RESEÑA (by MH) ::: UN CADÁVER DE MÁS - Ellis Peters
Título original: One Corpse Too Many
Autora:Ellis Peters
Editorial: Pàmies
Traducción: María Antonia Menini
Páginas: 272
Fecha publicación original:1979
Fecha esta edición:septiembre 2009
Encuadernación:cartoné
Precio:descatalogado
Diseño de cubierta: Javier Perea Unceta
En 1138, en el transcurso de la guerra civil inglesa, el rey Enrique toma la fortaleza de Shrewsbury. No habrá clemencia con los vencidos: el rey ordena ahorcar a todos los defensores. Entre tantas muertes sólo fray Cadfael es capaz de detectar un cadáver que no encaja con los demás; se encuentra entre los ajusticiados, pero no ha muerto a consecuencia del decreto real. Ha sido asesinado.
A finales del año pasado os traje Un dulce sabor a muerte, la primera entrega de la serie protagonizada por fray Cadfael, que me gustó mucho (la podéis leer aquí), así que no he tardado mucho en leer la continuación, Un cadáver de más. Realmente, y por cuestión del año original de publicación, solo puedo traer a mi reto de clásicos los tres primeros libros de este peculiar fraile detective, así que tengo que aprovecharlos mientras pueda.
Estamos en el verano de 1138, y la historia nos mete de cabeza en la crisis de sucesión al trono de Inglaterra que enfrentaba por aquel entonces al rey Esteban y a su prima, la emperatriz Matilde. Esa guerra llega hasta las puertas de Shrewsbury, donde se encuentra la abadía de San Pedro y San Pablo. Esteban asalta la fortaleza de la ciudad, partidaria de Matilde, y ejecuta a más de noventa personas... concretamente a noventa y cuatro. Cuando en un recuento casual Cadfael advierte que son noventa y cinco los cuerpos, y que uno de ellos no ha muerto de la misma manera que los otros, está seguro de que ese hombre ha sido arrojado entre las víctimas del rey para ocultar el crimen, y es algo que el rey Esteban, por honor, no puede ni debe tolerar. Por otro lado, al propio Cadfael le asignan un nuevo ayudante en el huerto, un joven llamado Godric del que pronto descubre que oculta un gran secreto. Y por si todo esto fuera poco, son varias las personalidades de Shrewsbury que deciden alojarse en la hospedería de la abadía tras la caída de la ciudad, y alguna de ellas tiene una misión entre manos en la que Cadfael pronto se verá involucrado irremediablemente.
Que sepáis que me he esforzado enormemente para que no se me escape nada de nada en la sinopsis, porque este libro esconde varias sorpresas y algunas de ellas son tan tempranas que no conviene desvelar nada aunque solo sea por descuido y en una sinopsis superficial. Hay otras (sorpresas), por cierto, que me han encantado por lo bien llevadas que están a lo largo de la narración y lo bien que las maneja la autora. Poco más os voy a decir a este respecto.
Como veis la historia está ambientada en un periodo histórico real muy concreto, conocido como La Anarquía (por el caos que reinó en el país durante casi dos décadas), y Ellis Peters dedica las primeras páginas a ponernos en situación. De manera muy breve, cuando comienza esta historia la lucha encarnizada entre los primos Esteban y Matilde dura ya casi tres años y todo viene de esos líos que existían en las coronas europeas cuando no había un heredero claro al trono. Digamos que gobernaba Enrique I y que su sucesor iba a ser Guillermo Adelin (su único hijo legítimo), pero este murió en un naufragio. El rey intentó que su hija Matilde fuese su sucesora pero, cuando murió en 1135, fue su sobrino Esteban quien se apoderó del trono. A partir de ahí todo se convirtió en un enfrentamiento contra todos los que consideraban a Matilde la reina legítima (nobles que, unidos, podían oponerse al rey y suponer una gran amenaza a su reinado)... y así estuvieron hasta que en 1139 la propia Matilde, junto a su medio hermano Roberto de Gloucester, invadió Inglaterra y ahí comenzó la guerra civil. Por si os interesa, la cosa se alargó hasta 1153 cuando se acordó una paz negociada, el Tratado de Wallingford, por la cual Esteban siguió en el trono pero designó heredero al hijo de Matilde, que subió al trono un año después (a Esteban le duró poco la paz... la pichó enseguida) como Enrique II. Lo mismo todo esto no os interesa, pero es que toda la novela tiene este tema de fondo y me parece interesante comentarlo (soy consciente de que muy probablemente no sea un sentimiento compartido por vosotros xD).
