Título original: The vampyre
Autor: John William Polidori
Editorial: Planeta
Traducción: No especificado en la edición
Prólogo: Mariana Enríquez
Páginas: 96
Fecha publicación original: 1819
Fecha esta edición: 2010
Fecha esta edición: 2010
Encuadernación: rústica
Precio: 13,90 euros Ilustración de cubierta: Miguel Ángel Chávez Villalpando/Alma Julieta Núñez Cruz
Quien más y quien menos sabe que este año se celebra el 200 aniversario de la publicación de Frankenstein, de Mary Shelley, y también quien más y quien menos conoce la historia de cómo fue concebida la historia la noche del 18 de junio de 1816. Me atrevo a añadir que también es de sobra conocida la presencia aquella noche en Villa Diodati de Percy Shelley y de lord Byron, que también formaban parte de esa particular apuesta e intentaron dar igualmente forma a un relato de terror o de fantasmas.
Sin embargo, yo hoy vengo a reinvidicar al otro personaje que estaba presente aquella noche, a ese que suele pasar totalmente desapercibido y al que, sin embargo, los amantes del género de terror en general, y de la figura del vampiro en particular, se lo debemos todo. Y cuando digo todo, me refiero a todo. John W. Polidori, médico personal de Byron, también concibió aquella noche otro relato de terror gótico fundamental, primigenio y fundacional para la literatura de terror tal y como la conocemos hoy en día: El vampiro.
¿A qué me refiero exactamente? Antes de este relato que hoy os traigo, el vampiro era un mero monstruo de dos patas y colmillos, nada humano, que formaba parte del folclore popular y las supersticiones orales, y que jamás había sido plasmado sobre el papel. Polidori creó un vampiro muy diferente, y al hacerlo pasó a formar parte de la historia de la literatura por dos razones.
La primera, porque El vampiro es el primer cuento de no muertos publicado en lengua inglesa. La segunda, porque creó la figura del vampiro romántico, caballero o aristócrata, atractivo, misterioso... esa figura que hoy damos por sentada y que tan asimilada tenemos no solo literariamente hablando, sino visualmente en otros medios como el cine y la televisión. No, no fue creada por Bram Stoker, como mucha gente cree, sino por Polidori, y además muchas décadas antes del famoso Drácula. Creó un arquetipo de personaje que ha perdurado durante siglos y que a día de hoy sigue vigente y reinventándose.
Encima, injustamente y por motivos publicitarios, durante algún tiempo los editores promocionaron este relato como obra de lord Byron, que ya era muy famoso en la época (por su libertinaje, entre otras cosas), y no fue hasta tiempo después que su verdadera autoría se desveló (en defensa de Byron hay que decir que se apresuró en desmentir que él fuese el autor). Aun así, muchos amantes de la novela de terror o de vampiros siguen desconociendo los orígenes del vampiro que tanto les entusisma, y como yo soy un poco abogada de los pobres (o eso me han llamado siempre en mi casa), aquí me tenéis, recomendando que lo leáis porque, al hacerlo, estaréis asistiendo al nacimiento de un mito literario... y porque Polidori se lo merece. Punto pelota xD.
¿La historia? En la adinerada vida social de Londres aparece un extraño conde, atractivo, misterioso, que atemoriza a los hombres y encandila a las mujeres, aunque a él solo le interesan las mujeres virtuosas e inocentes, a las que seduce hasta hacerles caer en desgracia. Su nombre, lord Ruthven. Al tiempo aparece en escena Aubrey, un joven huérfano enfermo de romanticismo que, intrigado por la personalidad de lord Ruthven, cuando se entera de que este tiene planeado un viaje por Europa, insiste en acompañarlo... Pero lo que sucede en ese viaje condiciona y destroza para siempre la vida de Aubrey conforme va siendo consciente de quién (o más bien qué) es en realidad lord Ruthven.
