Título original: The little bookshop of lonely hearts
Autora: Annie Darling
Editorial: Titania
Traducción: Helena Álvarez de la Miyar
Páginas: 352
Fecha publicación: junio 2018
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 16,50 eurosDiseño de cubierta: Ediciones Urano S.A.U.
Había una vez, en una pequeña librería de Londres, una joven soñadora
llamada Posy Morland, quien vivía rodeada de libros y se escondía tras
las páginas de sus novelas románticas favoritas.
Un día, cuando la excéntrica y anciana dueña de Marcapáginas murió, Posy se vio obligada a hacerse cargo de la librería, que se encontraba en una situación lamentable, y salir así de su cómodo refugio de romances de ficción.
Un día, cuando la excéntrica y anciana dueña de Marcapáginas murió, Posy se vio obligada a hacerse cargo de la librería, que se encontraba en una situación lamentable, y salir así de su cómodo refugio de romances de ficción.
Sin embargo, Posy no solo debía enfrentarse al ruinoso negocio que
había heredado y hacerlo próspero, sino también a las presiones del
nieto de la anciana, Sebastian, más conocido como “El hombre más
maleducado de todo Londres”, empeñado en fastidiar a Posy y desviarla de
su plan por transformar Marcapáginas en la librería de sus sueños.
¿Logrará Posy su final Felices para siempre como las protagonistas de las novelas que tanto admira?
Annie Darling es una de esas autoras que tiene ese algo especial que hace intuir y presuponer afinidades y facetas comunes. Y no es que mi intuición sea infalible, pues ahí andamos fifty-fifty, pero en este caso, para mi alegría, ha acertado de lleno, pues en Annie he encontrado a una hermana o una prima hermana.
Si de algo estoy segura es de que las dos hemos bebido de las mismas fuentes y madres literarias: desde nuestra queridísima y madre literaria Jane Austen, pasando por las hermanas Brontë, cambiando a Enid Blyton y terminando por la literatura romántica, con nombres como Julia Quinn, Eloisa James, Mary Balogh, rematando todo con la guinda de la saga de los Cynster, buque insignia de Stephanie Laurens... Todas están en La pequeña librería de los corazones solitarios.
Entonces, lo que Annie Darling ha imaginado y creado en la novela está de alguna manera influenciado e inspirado por estas maravillosas y mágicas escritoras: maravillosas por sus historias, y mágicas por hacer que lectores diversos y distintos seamos capaces de unirnos y compartir todos los sentimientos que emanan y fluyen hacia nosotros a través de personajes que no mueren con la primera historia, sino que se reencarnan una y otra vez para nuestro disfrute y deleite. Por ello, descubrimos en La pequeña librería de los corazones solitarios un microcosmos donde confluimos todos aquellos que admiramos (o sería más adecuado decir amamos) la novela romántica.
Después del alegato romántico (cuando se me infla la vena es un no parar reivindicativo), y centrándome en el libro, diré que en él encontramos todos los ingredientes (y más) que conforman y configuran una gran historia.
Posi Morland es una bella durmiente acomodada en sus libros y desapegada de la realidad que debe despertar para crecer y fluir por el mundo. Está adormecida desde el accidente de sus padres, quienes trabajaban en la librería Marcapáginas, su único hogar. Una vez acaecido el deceso, Posi y su hermano Sam quedan huérfanos pero no desamparados, pues la familia Thorndyke se ocupa de ellos, tratando de mantener la calidez hogareña que les suponía la librería.
Si de algo estoy segura es de que las dos hemos bebido de las mismas fuentes y madres literarias: desde nuestra queridísima y madre literaria Jane Austen, pasando por las hermanas Brontë, cambiando a Enid Blyton y terminando por la literatura romántica, con nombres como Julia Quinn, Eloisa James, Mary Balogh, rematando todo con la guinda de la saga de los Cynster, buque insignia de Stephanie Laurens... Todas están en La pequeña librería de los corazones solitarios.
Entonces, lo que Annie Darling ha imaginado y creado en la novela está de alguna manera influenciado e inspirado por estas maravillosas y mágicas escritoras: maravillosas por sus historias, y mágicas por hacer que lectores diversos y distintos seamos capaces de unirnos y compartir todos los sentimientos que emanan y fluyen hacia nosotros a través de personajes que no mueren con la primera historia, sino que se reencarnan una y otra vez para nuestro disfrute y deleite. Por ello, descubrimos en La pequeña librería de los corazones solitarios un microcosmos donde confluimos todos aquellos que admiramos (o sería más adecuado decir amamos) la novela romántica.
Después del alegato romántico (cuando se me infla la vena es un no parar reivindicativo), y centrándome en el libro, diré que en él encontramos todos los ingredientes (y más) que conforman y configuran una gran historia.