Volviendo a la novela, ya os presenté a Cadfael en la reseña anterior, así que por no repetirme o por si no os apetece volver a leerla, os cito aquí esa descripción:
Cadfael es un recio galés de cincuenta y siete años, pecho abombado, piernas torcidas y andares de marinero que en su día luchó en las Cruzadas y estuvo en muy diversos lugares, de donde siempre se traía en los bolsillos semillas y hierbas que ahora florecen y dan vida en el esplendoroso huerto de donde es rey y señor en la abadía. Y es que el hábito benedictino de Cadfael no lo es por vocación, sino un buscado retiro después de muchas batallas, aventuras y mujeres. Se sienta en un rincón de la sala capitular y se duerme cuando algo le aburre y, aunque sabe que tiene obligaciones asociadas a la vida clerical, lamenta interrumpir sus quehaceres en el huerto cada vez que tiene que cumplir con ellas, porque a él lo único que le gusta es pasarse el día entre hierbas y preparando remedios medicinales. El resto de la congregación no ve con buenos ojos su pasado, pero a él le da igual: es de los de vive y deja vivir, pero eso no quita para que sea muy consciente de todo y todos los que le rodean.
Poco hay más que añadir al respecto o que descubramos en esta segunda novela, salvo detalles mucho más específicos como que atravesó el mundo en la primera cruzada, que después pasó diez años como patrón de barco en aguas de Tierra Santa o que estaba junto a Godofredo de Bouillon en el asedio de Jerusalén (Godofredo es un personaje real y este asedio, que acabó en la toma de la ciudad, tuvo lugar en 1099, siendo el propio Bouillon elegido Rey de Jerusalén, título que él rehusó cambiándolo por el de abogado o defensor del Santo Sepulcro). El caso es que esa entrada en la ciudad derivó en una matanza y, para que nos entendamos, con esto se da a entender que Cadfael, aun en el contexto de una guerra, ha sido mano ejecutora de muchas muertes y ha visto mucho horror y mucha crueldad, sabe de cadáveres y de formas de matar, y eso es algo a lo que se hace alusión muchas veces en las novelas.
Al contrario que en la novela anterior, en la que nos desplazábamos a la vecina Gales, aquí nos quedamos en Shrewsbury y la mayor parte del tiempo nos movemos en la abadía, en sus propios terrenos (muy extensos de por sí) o en los bosques de los alrededores. Creo que no os hablé de esta abadía en el libro anterior, pero como me da miedo estar excediéndome con los datos históricos, solo os diré que actualmente no existe porque fue destruida casi por completo en el siglo XVI, pero que existió en realidad, fue fundada en 1083 y llegó a ser una de las abadías más importantes de Inglaterra (de hecho, lo que se narra en la primera novela, el traslado de los restos de santa Winifred, es un hecho real). Hoy en día solo queda en pie la nave, base sobre la cual se construyóla actual Iglesia de la Abadía de la Santa Cruz, así que desgraciadamente no se puede visitar.
