Título original: Laura
Autora: Vera Caspary
Editorial: Alianza
Traducción: Pilar de Vicente Servio
Páginas: 320
Fecha publicación original: 1942
Fecha esta edición: junio 2016
Encuadernación: bolsillo
Precio: 12,50 eurosFecha esta edición: junio 2016
Encuadernación: bolsillo
Ilustración de cubierta: Gene Tierney en Laura, de Otto Preminger
Una hermosa mujer, Laura, aparece asesinada de un tiro en su
lujosa mansión de Nueva York. En el escenario del crimen, donde un gran
cuadro da fe del enigmático atractivo de la víctima, comparece el duro y
baqueteado detective Mark McPherson, encargado del caso. Su
investigación se centra principalmente en Waldo Lydecker y Shelby
Carpenter, sospechosos por sus vínculos sentimentales con ella. Pero la
atracción y el misterio de Laura pueden seguir actuando desde más allá
de la tumba...
¿Cómo comienza la novela? Con Laura Hunt ya asesinada. No la conocemos, no nos la presentan, no se nos introduce a un elenco de personajes para que cuando Laura fallezca tengamos un amplio abanico entre el que escoger a nuestros sospechoso. No, Laura ha muerto, alguien a quien le acababa de abrir la puerta de su propia casa le ha pegado un tiro en la cara. Iba a casarse en unos días, pero le había pedido a su prometido unos días de alejamiento y soledad; había quedado a cenar con su mentor y también había anulado esa cena. Sea por la razón que sea, el caso es que estaba en su casa, que ha muerto, y que ahora lo que toca es reconstruir a un personaje que fascina a unos, atrae a otros, que empezó siendo nada y nadie y llegó a ser todo un personaje de la sociedad neoyorquina gracias a la mentoría de un señor enamorado de ella platónicamente, pero que para nuestro investigador no es otra cosa que una "tipa infiel más". Quiere terminar pronto y marcharse a un partido de baloncesto, pero las cosas en la alta sociedad, con sus dobles existencias, sus poses y sus fachadas sociales nunca son rápidas, y Laura, su vida, sus relaciones, su misma esencia, resultan complicadas, escurridizas y difíciles de encuadrar de un solo vistazo. ¿Quién mató a Laura? ¿Por qué? Y sobre todo... ¿quién era ella realmente?
Lo que hace Caspary es contar la historia en cinco partes narradas desde el punto de vista de distintos personajes (algunos repiten, otros no). La primera parte está narrada por el señor Waldo Lydecker, novelista (que desprecia la literatura de misterio o policíaca, y para ello sirva de ejemplo el fragmento que cito abajo) e íntimo amigo de la fallecida Laura, además de su mentor; él es quien, por así decirlo, convirtió a una chica provinciana que se ganaba la vida trabajando como comercial de puerta en puerta en la mujer exitosa y sofisticada que era en el momento de su muerte. La narración de la segunda parte corre cargo de teniente Mark McPherson, detective especializado en delitos políticos a quien le han endosado un crimen como este, sencillo y simplón en apariencia, solo porque su superior quiere fastidiarle un poco. Para él, Laura es una mujerzuela como tantas otras con todas las trazas de ser infiel que no le provoca la más mínima conmiseración, pero cuando empieza a indagar en su vida se obsesiona con ella, con la persona que era y los motivos que la impulsaban a actuar como lo hacía... y comienza a sentirse perdido en su propia investigación. Y aquí lo tengo que dejar.
Me mantengo fiel a mis prejucios. Sigo considerando la historia de misterio convencional como un exceso de ruido y de furia, que lejos de no significar nada, representa una necesidad bárbara de violencia y venganza en esa horda tímida que se conoce como el público lector. La literatura de investigación de asesinatos me aburre tan profundamente como su práctica irritaba a Mark McPherson. Y aun así, me siento obligado a contar esta historia, igual que él se vio obligado a continuar con sus pesquisas, por una implicacón emocional profunda con el caso de Laura Hunt. Ofrezco este relato no como un cuento detectivesco, sino como una historia de amor.
