Título original: El alma dividida
Autor: Luciano Sívori
Editorial: Toteq Ediciones - Cuanto te quiero
Páginas: 182
Fecha de publicación: abril 2017
Encuadernación: rústica
Precio: 15 eurosIlustración de cubierta: Josep Serra i Virgili
El hijo primogénito de un maltratador soportó en silencio las
humillaciones y golpes que sufría su madre hasta que un día su hermano
menor, sordomudo, se interpone entre ellos y es también objeto de la ira
paterna.
Alberto, de 23 años, reacciona entonces violentamente propinándole
tal paliza que sumergirá a su padre en estado de coma y, a él, lo
llevará a huir incrédulo sin comprender cómo ha podido ensañarse de esa
manera.
En su devenir averiguará si él es la buena persona que creía ser o es
el monstruo que de tanto mirar al abismo, como afirmó Nietzsche,
acaba sintiendo que es el abismo el que lo está mirando a él.
Este libro llegó a mis manos un poco sin esperarlo, y a pesar de que entono el mea culpa admitiendo que soy muy anglosajona para mis lecturas y que pocas veces cruzo el charco y leo literatura hispanoamericana, la verdad es que esta novela argentina me llamó mucho la atención por la premisa y por el evidente homenaje a un gran clásico como es El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. No me he equivocado, porque la he leído en dos sentadas, como aquel que dice. No llega a las 200 páginas, también es verdad, pero los lectores bien sabemos que como algo no nos guste, como si solo tiene 50. No ha sido el caso, me ha parecido muy entretenida.
Alberto es un joven argentino de 23 años al que su madre echó de casa un año atrás por agredir a su padre cuando trataba de impedir que la golpease a ella y a su hermano pequeño, Dani (maltratos que, por otro lado y hacia la madre, eran frecuentes). Ahora se gana la vida con su guitarra y cantando en bares o donde le dejan, ya sean covers de otros autores o composiciones propias, a lo largo y ancho del país. Le da para vivir, le encanta lo que hace, le apasiona la música, y aunque no ha vuelto a casa en todo ese tiempo, parece que, aunque solo sea por teléfono, las tensiones con su madre se van aliviando... hasta que un día coinciden dos cosas en el tiempo: su madre le llama como si quisiera decirle algo pero sin atreverse a hacerlo, y se entera de que alguien sigue sus pasos de ciudad en ciudad y que amenaza a su familia. No sabe qué ocurre pero parece que todo tiene relación con su padre (que está en coma desde la paliza), así que Alberto se ve obligado a emprender el regreso a casa.
Os preguntaréis, ¿y en todo esto, qué pinta el referente al clásico de Stevenson? Pues en que Alberto convive desde los 18 años con Beta, su otro yo, el que habita en su interior, el que es agresivo, el que le dice continuamente lo que tiene que hacer, el que no tiene inhibiciones, el que salió desde dentro de Alberto en un momento de rabia y furia para golpear a su padre hasta llevarlo a ese coma... el que cada vez parece más fuerte, más consistente, ocupando más espacio... el que está casi a punto de tomar el mando y de atrapar a Alberto en las profundidades de su cuerpo y de su mente. Beta es el Hyde de Alberto, y aunque en algún momento de la novela se nombra la esquizofrenia, realmente se evita ponerle un nombre concreto en la historia. Creo que la simbología va más allá de eso, que el autor quiere plasmar la dualidad del bien y el mal que es inherente a todo ser humano, y el final del libro apunta más hacia la vertiente filosófica del asunto que hacia la psiquiátrica.
Que por cierto, aparte de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, quienes estamos un poco metidos en el mundo del tito Stephen King creo que también es inevitable que veamos su influencia en la historia: los trastornos de identidad disociativos y las personalidades oscuras y múltiples agazapadas en el interior de personajes aparentemente normales son un tema recurrente en la bibliografía del de Maine.
Pues con esta tarjeta de presentación, El alma dividida empieza como un drama familiar contando la historia de un joven que sale adelante como puede con el lastre psicológico de una familia donde el padre, en un momento dado, cambió (o comenzó a mostrarse tal cual era realmente), se alejó de sus hijos y comenzó a pegar a su mujer, para rotar a mitad de las páginas hacia un argumento donde aparecen los malos de la historia y todo empieza a parecerse a un thriller con tintes de novela negra (y además muy visual, muy cinematográfico. Me vino a la cabeza alguna que otra peli tipo Reservoir dogs... salvando las distancias, entendedme, pero hubo una escena que me hizo pensar en esta peli).