En cuanto al caso a investigar en sí mismo, tenemos un asesinato cometido sobre un joven que puede o no tener algo que ver con el asalto a la fortaleza pero que ciertamente no ha muerto ajusticiado a manos de los soldados del rey. Tenemos también una ciudad en la que aquellos que han podido han huido, pero otros muchos no han querido abandonar sus negocios o sus casas y ahora tienen que andar con mucho cuidado de no hacer ni decir nada que vaya en contra del rey Esteban (y cuidarse mucho de aquellos que quieran ponerse una medalla delatando a sus vecinos). También tenemos la hospedería de la abadía, donde acaban confluyendo varios personajes nobles que en unos casos han mostrado siempre su postura a favor del rey pero que, en otros casos, no se han pronunciado hasta saber si conseguiría entrar en la ciudad, y tanto con unos como con otros, no sabemos cómo se comportarán cuando ciertas circunstancias exijan posicionarse más allá de tronos y disputas reales (bueno, no lo sabemos de primeras... pero lo descubriremos, vaya que sí xD). ¿Y qué más tenemos? Pues un fraile que está en todo: en la abadía, en la gente de la hospedería, en su huerto, en el futuro de su nuevo ayudante, en aquellos que aparecen donde no se les espera, en lo que le cuentan aquellos que ven y oyen, en la identidad de aquellos que no quieren ser identificados, en los movimientos de aquellos de los que no sabe qué pensar, en darles una oportunidad a los inocentes y un topetazo a los culpables... Y luego tenemos alguna que otra sorpresa, como ya he dicho arriba. Y un poco de romance, que aquí hay espacio para todo.
Como ya comenté en la primera novela, me parece muy valiente por parte de la autora el ambientar sus libros en una época como esta, en la que los medios de investigación son inexistentes más allá de los propios conocimientos, la observación pura y dura y la comprensión de la naturaleza humana. No hay más de lo que tirar, estamos a principios del siglo XII, así que todo depende de Cadfael y de su manera de percibir, examinar e interpretar tanto el mundo que le rodea como a las personas que habitan en él. Estamos ante un misterio medieval que hace honores y honra al misterio del estilo más clásico con elegancia, una ambientación de diez y un personaje como Cadfael que, con sus andares de marinero y una inteligencia aguda y discreta, deslumbra allá por donde va y se gana la fidelidad y la confianza de aquellos que saben ver más allá del hábito de monje.
ELLIS PETERS (1913-1995). Autora prolífica de novelas históricas y de misterio, alcanzó fama mundial con las novelas de Fray Cadfael, que han vendido millones de ejemplares, han sido traducidas a decenas de idiomas, y sobre las que la BBC produjo una serie de gran éxito. En 1994 le fue concedida la Orden del Imperio Británico. Los misterios que encierran las novelas de Cadfael se encuentran dentro de la mejor tradición de las «novelas enigma» inglesas. La recreación de la atmósfera medieval envuelve de forma magistral la trama, uniendo el género histórico con el de misterio.
Ay madre... que recuerdo que en tu reseña anterior te comenté que tengo estos libros en casa, no sé cuántos de ellos y me gustaban muchísimo en la época que los leí, hará mil años, jeje... te comenté que volviera a casa los miraría y se me pasó. Pero de esta no se me pasa que acabo de ver que la autora tiene premio literario y eso me da para unos cuantos años de Reto Netherfield, jeje... y para mi reto de libro olvidado porque no los recuerdo mucho. Un besazo
Pues me apunté en su momento el anterior libro y voy a tener que apuntar también este, que me tientas. Lo que necesito son horas extraordinarias para leer todo lo que me apunto... Besotes!!!
Tiene muy buena pinta. Gracias. Un beso.
ResponderEliminarAy madre... que recuerdo que en tu reseña anterior te comenté que tengo estos libros en casa, no sé cuántos de ellos y me gustaban muchísimo en la época que los leí, hará mil años, jeje... te comenté que volviera a casa los miraría y se me pasó. Pero de esta no se me pasa que acabo de ver que la autora tiene premio literario y eso me da para unos cuantos años de Reto Netherfield, jeje... y para mi reto de libro olvidado porque no los recuerdo mucho.
ResponderEliminarUn besazo
Pues me apunté en su momento el anterior libro y voy a tener que apuntar también este, que me tientas. Lo que necesito son horas extraordinarias para leer todo lo que me apunto...
ResponderEliminarBesotes!!!