Posi Morland es una bella durmiente acomodada en sus libros y desapegada de la realidad que debe despertar para crecer y fluir por el mundo. Está adormecida desde el accidente de sus padres, quienes trabajaban en la librería Marcapáginas, su único hogar. Una vez acaecido el deceso, Posi y su hermano Sam quedan huérfanos pero no desamparados, pues la familia Thorndyke se ocupa de ellos, tratando de mantener la calidez hogareña que les suponía la librería.
Cuando muere Lavinia Thorndyke, matriarca del clan, Posi debe despertar, pues en cierto modo su aparte ha terminado; debe pasar a la acción y hacerse responsable de su vida y de la de su hermano. Para añadirle más presión y peso a su carga, también debe pensar en los empleos de Verity, Nina y Tom, ya que la relación laboral ha sido traspasada por una relación de amistad y familiaridad... Y es que Lavinia le ha dejado Marcapáginas, una librería en horas bajas que no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos.
A pesar de lo anterior, Posi no estará sola. Queriéndolo o no, estará acompañada en todo su proceso de cambio y redirección por Sebastian, nieto de la matriarca Thorndyke. Cambiándole el color chocolate puro de los ojos por unos de color verde, este Sebastian me recuerda tanto a Sylvester Sebastian Cynster, de Diablo... y esto mismo le ocurre a nuestra protagonista, pues a pesar de todos los tiras y aflojas con el susodicho, no para de fantasear e imaginar historias más bien tórridas a estilo Regencia. Así pues, vemos cómo al tiempo que suben los decibelios en sus discusiones y desacuerdos, también suben los tonos en sus representaciones mentales.
Todo este caldo de cultivo se va calentado para que, al final, pase lo que debe pasar, lo que ocurre en toda buena novela romántica que se precie: el amor, debe abrirse paso a pesar de todos los obstáculos y prejuicios, creciendo y fortaleciéndose en el trascurrir de las páginas.
Aun así, La pequeña librería de los corazones solitarios no es solamente una novela romántica; es una novela donde el romanticismo impregna el ambiente, pero en la que también encontramos otros valores que compiten con él, como la comicidad y la ironía, la amistad y la fraternidad, el encaje social, la superación, la luminosidad, el positivismo, el color y algunos más que dejo para que los descubra el lector.
Todo esto me dice y me confirma que las buenas novelas románticas no son un género menor, pues se debe haber leído mucho y variado para poder tejer y construir historias que traspasen las páginas y se instalen y perduren en las memorias de los que afortunadamente las han leído.
A pesar de lo anterior, Posi no estará sola. Queriéndolo o no, estará acompañada en todo su proceso de cambio y redirección por Sebastian, nieto de la matriarca Thorndyke. Cambiándole el color chocolate puro de los ojos por unos de color verde, este Sebastian me recuerda tanto a Sylvester Sebastian Cynster, de Diablo... y esto mismo le ocurre a nuestra protagonista, pues a pesar de todos los tiras y aflojas con el susodicho, no para de fantasear e imaginar historias más bien tórridas a estilo Regencia. Así pues, vemos cómo al tiempo que suben los decibelios en sus discusiones y desacuerdos, también suben los tonos en sus representaciones mentales.
Todo este caldo de cultivo se va calentado para que, al final, pase lo que debe pasar, lo que ocurre en toda buena novela romántica que se precie: el amor, debe abrirse paso a pesar de todos los obstáculos y prejuicios, creciendo y fortaleciéndose en el trascurrir de las páginas.
Aun así, La pequeña librería de los corazones solitarios no es solamente una novela romántica; es una novela donde el romanticismo impregna el ambiente, pero en la que también encontramos otros valores que compiten con él, como la comicidad y la ironía, la amistad y la fraternidad, el encaje social, la superación, la luminosidad, el positivismo, el color y algunos más que dejo para que los descubra el lector.
Todo esto me dice y me confirma que las buenas novelas románticas no son un género menor, pues se debe haber leído mucho y variado para poder tejer y construir historias que traspasen las páginas y se instalen y perduren en las memorias de los que afortunadamente las han leído.
Annie Darling vive en un apartamento diminuto de Londres, el cual está lleno de pilas
de libros. Sus dos grandes pasiones son las novelas románticas y Mr.
Mackenzie, su gato británico de pelo corto.
¡Hola!
ResponderEliminarTiene muy buena pinta y cuanto más oigo hablar de la novela más me apetece leerla. Primero por ese proyecto de sacar adelante la librería y segundo por ese romance al más puro estilo de Elizabeth y Mr Darcy jajaja me recuerdan mucho a ellos :D
¡besos!