Os digo desde ya que si os encontráis con alguien que os hable más allá de todo esto que yo os he contado, debéis huir en dirección contraria, porque en esta segunda parte se revela el giro argumental que le da una vuelta de 180º a la trama. Si habéis visto la película sabréis cuál es, pero si no la habéis visto hay que llegar a él totalmente in albis. Así que no os puedo decir qué otros narradores cuentan y hacen avanzar la historia ni lo que eso supone para la investigación, pero sí os puedo decir que la autora intentó huir de la literatura de género que se publicaba en la época, con policías corruptos y deshonestos, personajes femeninos unidimensionales (o muy buenos o muy malos) y tramas demasiado rocambolescas. Su intención fue darle un giro a todo esto y, sobre todo en el caso de los personajes femeninos, dotarles de una complejidad y unos grises que en aquellos momentos brillaban por su ausencia literariamente hablando.
Dicho todo esto, no puede sorprender que en un principio le costase colocar su idea. Primero quiso venderla como obra de teatro, y tras no conseguirlo lo intentó como guión de cine. Cuando vio que ninguna de las dos vías fructificaba fue cuando surgió la Laura literaria que le dio fama, cuya narración a varias bandas y en primera persona nos permite esbozar (gracias a lo que otros opinaban de ella) un retrato psicológico tanto del personaje de Laura (cómo llegó al lugar que ocupaba socialmente, las diferencias entre la Laura en compañía y la Laura hogareña, lo que buscaba en la vida, sus metas, sus anhelos, su determinación a tomar sus propias decisiones y desligarse de aquellos que querían tomarlas por ella) como de los dos personajes masculinos protagonistas, que establecen una especie de rivalidad que en un principio parece basada en sus diferentes estatus sociales (por un lado Lydecker, novelista perteneciente a la alta sociedad, hedonista, gourmet sibarita y coleccionista de antigüedades; por el otro McPherson, detective con reputación e inquietudes intelectuales que no deja de ser un poli, por muy listo que sea) pero que luego deriva en un círculo que no deja de girar en torno a Laura y en el que parecen dar vueltas constantes tanto el que parece que la amaba en vida como el que parece haberse enamorado de ella en la muerte.
He revisionado la película tras leer el libro, y aunque no voy a haceros una reseña combo de esas que hacía años ha, sí que quiero comentar que se distancia en cierto modo de la novela. Quizás no en lo esencial, en la base que lo mueve todo, pero tras haber leído la novela y visto la adaptación casi de manera consecutiva, las diferencias saltan a la vista. Y ya no hablo de los muchos cambios que son de esperar al pasar el papel a la pantalla, sino que algunos de los personajes se me han quedado a medio camino, algo que he sentido sobre todo con el teniente McPherson, al que me costaba reconciliar en mi cabeza con el McPherson literario (eso, sí, físicamente Dana Andrews da totalmente el pego). Sé que, tal y como digo arriba, estaré cometiendo sacrilegio, pero aun pareciéndome maravillosa la película de Otto Preminger, casi que os diría que en algunos aspectos me ha gustado más todavía la novela, porque tiene ventanas al interior de los personajes que en la película ni se intuyen. Pero vamos, que ambas por sí mismas son totalmente recomendables, y el tándem Gene Tierney/Vincent Price siempre es un lujazo (creo que, ahora que estoy de vacaciones, voy a revisionar Dragonwyck en cuanto pueda... otra vez).
En fin, que quien
guste de la novela policíaca americana de los años 30 y 40 con regusto
clásico (y muy alejada del hardboiled de Chandler o Hammett, que era
precisamente la intención de la autora), disfrutará mucho de Laura. Los personajes son carismáticos, el giro que pone la novela patas arriba ocurre bien pronto cambiando todas las tornas de la investigación, y a eso se suma que la intención teatral y cinematográfica inicial de la historia sobrevivió a su transformación en novela y visualmente, en cada uno de sus escenarios y en cada uno de sus diálogos, es una película en sí misma aunque nunca hayas visto la adaptación. En definitiva es una muy buena novela con unos interrogatorios y conversaciones inteligentes en los que todos se tantean entre sí y bregan por descubrir lo que cada cual esconde bajo la manga. Es
una pena que se haya traducido tan poquísimo a Vera Caspary, la verdad, a ver si alguna editorial se anima, que lo que se puede encontrar por ahí son traducciones del año de maricastaña.
