían perdido el interés pasados unos años, imaginaos al lector del siglo XXI que ni siquiera sabe en muchos casos de qué o quienes está hablando.

¿Debe eso echaros para atrás? En absoluto, porque precisamente estos relatos son un testimonio fascinante de primera mano tanto de la política y la sociedad angloindia de la época como de los intereses, filias y fobias del propio Kipling. La visión que da del imperio, ya privilegiada de por sí gracias a su situación y su profesión, se beneficia precisamente de su genio y su talento a la hora de crear historias que parten muchas veces de situaciones sencillas, hechos habituales que bordean el dramatismo o de anécdotas simpáticas. Yo diría que incluso dan buena muestra de cómo se gestó el gran escritor en que luego se convertiría, porque entre esos relatos hay auténticas joyas, genialidades que te dejan con la boca abierta. Sí, hay otros que se hacen un poco más cuesta arriba por la falta de conexión contextual con lo que te están contando, pero son los menos y en una antología de relatos es muy difícil disfrutar de todos por igual. A mí se me escapaba la sonrisa leyendo muchos de esos relatos, y reconocía el estilo de un autor que en obras posteriores me ha fascinado.

¿Recomiendo Por el bien de la humanidad? Sin lugar a dudas, pero no es un libro para todo el mundo. Y sí, sé que esto es un cliché con patas: ningún libro es para todo el mundo, ninguno, y este no iba a ser una excepción, pero quiero puntualizar varias cosas a tener en cuenta antes de abordarlo. Al hecho de que tienen que interesar la época y el contexto político y social en los que fueron escritos estos relatos porque son su razón primordial e indisoluble de existencia en muchos de ellos, se suma que, precisamente, son casi noventa los relatos que contiene y se debe disfrutar mucho del género. Tampoco creo que sea la mejor obra con la que conocer a Kipling para aquellos lectores que nunca hayan leído nada suyo; para mí esta compilación es un regalo para quienes ya nos apasionaba el autor con anterioridad y conocemos en mayor o menor medida su obra, porque así nos acercamos a su obra juvenil (aunque de juvenil en la forma no tiene nada y su calidad es incuestionable).

Para mí es un milagro tener esta edición en castellano y la guardaré como oro en paño. De vez en cuando abriré el libro por una de sus páginas y leeré el relato correspondiente, porque una de las sensaciones con las que me he quedado al terminarlo y cerrarlo es que es de esos libros que se saborean mejor a trozos, a retazos, más que si se lee del tirón un relato detrás de otro. Invita al lector a adentrarse en él como quien busca un escape en cualquier momento del día y que, tras leer una de sus historias, lo cierra y fabula con el azar y la historia en la que lo sumergirá en la siguiente aventura. Ya he disfrutado del todo; ahora me queda degustarlo por raciones.





Rudyard Kipling (Bombay, 1865 – Londres, 1936) Escribió relatos, ensayos, novelas y poesía, aunque la mayor parte de su producción son cuentos, género en el que es un absoluto maestro. Iniciado en la masonería a los veinte años, en la logia «Esperanza y Perseverancia Nº 782» de Lahore, Punjab, India, su literatura abarca todos los territorios y géneros, pero sobre todos en sus primeros años arroja luz sobre la colonización inglesa de la India. Rechazó el Premio Nacional de Poesía y en tres ocasiones la Orden de Mérito del Reino Unido, que conlleva el título de Sir, lo que contradice su supuesto imperialismo colonial. Aceptó, sin embargo, el Premio Nobel en 1907. 

Entre sus obras aparecen libros de relatos como El hándicap de la vida (1891), El libro de la selva (1894), Stalky & Co. (1899), Puck de la colina de Pook (1906), La casa de los deseos (1926) y las novelas La luz que se apaga (1891), Capitanes intrépidos (1896) y Kim (1901). Su autobiografía, Algo de mí mismo (1937) se publicó póstumamente.

10 comentarios:

  1. No he leído nada del autor, pero lo pintas tan bien que voy a tener que darle una oportunidad a estos cuentos.
    Besos

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  2. Hola guapísima, la verdad es que hace un relato, que no reseña, apasionado y dan ganas de salir corriendo a por él. Peeeero luego se impone la cordura, y entre tanto libro pendiente, pues la verdad es que este (que encima es de relatos) y cotextualizado en una época en concreto pues no creo que lo vaya a disfrutar mucho. Lo dejo pasar.
    Un besazo

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  3. De Kipling leí Capitanes intrépidos, novela que me gustó mucho. Por lo que nos cuentas en tu reseña, seguro que esta
    mos ante una buena crónica de la época. Y si disfrutaste con su lectura es para tenerlo en cuenta, ya lo creo. Besos.

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  4. Es que yo no he leído nada del autor así que como es libro para fans me lo dejo para si entro en el club. Es que ni siquiera el Libro de la selva me llama especialmente. No sé, seguro que algún relato me gustaría pero son muchísimos como para andar buscando.
    A ver si me animo un día.
    Besos

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  5. ¡Me encanta, me encanta, me encanta, me súper encanta! soy muy fan del autor y esta obra, aunque la leí hace mucho tiempo, tengo muy buen recuerdo de ella... tendría que releerla 🤔😁

    Besitos 💋💋💋

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  6. Buenas noches:
    Te leí esta mañana, pero no he podido pasarme a comentar hasta ahora.
    A mí me interesan siempre las primeras obras de los autores reconocidos, me despiertan mucha curiosidad ver su punto de partida. En el caso del libro que hoy nos traes no es diferente, desde que lo vi lo tengo en mente para tarde o temprano comprarlo y leerlo despacito.
    Un abrazo, y enhorabuena por tu reseña, no es nada fácil reseñar un libro con tantos relatos!!

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  7. De Kipling leí hace años El libro de la selva, y siempre me propuse leer algo más, pero por uno u otro motivo nunca lo hice, tomo nota de estos relatos por si se cruza en mi camino. Besinos.

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  8. No he leído nada del autor, y este libro de relatos parece una joyita.
    Un beso ,)

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  9. Sin lugar a dudas todo un lujo de edición y de contenido. Fue estudiando la carrera en la asignatura de movimientos sociales del siglo XIX cuando ese señor dejó de caerme bien por sus ideas imperialistas y el trasfondo que le daba a sus libros. Aún así le reconozco el merito y desde luego que no puedo negar que lo he leído y le seguiré leyendo si se cruza en mi camino.

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  10. Pues no he leído al autor y a pesar de que leerte es casi caer en la tentación, tengo que reconocer que no sé si sería una lectura para mí. Que sea demasiado específico de esa época y momento me frena bastante ;) Eso sí...estas ediciones son una preciosidad y las querría todas.

    besitos

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