Título original: Meet me at the museum
Autora: Anne Youngson
Editorial: Maeva
Traducción: Álvaro Abella Villar
Páginas: 248
Fecha de publicación: septiembre 2019
Encuadernación: cartoné
Precio: 20 euros
Diseño de cubierta: Opalworks
A veces hace falta que un extraño te muestre quién eres...
Una novela epistolar tan inolvidable como 84, Charing Cross Road, sobre las pequeñas alegrías y las sorpresas cotidianas, pero también sobre la pérdida y las vidas que no elegimos.
Tina,
una granjera inglesa, esposa y madre, acaba de perder a Bella, su mejor
amiga; Anders, conservador de un museo arqueológico en Dinamarca,
enviudó hace años. Aunque no se conocen, su nexo de unión es el hombre
de Tollund, un hombre prehistórico que se exhibe en el museo donde
trabaja Anders y que Tina siempre quiso visitar junto a Bella. Tina
envía una carta al museo sin esperar una respuesta,
pero sorprendentemente esta llega, y así empieza una correspondencia en
la que Anders y ella compartirán reflexiones y sentimientos y en la que
pondrán al descubierto cómo es la vida que llevan. De un modo pausado y
lleno de delicadeza, Tina y Anders se hacen amigos.
Sentí, mientras hablaba, que la Edad del Hierro y los romanos se movían a mi alrededor, ocupados en cocinar, lavar y crear objetos domésticos, igual que yo. Como si se pudiera estar a la vez dos mil años en el pasado, pero también dos mil años en el futuro...
En Nos vemos en el museo, Anne Youngson nos sumerge en una novela epistolar y cercana, en la que dos personas, desconocidas y distantes en el espacio, entablan una relación terapéutica y liberadora a través de sus cartas y, al tiempo que profundizan en los pensamientos, miedos o decisiones mutuas, recorren un camino hacia el interior de su propia realidad y existencia. Es una historia de toma y daca (ahora yo te cuento y tú me contestas, y viceversa), en la que se nos revela el modo en que las palabras son de alguna forma el camino y la vía hacia ellos mismos y hacia los demás.
Tina Hopgood vive en su granja de East Anglia, Inglaterra. Un día, debido a un triste suceso en su vida, le envía una carta manuscrita de lo más extraña al profesor Glob, del Museo de Silkeborg en Dinamarca. Recibe una respuesta a los pocos días, y este será el comienzo de una relación en la que los protagonistas se abren, cuentan y ofrecen un poco de sí mismos en cada una de sus cartas, que incluyen comentarios
y confesiones que más parecen realizados a un terapeuta, y que ayudan a
profundizar y entender las causas y las consecuencias que han construido
sus vidas a lo largo de los años.
Es una de las cosas que no descubrí hasta después de casarnos, que mi marido no le veía sentido a la lectura, y me pregunté cómo íbamos a poder vivir juntos siendo tan diferentes.
Uno de los puntos más interesantes de la novela es el modo en que evoluciona la forma de tratarse entre ellos conforme se van conociendo y contando sus intimidades. Así que si nos fijamos en la forma de saludar de Anders Larsen (pues así se llama el remitente que contestó a la primera carta y que es el Conservador del Museo de Silkeborg, Dinamarca), pasamos de Estimada señora Hopgood a Querida señora Hopgood, de ahí a Mi querida Tina, luego Querida Tina para terminar con Querídisima Tina. Por su parte, las despedidas empiezan por Saludos, avanzan a Con mis mejores deseos, evolucionan a Gracias por compartirla conmigo, para derivar en Tu amigo, Con amor o Con mi amor, siempre. Y lo mismo ocurre con la señora T. Hopgood, aunque eso no os lo pongo y solo os lo dejo caer por si os pica la curiosidad como a mí.
A través de la diferente correspondencia vemos como dos desconocidos dejan de serlo; comparten sus rutinas, sus sueños, sus profesiones, sus estados de ánimo, sus familias...
Nadie salía de ninguna de las casas. Este es un buen barrio, conozco a mis vecinos y me caen bien, pero ahí plantado, pensando en ti, en tu granja, imaginando cómo sería un asentamiento de la Edad de Hierro, pensé en lo reservados que nos hemos vuelto todos.