Aunque parezca mentira por el escaso número de páginas, también se abordan muchos miedos: miedo del protagonista a parecerse a su padre más de lo que a él le gustaría, miedo incluso a tener hijos en un futuro por si se repite la historia, miedo a que por las venas le corra la sangre de un alcohólico en potencia, miedo a no poder controlar ese yo interno, a ese monstruo, que le impulsa hacia los abismos... Se nota que al autor le interesa mucho la vertiente existencialista de la filosofía, porque constantemente enfrenta a Alberto con su propio yo, con la responsabilidad de sus actos, con el uso que hace de su libertad individual... todo eso que le martillea constantemente en la cabeza pero que a Beta, su Hyde, le importa un pito porque su sentido de la moral brilla por su ausencia.
Y vosotros diréis "pues vaya mezcla más rara me estás contando... Jekyll y Hyde con Stephen King, pasando por un drama existencialista en busca de la identidad propia con un posible trastorno de personalidad, y todo ello barnizado con la acción marca de la casa Tarantino". Pues falta lo mejor: el tono de la narración, lo que hace que lo leas en dos sentadas y que te dure un suspiro en las manos. Ese tono es desenfadado, ágil y sencillo, que al servicio de una narración en primera persona, donde Alberto le cuenta al lector estos 4 días de su vida como si estuviese tranquilamente sentado con él tomando una cerveza, hace que sea una charla de tú a tú sin pretensiones, sin ínfulas, sin pedantería... en plan "esto es lo que hay y así te lo cuento, y que me parta un rayo si me pongo melodramático". A grosso modo.
El alma dividida es, por tanto, una novela que abarca muchos frentes, desde el drama familiar hasta la novela negra pasando por unas reflexiones más profundas de lo que pueda parecer a primera vista, pero que lo hace de una manera muy fresca y adictiva, al ritmo de una banda sonora que suena al ritmo de los Beatles, Calamaro, Red Hot Chilli Peppers, Metallica o Queen, y que de verdad que se lee muy bien y pasando una página tras otra para ver por dónde sale la trama. Una sorpresa buena e inesperada.
El alma dividida es, por tanto, una novela que abarca muchos frentes, desde el drama familiar hasta la novela negra pasando por unas reflexiones más profundas de lo que pueda parecer a primera vista, pero que lo hace de una manera muy fresca y adictiva, al ritmo de una banda sonora que suena al ritmo de los Beatles, Calamaro, Red Hot Chilli Peppers, Metallica o Queen, y que de verdad que se lee muy bien y pasando una página tras otra para ver por dónde sale la trama. Una sorpresa buena e inesperada.
Luciano
Sívori (1987, Bahía Blanca, Argentina) es Ingeniero Industrial. Aunque vive de su profesión, sus
verdaderas pasiones son la escritura, el cine, la filosofía y los
libros. Sus cuentos, obras de teatro y artículos de interés general han
sido publicados en diferentes medios, por ejemplo en la revista de
fantasía y ciencia ficción argentina Axxón.
A lo largo de su carrera como escritor ha recibido numerosos reconocimientos, entre los que se destacan un primer premio en el “Concurso de monólogos y guiones teatrales 2015”, organizado por la Asociación de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, segundo premio en concurso literario nacional “1º Certamen Literario Dr. Juan Atilio Bramuglia” y segundo premio en el “Concurso Roberto Arlt 2015”.
En junio de 2013 se publicó su primera novela (“Un verano para recordar”) a través de la editorial EdiUNS. La novela abarca varios elementos sociales contemporáneos referidos a la juventud y da espacio para la intervención de aspectos filosóficos que forman parte de las creencias del autor y sus experiencias de vida. “El alma dividida” es su segunda novela.
A lo largo de su carrera como escritor ha recibido numerosos reconocimientos, entre los que se destacan un primer premio en el “Concurso de monólogos y guiones teatrales 2015”, organizado por la Asociación de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, segundo premio en concurso literario nacional “1º Certamen Literario Dr. Juan Atilio Bramuglia” y segundo premio en el “Concurso Roberto Arlt 2015”.
En junio de 2013 se publicó su primera novela (“Un verano para recordar”) a través de la editorial EdiUNS. La novela abarca varios elementos sociales contemporáneos referidos a la juventud y da espacio para la intervención de aspectos filosóficos que forman parte de las creencias del autor y sus experiencias de vida. “El alma dividida” es su segunda novela.
Esta vez no me la llevo, no me llama especialmente y tengo demasiado pendiente.
