Título original: The legacy
Autora: Katherine Webb
Editorial: Lumen
Páginas: 488
Traducción: Aurora Echevarría
Fecha publicación original: marzo 2011
Fecha esta edición: 2012
Fecha esta edición: 2012
Encuadernación: Tapa dura
Precio: 5,95 euros
Erica y Beth Calcott son hermanas, pero no es mucho lo que comparten, y parece imposible que cumplan las últimas voluntades de la abuela, que les ha dejado en herencia una gran casa en la campiña inglesa con la condición de que las dos vivan juntas. Sin saber bien qué hacer, Erica y Beth deciden pasar unas vacaciones de Navidad en la mansión...
Es ahí, en ese caserón lleno de altillos y sótanos, donde la memoria de las hermanas se despierta y poco a poco va revelándose una historia misteriosa que empezó hace casi cien años, cuando una mujer desesperada dejó las praderas americanas para volver a Inglaterra, llevando consigo algo más que unas maletas.
Erica quiere saber, Beth quiere olvidar, y el aire se llena de imágenes lejanas... Cabalgando entre el hoy y el ayer, El legado nos lleva a revisar ciertos recuerdos como si fueran juguetes antiguos y a entender que a veces la verdad pura y dura puede devolvernos el placer de vivir.
Es ahí, en ese caserón lleno de altillos y sótanos, donde la memoria de las hermanas se despierta y poco a poco va revelándose una historia misteriosa que empezó hace casi cien años, cuando una mujer desesperada dejó las praderas americanas para volver a Inglaterra, llevando consigo algo más que unas maletas.
Erica quiere saber, Beth quiere olvidar, y el aire se llena de imágenes lejanas... Cabalgando entre el hoy y el ayer, El legado nos lleva a revisar ciertos recuerdos como si fueran juguetes antiguos y a entender que a veces la verdad pura y dura puede devolvernos el placer de vivir.
"La historia es un incesante volver a empezar"
Tucídides
Tucídides
En El legado, Katherine Webb narra una historia utilizando diversas combinaciones temporales e intercalando presente y pasado en sus capítulos: los referidos al tiempo presente van enumerados y los referidos al tiempo pasado van titulados. Por tanto en la práctica tenemos como si fueran dos libros distintos, con dos argumentos diferentes, que se van entremezclando a lo largo de las páginas para construir una sola novela.
Así pues estamos a principios del siglo XX, concretamente en 1902. Caroline Fitzpatrick es una señorita neoyorquina con todo el bagaje y educación que representan a la clases superiores de su ciudad, pero el amor cambiará todo su mundo. Lo que ella ha vivido, conocido o aprendido en Nueva York será todo cuanto podrá utilizar para adaptarse o no a su nuevo hogar, un rancho, cuyo pueblo más cercano, Woodward (Oklahoma), está todavía en pleno desarrollo.
Conforme vamos avanzando en su biografía se nos revela si ha sido capaz de utilizar todos los conocimientos que llevaba en su equipaje, convirtiéndose así en una auténtica pionera, dura y recia, o si fracasa estrepitosamente absorbida por la situación y las personas que forman parte de ella.
Esa es la una de las dos historias que Webb nos narra en este libro. La otra está encuadrada en el presente; la protagonizan Beth y Erica, las hermanas Calcott, que han heredado de su abuela Meredith la mansión de Storton Manor, situada en la campiña inglesa. Pero esa herencia está condicionada, pues deben permanecer las dos juntas durante un año en Storton Manor si es que quieren entrar en posesión de su la misma.
Tras decidir vivir juntas durante un año en la mansión, Erica, la menor de las dos hermanas, será la encargada de hilar y unir las dos historias, intentando construir todos los puentes, pasados y presentes. Se dedicará a desempolvar, literal y metafóricamente, los baúles pertenecientes a las mujeres de su familia, pues son estas, con sus actos conscientes o inconscientes, las que han influido irremediablemente en las generaciones venideras. Desempolvando sus vidas recompondrá todas las piezas que han marcado a la saga familiar, especialmente las vidas de su bisabuela y abuela, pues sus silencios, sus personalidades, toda percepción que tenía de ellas, provienen de su infancia a través de unos recuerdos confusos y desdibujados.
Todos los actos de sus antepasadas han marcado de un modo u otro a todos aquellos que en algún momento han formado parte de sus vidas: maridos, hijos, nietos, bisnietos, vecinos... y puesto que en ningún momento rectifican y reconducen sus vidas, vemos cómo su historia se convierte en un bucle que se transmite y se hereda de generación en generación. Erica es la única dispuesta a "remangarse", pues ella es la que tiene las dosis necesarias de valentía para descubrir y afrontar todos los misterios, pasados y presentes, protagonizados unos por sus antepasadas y otros por su propia hermana y ella misma, y que son los que no cesan de enredar y asfixiar a su familia.
Con el único y firme propósito de poder en el futuro ser dueñas de su destino vemos avanzar la trama de Erica y Beth. Si lo consiguen o no, lo descubriremos conforme vayamos evolucionando con la lectura.
Todo el libro es hilado en los tiempos en que les ha tocado vivir a nuestras diferentes protagonistas, desde principios del siglo XX hasta la época actual. La historia está narrada de una manera sencilla y amena, enriquecida con unas bonitas descripciones que nos van posicionando en las distintas localizaciones. Aunque el libro tiene unas cuatrocientas ochenta páginas se lee muy rápido, pero la profundidad psicológica de los personajes está desarrollada de forma un tanto irregular; realmente solo podemos vislumbrar psicológicamente a dos de ellos, Caroline y Erica. Sobre los demás podemos intuir algún rasgo de su personalidad por indicios o actitudes, pero nunca llegamos a tener un retrato profundo de sus motivaciones.
Sobre la trama que Webb ha urdido para los misterios, se podría decir que el del pasado está meridianamente claro, pero que el del presente, a mi juicio, es bastante inverosímil, y lo que propone la autora, sus excusas y explicaciones, no me convencen nada. A pesar de esto, reconozco que el final me ha pillado por sorpresa, ni lo esperaba ni lo había anticipado de acuerdo a las premisas que la narradora de la historia, Erica, me había facilitado.
En definitiva, al principio del libro no me vi absorbida por la historia, e incluso pensé que no me iba a gustar, pero conforme avanzaba en su lectura mi opinión ha ido cambiando, y al final he disfrutado del paseo por las distintas localizaciones y ambientes propuestos por Katherine Webb.
Katherine Webb nació en Kent en 1977 y se crió en la campiña de Hampshire, una región llena de mansiones parecidas a las que describe en su novela. Tras licenciarse en Historia en la Universidad de Durham, trabajó de librera, camarera, vendedora de disfraces y de doncella en una casa. Actualmente vive en una pequeña casa de campo en Newbury, Berkshire.
El legado es su séptima novela, la cual, por su calidad y atmósfera envolvente, ha sido comparada con El cuento número trece de Diane Setterfield. Es la primera obra que la autora se atrevió a someter al juicio de un editor inglés. El entusiasmo de la editorial Orion fue inmediato y ahora Webb ya es una de las escritoras de más éxito en Inglaterra.
El legado es su séptima novela, la cual, por su calidad y atmósfera envolvente, ha sido comparada con El cuento número trece de Diane Setterfield. Es la primera obra que la autora se atrevió a someter al juicio de un editor inglés. El entusiasmo de la editorial Orion fue inmediato y ahora Webb ya es una de las escritoras de más éxito en Inglaterra.
Miss Bingley