Antes de terminar, una tontería. Hay una escena muy, muy concreta en el libro que si no fue el germen o la idea de la que partió la película Único testigo (la de 1985, con Harrison Ford y los amish y tal...), lo parece. Lo parece mucho. No es exactamente lo mismo, claro, pero resulta imposible no ver las similitudes (o será que he visto muchas veces Único testigo xD). Tengo que investigarlo, porque me he quedado con la duda (también es verdad que yo le echo mucha imaginación a estas cosas, pero alguna vez tendré que acertar).
Novelista, dramaturga y guionista, Vera Caspary nació en Chicago
en 1899. Publicada en la época dorada del género, "Laura" (1942) es un
clásico indiscutible de la novela negra que conoció el favor del público
desde el primer momento y fue llevada al cine con gran éxito por Otto
Preminger.
No sé si conoces un canal de Podcast que se titula Hora de la muerte. Su segunda entrega está dedicada a Vera Caspary. Lo escuché hace unas semanas y me encantó. Me gustó la vida y la personalidad de la autora y me enteré de que era la autora de la novela en que se basó Laura. La verdad es que ni siquiera sabía que esa maravillosa película que he visto varias veces estuviera basada en una novela. Ya me había planteado leerla, pero tras tu reseña la subo de puesto bastante. me gusta leer los libros antes de ver la película, pero me pasa a veces, como en esta caso, que ni siquiera sé que hay novela cuando veo la película, pero cuando me entero me interesa mucho ver las diferencias y demás.
ResponderEliminarUn beso.
Mi querida MH, no creo haber visto la película, pero vete tú a saber. Igual de pequeña y no la recuerdo. El caso es que, como siempre, ya me has picado y esta novela pasará a formar parte de mi larga lista de clásicos pendientes que voy descubriendo gracias a ti.
ResponderEliminarUn besazo enorme guapísima.
Buenas tardes, querida MH:
ResponderEliminarHoy no te leo. No, no te enfades, simplemente es que quiero leerme la novela antes que tu reseña. Sólo paso por aquí para saludar y congratularme de verte por aquí. Ojalá nos acompañes durante muchas semanas con tus estupendas publicaciones.
Un abrazo, y felices lecturas!!
¡Hoooola!
ResponderEliminarPues yo vi la película hace unos años y recuerdo que me gustó bastante. Todo el misterio envolviendo la figura de Laura, esos giros de trama que no te ves venir... vamos, todo un clasicazo. No sabía que había libro, pero veo que en algunas cosas funciona mejor y que los personajes se desarrollan más, lo cual tiene sentido. Tampoco sabía que se alejaba en algunas cosas de la trama, ahora me has dejado con curiosidad por saber más ;)
¡besotes!
¡Hola! Pues ni una cosa ni la otra. Ni he leído el libro ni visto la película, todavía. Leí hace tiempo una novela de Camilleri y la gente me comentó que recordaba mucho a esta peli y que me recomendaban verla pero aún no he llegado. La verdad es que no soy muy de novela negra pero sí de cine negro clásico así que me temo qué es lo que va a ir primero, más pronto que tarde. Luego si me convence me pondré con el libro que veo que aporta mucho más.
ResponderEliminarBesos
Soy uno de los rara avis que no ha visto la película, pero creo que después de leer la reseña, ya estoy tardando en verla y en leer el libro. Besos
ResponderEliminar"Laura" es una de mis películas favoritas de cine clásico policíaco, me encanta, la he visto un montón de veces y siempre que me "la encuentro" en la tele o en las pelis de la biblio, la vuelvo a ver. Pero nunca he leído la novela, es más, no sabía que existía novela. Y si no fuese por tu reseña, que avisas de que la novela es más, mucho más, no me molestaría en leerla porque el recuerdo de la peli es muy potente. Pero si tú me dices ven... ¿Y eso de "Único testigo"? Me has dejado intrigada. Habrá que leerla. Besos.
ResponderEliminarPues me llama la atención por lo del giro que comentas, pero la novela negra de esta época no suele ser de mi gusto. Lo pensaré.
ResponderEliminarAcabo de empezar a leerla. Gracias.
ResponderEliminar