ResponderEliminarBesos
¡Sabía que no tenía que pasar, sabía que tenía que pasar pero de largo! pedazo historia, chicas, tema duro y complejo donde los haya, y polémico, no nos olvidemos de eso...vamos, vamos, vamos, que me lo tengo que llevar ¡Qué cruz, qué cruz!
ResponderEliminarBesitos cielo ❤❤❤
Yo tenía esperanza al principio en decir que no... pero no. xD
ResponderEliminarMe he enamorado. Otra vez.
Qué flechazo hija, a pesar de la aparente mezcla rara.
Besos.
Leí no hace mucho un libro que era una especie de Jekyll y Hyde moderno y la verdad, cuando has leído el clásico lo otro me pareció una copia con poco que contar así es que con este, aunque por lo que cuentas parece que tiene algo más de sustancia no me voy a animar.
ResponderEliminarBesos
Hola acabo de abrir un nuevo,blog sobre literatura, reseñas de libros, series y peliculas. Me encantaria que te pudieses pasar por aqui y me siguieras: https://cronicasdeunabibliotecaria.blogspot.com.es/
ResponderEliminarMuchas gracias
Muy valorable que una novela te haga leer sin parar, para mí eso es sinónimo de buena lectura pues las que te hacen obligarte a leer por muy buena que sea la historia no se puede obviar que no fluyen como estas, gracias por el descubrimiento.
ResponderEliminarBesos =)
Pues una cosa te voy a decir, que si no existiera la novela de Stevenson, King la hubiera escrito, de hecho tiene muchas donde sale algo bastante parecido así que tampoco es que estés mezclando cosas tan dispares.
ResponderEliminarDe otra forma este libro no me llama mucho por la situación en sí, es que ese tipo de dramas me hacen sentirme tan mal que me cuesta demasiado ponerme con ellos. Lo de la madre no lo pillo y creo que prefiero no entenderlo, seguro que el autor lo explica por el camino.
Este no me lo apunto.
Besos
Hola! Me parece una propuesta muy interesante, sobre todo las referencias a la psicología y el existencialismo. Me lo llevo anotado para leerlo en algun momento. Un beso
ResponderEliminarUna mezcla interesante la de este título, y aunque me falla un poco lo del existencialismo, no le diría que no a una propuesta así. Me atrae ;)
ResponderEliminarBesitos
A mi por ahora no termina de llamarme, lo que agradezco porque tengo pendientes para varios años. Besinos.
ResponderEliminarEn esta ocasión no termina de atraerme lo suficiente, las referencias existencialistas me frenan bastante, no estoy para ese tipo de lecturas ahora mismo.
ResponderEliminarBesos.
Confieso que sí, como un mero relato no te encaje, puedes estar un mes para leerlo.
ResponderEliminarMe gusta lo que has contado, pero por alusión a King y al Dr Jekill, ñiii, no acabo de verlo para mí. Creo que no lo recibiría con el mismo esplendor que tú.
ESta vez no me tientas (oleeeeee)
Besos.
Me gusta mucho esa dualidad que se plantea en el protagonista de la novela pero creo que la dejo pasar porque tengo demasiado pendiente. Besos
ResponderEliminarahora no lo veo como una lectura para mi. Pero quizás más adelante le daría una oportunidad.
ResponderEliminarHola guapa, a pesar de tus buenas impresiones no me lo llevo... no sé no me llega a llamar.
ResponderEliminarUn besazo
El tema en sí me podria atraer pero la parte más filosofica no va para nada conmigo. No lo tengo claro del todo.
ResponderEliminarBesos
El tema me atrae mucho pero soy un poco como tú en eso de la novela anglosajona. Me cuesta leer libros de autores sudamericanos. Quizás me lo pienso. Un besazo!
ResponderEliminarMe pasa como a ti, que también mis gustos literarios tienden a lo anglosajón, pero este coctel de géneros y temas a tocar suena interesante. Aunque quizá lo que más me atrae es ese estilo tan cercano que dices que tiene el libro. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn beso ;)
No ho sé, no ho sé, al principio el argumento me parecía interesante por el debate interno del protagonista, pero dices cosas muy extrañas y sin duda el resultado final es una rara mezcla de cosas. Miraré más opiniones y ya veremos.
ResponderEliminarNo me atrae demasiado, y no por loq ue cuentas, sino porque llevo tanto atasco que me estreso solo en pensar en añadir más.
ResponderEliminarUn beso ;)
No me termina de convencer. Besos.
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