lunes, 17 de octubre de 2022

RESEÑA (by MH) ::: EL NÁUFRAGO FELIZ - Ramon Folch i Camarasa


 
Título original: El nàufrag feliç
Autor: Ramon Folch i Camarasa
Editorial: Ediciones Invisibles
Traducción: Carlos Mayor
Páginas: 192
Fecha publicación original: 1959
Fecha esta edición: junio 2022
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 16 euros




Un escritor de éxito retirado con sólo 42 años, y que en este momento ejerce de traductor, es víctima de un accidente de tráfico sin trascendencia, pero que le causa daños leves en la muñeca, por lo que deberá tomarse un período de reposo. Ocioso por obligación, aprovecha esta pausa para recordar cómo conoció por casualidad a María... cuando él era considerado por todos el niño prodigio de la literatura catalana, se pavoneaba de sus éxitos y estaba bastante perdido en la vida.
Hace unos días os hablaba de Pilar Prim, y en esa entrada os comentaba que queria leer varios libros clásicos de la literatura catalana. Pues bien el otro elegido ha sido El náufrago feliz, del escritor Ramón Folch i Camarasa, publicado recientemente por Ediciones Invisibles dentro de su colección de Pequeños Placeres. No sabía nada sobre el libro ni sobre el autor, me he llevado una sorpresa muy, muy buena y me ha parecido una lectura ideal para esos momentos en los que necesitas que una historia te haga sonreír y te deje con mucha paz y una sensación de que la vida puede ser bonita, a pesar de todo.
 
El protagonista de la historia comienza narrándonos un incidente mientras camina por Barcelona, su consecuente lesión en una mano, el posterior encuentro con el médico (a quien conoce y que le hace ciertos comentarios que nos hacen sospechar por donde van a ir las cosas) y como, al no poder escribir a máquina por tener la mano inmovilizada (y no poder hacer su trabajo de traductor de manuales técnicos), decide sentarse a contar su vida, dirigiéndose siempre a una tal Maria... Así nos enteramos de que nuestro narrador decidió ser escritor porque sí siendo joven, que se convirtió en la joya de la literatura catalana, que la fama se le subió a la cabeza, que se daba unos aires de importancia bastante estúpidos, que todo cambió cuando conoció a Maria, que se enamoró perdidamente de ella, que decidió que ser feliz era compartir su existencia con la persona que iluminaba cada uno de sus días y dejar a un lado todo lo demás... y lo que ocurrió después. Este es, por tanto, el cuento de una historia de amor en cuyo final no se comen perdices pero que aun así es feliz... muy feliz.
 
El náufrago feliz es, como ya os habrá quedado claro, una carta de amor del protagonista al amor de su vida, Maria, de quien sabemos desde el principio que ya no está junto a él (las causas las descubriremos poco a poco, aunque se intuyen sin problemas nada más comenzar el libro) y que es realmente la protagonista de esta historia. Nuestro narrador habla con ella, se ríe de cosas que le dicen y las comenta con ella, los recuerdos se agolpan y poco a poco empieza a desglosarnos la historia desde el principio, porque el principio fue conocerla a ella. Y es que Maria se nos presenta como una mujer real pero de las que no parecen existir en nuestra realidad. Puede ser la imagen que tiene de ella el hombre enamorado o puede que su visión de Maria fuese veraz, pero lo realmente importante es cómo era ella y cómo esa personalidad provocó un cambio de 360º en él. Sus conocidos se lo reprochan, le dicen que su decadencia como escritor e intelectual empezó cuando Maria entró en su vida, que ella tuvo "la culpa"... y el narrador se ríe... se ríe, se lo toma con humor y ni siquiera se ofende, porque no tienen ni idea, ni idea, de lo feliz que ha sido y es.

Y es que en el discurso del narrador se percibe una crítica bastante directa al mundillo literario, a lo que le rodea, a la rivalidad entre autores, al elevado concepto que tienen de sí mismos algunos de ellos... se alegra de escapar de ese mundo y le hace gracia que culpen a Maria de algo que él considera liberador y en beneficio de su salud mental (aunque imagno que los escritores reales no estarán muy de acuerdo con ests palabras que os cito).
Hay muchas formas de ganarse la vida, pero si existe una absurda es pasarse el día escribiendo historias inventadas acerca de gente inventada, y encima creerte que haces algo importante, y empeñarte en que todo el mundo esté de acuerdo, y anhelar en secreto que se mueran de un mal terrible todos los que pretenden hacerte la competencia contando otras historias inventadas sobre gente inventada. Lo que me hace gracia es que hasta ahora no me había dado cuenta de todo esto.