Además tiene su punto chismoso, y es que se albergan pocas dudas en cuanto a que Polidori se basó en lord Byron para crear a este ser cruel y egoísta que usaba a las mujeres a su antojo sin remordimiento alguno. Polidori era el médico personal de Byron pero no parece que sintiese mucho afecto por él; más bien al contrario, y como pasa siempre con muchas cosas, algo tan aparentemente nimio en un principio como esta visión negativa sobre una persona contra la que estaba resentido, se convirtió en todo un éxito traducido a varios idiomas y con adaptación teatral incluida que a día de hoy seguimos viendo y leyendo metamorfoseado en muchas cepas diferentes.
¿Adónde quiero llegar? A que hay que leerlo al menos una vez en la vida. Sí, ya sabemos que ante el Frankenstein de Mary Shelley, este relato de apenas 65 páginas parece poca cosa, pero oigan ustedes, que si Shelley creó al moderno Prometeo y a su monstruo, Polidori creó al vampiro romántico, gótico y aristocrático por excelencia, ese que hacía que a las mujeres se les cayesen las ropas blancas del gustirrinin y que corrompía la virtud con solo una mirada... ese que, a base de exprimirlo hasta la saciedad, sigue dando de comer a mucha gente... ese que (sí, reconozcámoslo) sigue fascinando y encendiendo la imaginación de muchas personas (iba a poner otro verbo, pero soy una inquilina de Netherfield y debo expresarme fisnamente y con propiedad).
En resumen (aunque creo que ha quedado claro porque soy muy pesada): que Polidori se merece un respeto y un reconocimiento por el sillón que ocupó aquella noche en Villa Diodati entre tanto genio de la literatura, y porque además consiguió algo que dos de ellos, Byron y Percy Shelley, literatos célebres, no consiguieron: crear un personaje literario inmortal. Que eso está al alcance de muy pocos, señorías. Muy pocos. Y los lectores a veces tenemos muy mala memoria y se nos olvida darle al César lo que es del César, y no nos preocupamos por conocer los orígenes de la literatura que leemos. Polidori también existe. Team Polidori :)
Postdata 1. Mi edición ya tiene sus años, así que a día de hoy creo que es más fácil encontrar esta historia en recopilaciones de relatos y cuentos de vampiros que individualmente. De todos modos supongo que, al estar libre de derechos, tiene que andar por internet sin problemas disponible para su lectura :)
Postdata 2. Leedlo xD.
Postdata 3. Añadida de última hora tras lectura pre-posteo inminente: siento de veras que a veces me salgan estas reseñas tan groupies, no puedo evitarlo.
Sin embargo, yo hoy vengo a reinvidicar al otro personaje que estaba presente aquella noche, a ese que suele pasar totalmente desapercibido y al que, sin embargo, los amantes del género de terror en general, y de la figura del vampiro en particular, se lo debemos todo. Y cuando digo todo, me refiero a todo. John W. Polidori, médico personal de Byron, también concibió aquella noche otro relato de terror gótico fundamental, primigenio y fundacional para la literatura de terror tal y como la conocemos hoy en día: El vampiro.
¿A qué me refiero exactamente? Antes de este relato que hoy os traigo, el vampiro era un mero monstruo de dos patas y colmillos, nada humano, que formaba parte del folclore popular y las supersticiones orales, y que jamás había sido plasmado sobre el papel. Polidori creó un vampiro muy diferente, y al hacerlo pasó a formar parte de la historia de la literatura por dos razones.
La primera, porque El vampiro es el primer cuento de no muertos publicado en lengua inglesa. La segunda, porque creó la figura del vampiro romántico, caballero o aristócrata, atractivo, misterioso... esa figura que hoy damos por sentada y que tan asimilada tenemos no solo literariamente hablando, sino visualmente en otros medios como el cine y la televisión. No, no fue creada por Bram Stoker, como mucha gente cree, sino por Polidori, y además muchas décadas antes del famoso Drácula. Creó un arquetipo de personaje que ha perdurado durante siglos y que a día de hoy sigue vigente y reinventándose.