Y es que, a pesar de sus trabajos, allegados o vecinos, nuestros protagonistas encuentran en su remitente a ese amigo-confidente al que se le puede revelar todo, que siempre está ahí, que responde a tus preguntas, dudas y anhelos, que se entristece por lo malo que te ocurre al igual que también celebra contigo lo bueno que te sucede.
Tina Hopgood y Anders Larsen han encontrado el canal para que sus mensajes más íntimos (esos que no se atrevían a desvelar a nadie) encuentren una voz que los escuche, los comprenda y les ofrezca la objetividad que una tercera persona, desconocida y lejana en la distancia, puede darles.
En Nos vemos en el museo disfrutamos de este formato tan peculiar, cercano e íntimo que es el epistolar, y gozamos de una prosa bella y elegante. También recorremos diferentes lugares de Gran Bretaña y Dinamarca, viajamos a la Edad de Hierro por medio de distintos yacimientos arqueológicos, vivimos los pasados y presentes de los protagonistas y también atisbamos algo de sus futuros.
En todo este tiempo no ha habido nada en mi maletín más que cosas para el trabajo, comida y noticias sobre gente que no conozco y a la que nunca conoceré. Hoy está tu carta.
Anne Youngson nos regala una novela profunda, un análisis de la cotidianidad que los diferentes sentidos recogen y las palabras interpretan.
Una novela preciosa.
Antes de dedicarse a la escritura, Anne Youngson
trabajó durante muchos años en puestos de dirección en la industria
automovilística. La autora vive en Oxfordshire, y tiene dos hijos y
tres nietos. Su primera novela, Nos vemos en el museo, que Anne Youngson comenzó a escribir a los setenta años, ha sido un sorprendente éxito que se publicará en varios países.
¡Hoooola!
ResponderEliminarAy pues tengo debilidad por las novelas epistolares y encima si esta va de una amistad que se desarrolla puramente a través de cartas... ay si si, me has convencido totalmente jaja :D
La verdad es que este tipo de novelas en las que los personajes desnudan sus almas y encuentran en el otro un confidente me encantan ^^
¡besos!
Buenas tardes, Inquilinas:
ResponderEliminarTengo el libro desde que salió, ¿podéis creer que aún no lo he leído? No será por falta de ganas :)
Un abrazo y feliz semana!!
Con leer epistolar y 84, Charing Cross Road ya la tenía prácticamente apuntada y tras leer la reseña completa no me cabe duda que esta es para mí.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta lo que nos cuentas y tiene pinta de ser una novela interesantes que se tiene que leer bastante rápido gracias por el descubrimiento a ver y de aquí en adelante voy encontrando más huecos lectores
ResponderEliminarHola MB la verdad es que sí, recuerda a 84 Charing Cross Road y tiene muy buena pinta. Me lo apunto...
ResponderEliminarUn besazo
Lo tengo en la estantería pendiente desde hace tiempo. Me parece que no va a tardar mucho en caer que me habéis dejado con ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
No lo conocía, pero creo que puede ser una lectura interesante. Tomo nota. Gracias. Besos.
ResponderEliminarHola. Siempre me he imaginado que sería una sencilla historia sin más. Pero es más profunda y tiene miga. Me gusta la idea aunque no tanto el estilo epistolar. Solo de vez en cuando hago excepciones como con la del pastel de patata. Ya lo tenía en la lista pero no sé cuándo le tocará
ResponderEliminarBesos
¡Hola! Me encantan este tipo de novelas, por lo que me lo llevo apuntado. Muchas gracias por la reseña. ¡Un beso!
ResponderEliminarSiempre me ha tirado un poco para atrás la novela epistolar, no termino de conectar, pero al ir leyendo las citas que has escogido me ha dado curiosidad.
ResponderEliminarUn beso ;)
Tomo nota del título que las novelas epistolares me gustan mucho. Esta, por lo que cuentas, me recuerda a 84 Charing Cross Road, que me encantó.
ResponderEliminar¡Besos!
Hola, me gusta mucho la novela epistolar (será mi vena cotilla) y tras disfrutar un montón con 84, Charing Cross Road, Estoy segura que esta también me gustará. Besinos.
ResponderEliminarAy, este formato es mi debilidad. Me tengo que hacer con ella sí o sí. ¡Un besote!
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