Tal y como os decía arriba, la lectura a mí me ha sabido a cuento tanto por su idealización de la vida de esta pareja como por su defensa impenitente de la vida ociosa, del dejarse llevar, del optimismo porque sí, del vivir día a día sin pensar en nada más, de dar ese paso para mejorar la vida del prójimo que tan fácil es muchas veces y que tanto nos cuesta afrontar, del proponerse algo y siempre conseguirlo, de los pequeños detalles que mejoran constelaciones... de ver siempre el vaso lleno en sus tres cuartas partes (lo de medio lleno se queda corto) sean cuales sean las circunstancias... Es un canto al amor verdadero, a lo bonita que podría ser la vida si nos dedicásemos a vivirla en paz y a hacérsela más llevadera a quienes nos rodean eliminando todo ruido circundante, todo ese egoísmo que llevamos soldado a las entrañas, todo ese afán por medrar socialmente, ganar mucho dinero y ser alguien/algo que no nos aporta ninguna felicidad. Es poco realista en algunas cosas, de ahí lo de considerarlo un cuento, pero es que a veces el alma te pide precisamente historias como estas, que te saquen sonrisas, carcajadas incluso, mientras contemplas la felicidad ajena sin paliativos ni pantallas que la templen. De historias crudísimas, dolorosas, hipermegarrealistas que se regodean en el sufrimiento y la desgracia tenemos a porrillo en la literatura, así que bien nos merecemos los lectores un remanso de dicha y felicidad de tanto en cuando.

En cualquier caso, y más allá de su historia, la fuerza de este diario contado de manera retrospectiva, breve en páginas pero extenso en confianza e ilusión, radica sobre todo en la forma en que está contado, en el peculiar humor del narrador, en esa ironía amable, de ojos brillantes y juguetones, que surge constantemente buscando al lector (y encontrándolo) y que desprende bondad, ternura y sensibilidad. Y es que ahí está la clave para conectar con algo tan complicado como el humor y la intención de sonsacar sonrisas: esta novela está escrita con mucha ternura, inteligencia emocional y delicadeza a pesar del aparente tono ligero y sencillo de su narrador (del que, por cierto, nunca sabemos el nombre... ya os decía que la protagonista real es Maria), y esos destellos de buena gente son los que hacen sonreír al lector casi sin pensar, como un acto reflejo, como esa felicidad que no se piensa, se vive, es.

Os contaría más cosas, pero es que no debo ni quiero. Es una lectura encantadora y la magia aparece al abrir sus páginas, así que cuando busquéis una historia sencilla que alegre el corazón, no dejéis pasar de largo El náufrago feliz... ¿no somos todos náufragos en esta vida que nos ha tocado vivir? ¿No nos gustaría ser felices, en la máxima expresión de la palabra, a pesar de esas frustraciones y pérdidas que son inherentes a la misma existencia? Nuestro narrador se reencuentra, descubre su verdadero yo, se topa con su capacidad de amar, de no juzgar y de no aspirar a grandes cosas. Es consciente de que su forma de felicidad no tiene por qué ser la de nadie más, pero es la suya, y está dispuesto a aferrarse a ella hasta el día que muera. Y que conste que no todo lo que pasa en la novela es bonito, pero precisamente de eso va la historia... precisamente de eso.

Hoy se ha destapado, el hombre. Asegura que soy un fracasado. Que soy un naúfrago de la vida. Puede que eso último sea cierto. En cualquier caso, el barco en el que viajaba en otros tiempos no era el mío ni me resultaba cómodo. Ahora que he llegado a una playa desierta [...] me parece oportuno enviar este mensaje dentro de una botella y arrojarlo al mar por si alguien quiere recogerlo. Un mensaje de náufrago feliz, escrito únicamente para tranquilizar a quienes podrían caer en el error de compadecerlo.



Ramon Folch i Camarasa (Barcelona, 1926 - Mollet del Vallès, 2019). Noveno hijo del célebre novelista y autor teatral Josep Maria Folch i Torres, estudió derecho, pero se consagró a las letras muy pronto. Destacó como uno de los escritores en lengua catalana más prolíficos y queridos de su tiempo. Fue guionista de las historias protagonizadas por Massagran, colaborador de la revista infantil En Patufet y autor teatral juvenil. Sus novelas para adultos fueron muy leídas y premiadas (La visita, Estrictament confidencial, Sala de miralls...). Fiel al legado de su padre, creó la Fundación Folch i Torres.

4 comentarios:

  1. Hola guapísima, pues sí tienes mucha razón. Libros desgarradores y crudos hay muchos y en muchas ocasiones necesitamos leer algo que nos alegre el corazón. Yo reconozco que huyo de esas lecturas duras y despiadadas con la vida (sé que son necesarias, que hay que reflejar la realidad tanto como la utopía) pero no son lo que yo busco en la lectura. Me apunto este que lo has contado muy bonito.
    Un besazo

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  2. No lo conocía, pero no lo descarto. Un beso.

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  3. No me sonaba de nada y creo que es de esas lecturas que disfrutaría y que viene bien en muchos momentos. Tomo muy buena nota.
    Besotes!!!

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