Parece una historia maravillosa para disfrutar tranquilamente saboreando las palabras y la historia. La tenía ya en mi lista de deseos
ResponderEliminarUn beso
Lo de la librería pues es un cebo pero en este caso creo que no voy a picar. Que el genero romántico no es menor está claro, dentro de él hay como en todas partes cosas muy buenas, otras no tan buenas y otras infumables. Como siempre es una cuestión de gustos. A mí es un género que no me suele gustar, demasiadas promesas y demasiado parecerse unas historias a otras por lo que solo voy si veo algo muy diferente que me atraiga y no es el caso.
ResponderEliminarMe alegro de que tú lo hayas pasado en grande con la lectura.
Besos
Lo he leído la semana pasada y me ha parecido una novela entretenida ideal para los amantes del género romántico.
ResponderEliminarBesos
Hola guapa, la verdad es que esta novela me habría encantado hace una década, en que me dio por la novela romántica y estuve bastante enganchado durante un tiempo, pero ahora mismo estoy desinflada, así que lo dejo pasar... menos mal, porque cada vez que me paso por aquí es un peligro, jeje...
ResponderEliminarUn besazo
No suelo leer mucha novela romántica. Hace unos años sí que leía mucha, pero quedé un poco saturada. Aunque nunca es tarde para retomar el género :)
ResponderEliminarBesos!
Menos mal que has dicho que no es solamente una novela romántica, porque ya estaba poniendo caras, jajajaja. No pinta mal, si el tiempo acompaña, la tendré en cuenta antes que acabe el veranito.
ResponderEliminarBesitos cielo.
Aunque el titutí es una preciosidad y muy tentador para cualquier lector yo no soy nada de romanticismo,la verdad es que nunca lo he sido,ni en cuanto a lecturas ni anivel personal.
ResponderEliminarUn beso
Pues yo también soy una loca del género romántico y que además aparezca una librería de por medio y mucho amor por los clásicos, no hace más que aumentar mis ganas de leerlo. Anotado ;)
ResponderEliminarBesitos
Hello M.B,
ResponderEliminarNo soy muy de romántica, pero como todo transcurre en una librería ya me hace algo de tilín... y es que últimamente estoy muy "tonta", La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey, El guardián de los objetos perdidos.... ayyyy... tonta, pero muy tonta,,,
De hecho me apunté a un sorteo que las chicas del Salón de té Jane Austen habían organizado, pero ayer salió la ganadora y no fui yo, aunque sí lo ganó otra mallorquina...
Un saludote!!
Pues me lo apunto para aquellos momentos en los que me apetece una historia de este género. Que ya veo que aparte de romanticismo, hay algo más.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mí la verdad es que el género no me va nada de nada así que lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos.
Yo tampoco soy muy afín con el género y en esta época necesito otro tipo d lecturas.
ResponderEliminarUn beso ;)
Pues reúne los ingredientes que podrían gustarme aunque el romanticisimo no siempre acierta conmigo pero en este caso creo que si lo haría
ResponderEliminarUn beso!
A pesar de que soy hombre y se supone que no me debería interesar, tengo que reconocer que lo ha hecho y mucho. Gracias por la recomendación porque me gusta y me la llevo.
ResponderEliminarLa novela romantica no es lo mio, así que no se si me dejaré convencer... Veremos si se cruza en mi camino y entonces decidiré si la leo o no. Besinos.
ResponderEliminarESta vez no me atrae, no me va el género.
ResponderEliminarPero tampoco conocía este título, a´si que mira, no hay mal que por bien no venga.
Besosssss.
La leería, ya lo creo. Me gusta lo que nos cuentas de esta novela. Besos.
ResponderEliminarNo soy muy de género romántico aunque, qué quieres que te diga, lo del título ya me resulta tentador. No te diré ni que sí ni que no. El destino decida ejeje. Besos
ResponderEliminarTiene una portada maravillosa, pero esta no la veo tan atractiva para mí. El romanticismo me cuesta y aunque tenga otros temas la voy a dejar pasar.
ResponderEliminarBesos
Me gusta que no sea solo una novela romántica, y creo que como dices, no te tiene que menospreciar al género. Sin duda, la leería. Besos
ResponderEliminarLo del entorno libresco me llama mucho, aunque que la trama esté centrada básicamente en lo romántico no me atrae. Me alegro que te haya dejado tan buen sabor de boca.
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola!
ResponderEliminarA mí es decirme "Librería" y convencerme. Sin embargo, me da un poco de miedo ya que, últimamente, la mayoría de las novelas románticas a las que me he acercado me han parecido predecibles y estereotipadas. Si me animo con esta, iré con pies de plomo.
Un beso
Hum, me hubiera llamado si diera más importancia al amor por los libros, pero por lo que contais, se centra en el romance, y es un romance bastante sencillito, así que lo voy a dejar pasar.
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