Encima, injustamente y por motivos publicitarios, durante algún tiempo los editores promocionaron este relato como obra de lord Byron, que ya era muy famoso en la época (por su libertinaje, entre otras cosas), y no fue hasta tiempo después que su verdadera autoría se desveló (en defensa de Byron hay que decir que se apresuró en desmentir que él fuese el autor). Aun así, muchos amantes de la novela de terror o de vampiros siguen desconociendo los orígenes del vampiro que tanto les entusisma, y como yo soy un poco abogada de los pobres (o eso me han llamado siempre en mi casa), aquí me tenéis, recomendando que lo leáis porque, al hacerlo, estaréis asistiendo al nacimiento de un mito literario... y porque Polidori se lo merece. Punto pelota xD.
¿La historia? En la adinerada vida social de Londres aparece un extraño conde, atractivo, misterioso, que atemoriza a los hombres y encandila a las mujeres, aunque a él solo le interesan las mujeres virtuosas e inocentes, a las que seduce hasta hacerles caer en desgracia. Su nombre, lord Ruthven. Al tiempo aparece en escena Aubrey, un joven huérfano enfermo de romanticismo que, intrigado por la personalidad de lord Ruthven, cuando se entera de que este tiene planeado un viaje por Europa, insiste en acompañarlo... Pero lo que sucede en ese viaje condiciona y destroza para siempre la vida de Aubrey conforme va siendo consciente de quién (o más bien qué) es en realidad lord Ruthven.
Su semblante tenía un tono lívido, mortal. Jamás se coloreaba con un tinte rosado, ni por el rubor de la modestia ni por la fuerte emoción de la pasión; sin embargo, sus facciones y su perfil eran bellos. Muchas damas, de esas que andan siempre en busca de notoriedad, trataban de conquistar sus atenciones y conseguir al menos algunas señales de afecto de este visitante.Como ya he comentado varias veces es un relato, con lo que se lee tranquilamente en quince minutos, pero os aseguro que tiene su planteamiento, su nudo y su desenlace perfectamente estructurados y contando una historia completa sin fisuras. Y sí, sé que leyéndolo a día de hoy pensaréis "pues si esto ya lo hemos leído de muchas maneras diferentes y no tiene nada de novedoso". ¡Nonononono! Este relato fue lo novedoso, el origen de todo, y lo que nos ha llegado con mucha más fanfarria y notoriedad, lo que vino después, es lo que otros escribieron basándose en el personaje y las características que le definen creados en este relato.
Además tiene su punto chismoso, y es que se albergan pocas dudas en cuanto a que Polidori se basó en lord Byron para crear a este ser cruel y egoísta que usaba a las mujeres a su antojo sin remordimiento alguno. Polidori era el médico personal de Byron pero no parece que sintiese mucho afecto por él; más bien al contrario, y como pasa siempre con muchas cosas, algo tan aparentemente nimio en un principio como esta visión negativa sobre una persona contra la que estaba resentido, se convirtió en todo un éxito traducido a varios idiomas y con adaptación teatral incluida que a día de hoy seguimos viendo y leyendo metamorfoseado en muchas cepas diferentes.
¿Adónde quiero llegar? A que hay que leerlo al menos una vez en la vida. Sí, ya sabemos que ante el Frankenstein de Mary Shelley, este relato de apenas 65 páginas parece poca cosa, pero oigan ustedes, que si Shelley creó al moderno Prometeo y a su monstruo, Polidori creó al vampiro romántico, gótico y aristocrático por excelencia, ese que hacía que a las mujeres se les cayesen las ropas blancas del gustirrinin y que corrompía la virtud con solo una mirada... ese que, a base de exprimirlo hasta la saciedad, sigue dando de comer a mucha gente... ese que (sí, reconozcámoslo) sigue fascinando y encendiendo la imaginación de muchas personas (iba a poner otro verbo, pero soy una inquilina de Netherfield y debo expresarme fisnamente y con propiedad).
En resumen (aunque creo que ha quedado claro porque soy muy pesada): que Polidori se merece un respeto y un reconocimiento por el sillón que ocupó aquella noche en Villa Diodati entre tanto genio de la literatura, y porque además consiguió algo que dos de ellos, Byron y Percy Shelley, literatos célebres, no consiguieron: crear un personaje literario inmortal. Que eso está al alcance de muy pocos, señorías. Muy pocos. Y los lectores a veces tenemos muy mala memoria y se nos olvida darle al César lo que es del César, y no nos preocupamos por conocer los orígenes de la literatura que leemos. Polidori también existe. Team Polidori :)
Postdata 1. Mi edición ya tiene sus años, así que a día de hoy creo que es más fácil encontrar esta historia en recopilaciones de relatos y cuentos de vampiros que individualmente. De todos modos supongo que, al estar libre de derechos, tiene que andar por internet sin problemas disponible para su lectura :)
Postdata 2. Leedlo xD.
Postdata 3. Añadida de última hora tras lectura pre-posteo inminente: siento de veras que a veces me salgan estas reseñas tan groupies, no puedo evitarlo.
No lo he leído, pero me has dejado con ganas, voy a ver si me hago con él.
ResponderEliminarBesos
Hola, preciosa!! Descubrí esta historia en el año 92, y para mí fue el preludio del gran D de Bram Stoker. Vale mucho la pena leerla, y disfrutarla. Un beso!!
ResponderEliminarAy madre mía, ya me estás picando... y sí, al ser tan corto lo leeré. Ahora mismo voy a buscarlo por la red a ver si lo encuentro.
ResponderEliminarUn besazo
Me parece una lectura súper interesante, así que otra que se va a la lista, ¡esto es un no parar!
ResponderEliminarUn beso
Me encanta cuando te sale la vena reivindicativa, y te da ese punto fan, jeje. De Polidori sabía por el libro de Ospina pero la verdad es que nunca me dio por buscarlo y leerlo. Visto lo visto habrá que poner remedio y hacer caso de tu ferviente recomendación. Me ha hecho gracia la sutileza de las ropas blancas, jajaja.
ResponderEliminarBesos
A mi me encantan tus reseñas groupies jajaja Desconocía totalmente el origen del vampiro romántico así que me has dejado con muchas ganas. Te haré caso y lo buscaré ;)
ResponderEliminarBesitos
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía la historia del autor de este libro pero ahora me ha entrado mucha más curiosidad por leerlo, y eso que ya sabía yo que este relato existía y que debería de leerlo por lo menos una vez en la vida. Me lo has recordado jaja ahora creo que caerá pronto.
¡besos!
No me queda más remedio que leerlo con esta reseña!!!
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues me encanta tu reseña groupie y reivindico que hacen faltan más reseñas groupies sobre este relato porque el pobre Polidori siempre es el olvidado entre las largas sombras de villa Diodati. No solo no se le reconoce la importancia de este relato que, como bien apuntas, gestó la idea del vampiro romántico que ha llegado hasta nuestros días (y que seguramente inspiró a Bram Stocker), sino que también se le reivindica como escritor y poeta. No estoy segura de que odiase a Byron, algunos autores sostienen que estaba perdidamente enamorado de Byron y que este se aprovechó de esa veneración hasta las últimas consecuencias; de ahí que Polidori acabase por descubrir a un ser egoísta y megalománo y puede que lo retratase en su vampiro. En fin, de cualquier manera, un relato imprescindible para entender el orígen vampírico romántico por excelencia y para reivindicar a John William Polidori. Besos.
ResponderEliminarQué buenísima propuesta. Esta sí que me seduce y me encaja, porque tienes razón, Polidori pasaba inadvertido y no he leído su obra.
ResponderEliminarLo llevo a la wishlist.
BEsos.
No encuentro esa edición....
ResponderEliminarAnda, pues menuda curiosidad que acabo de descubrir. Siempre pensé que Stoker fue el primer iluminado en lo que a vampiros se refiere. La edición se ve una pasada. No obstante, antes de este leería Frankenstein, uno de esos eternos pendientes que me persiguen desde hace años.
ResponderEliminarUn beso ;)
Conocí esta historia gracias a una novela donde se buscaba ese original y desde entonces me ha llamado mucho la atención, aunque por ahora sigo sin leer el original.Un abrazo.
ResponderEliminarAnda, pues qué curioso, no tenía ni idea de que era el fundador del vampiro romántico :O Pese a ello, no estoy muy convencida, porque leí Drácula y no me entusiasmó demasiado...
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