miércoles, 28 de septiembre de 2022

RESEÑA (by MH) ::: LAS AVENTURAS DE ROBIN HOOD - Howard Pyle


 

Título original: The Merry Adventures of Robin Hood
Autor: Howard Pyle
Editorial: Biblok
Traducción: Saúl Álvarez
Páginas: 319
Fecha de publicación original: 1883
Fecha esta edición: 2010
Encuadernación: cartoné
Precio: descatalogado
Ilustraciones interiores: Howard Pyle

 
Inglaterra, siglo XII: el rey Ricardo Corazón de León está en Tierra Santa, combatiendo en las Cruzadas, y el pueblo malvive sometido bajo la cruel férula del rey Juan sin Tierra y su ejército de recaudadores, bien organizado y armado para extraerle hasta la última gota de sangre. La única esperanza se llama Robert de Locksley, un joven arquero condenado a vivir fuera de la ley en el bosque de Sherwood. Robert lidera la banda de forajidos más temibles de la época, pero sólo los poderosos que cometen injusticias tienen algo que temer. Entre las voces del pueblo, la historia de este proscrito se convertirá en la leyenda de un héroe, la leyenda de Robin Hood. 
Las aventuras de Robin Hood de Howard Pyle recoge la versión más extendida de la leyenda que ha hecho de este personaje un icono de la cultura popular. Esta edición se enriquece con las ilustraciones originales realizadas por su autor, quien además de escritor fue un reputado artista. Un volumen imprescindible que ha hecho vivir grandes aventuras a incontables generaciones de lectores.

Venga, que no se diga, las vergüenzas hay que airearlas. Doce años llevaba este libro en mi estantería esperando a ser leído. Doce. Y lo sé porque lo compré nada más salir a la venta, y en el copyright pone que se publicó en 2010. Claro, hago cuentas, quito, sumo, resto, añado y me llevo, y efectivamente me cuadra... doce años. Si tenéis libros en las mismas condiciones en casa no os cortéis, compartidlo conmigo y hacedme sentir mejor (o decidme que soy una impresentable, las dos opciones son válidas). El caso es que en mi proyecto (que nunca tiene fin) de recuperación de libros pendientes era ya de justicia leer Las aventuras de Robin Hood y, como siempre pasa, nunca entiendo por qué dejo pasar tantos años a la hora de leer algunos de mis pendientes.

De todos modos, antes de hablar sobre el libro en sí mismo, quizá sería conveniente hablar sobre el personaje protagonista, mito anglosajón por antonomasia sobre el que hay mil versiones, de las cuales la mía (la que os traigo hoy, me refiero) solo es la más conocida o extendida, pero en ningún caso la única.

¿Quién era Robin Hood?  Bueno, hablar de lo que significa el personaje de Robin Hood es fácil... quién era ya resulta mucho más complicado. ¿Qué significa entonces? Pues Robin Hood es el arquetipo de héroe medieval inglés que se convirtió en forajido en una época en la que cualquier acto contra el rey o sus posesiones se consideraba traición y conllevaba la pena de muerte. Robin, por un motivo u otro (dependiendo de la derivación de la leyenda) es considerado un proscrito y no le queda otra que esconderse en los bosques, donde reúne a un buen número de secuaces en la misma situación que él y con los que se dedica a defender a los pobres y oprimidos y a robar a los ricos y potentados. Vive al margen de la ley, pero nadie del pueblo lo traiciona porque saben que está de su lado, así que consigue escapar una y otra vez del sheriff de Nottingham, que persigue la recompensa y la venganza y que tiene puesto precio a su cabeza.

Esto es la leyenda a grandes rasgos, pero lo de saber si Robin Hood existió realmente o no ya es otro cantar. En principio parece que el personaje y sus andanzas están inspirados en el italiano Ghino di Tacco, ladrón tan famoso en su época que hasta aparece en la Comedia de Dante (al parecer también en el Decamerón, pero este no lo he leído así que hablo de oídas). Aun asi, muchos historiadores llevan siglos buscando al Robin Hood real, el que de verdad pateó bosques patrios y revalorizaría los estándares patrióticos británicos. No creen en la inspiración italiana, buscan un Robin Hood inglés, y en base a eso tenemos teorías de todo tipo, a cada cual más peregrina: unas apuntan a nobles que se autoproscribieron (¿esta palabra existe?) por una razón u otra entre los siglos XII y XIII, otras a hombres del pueblo llano, otras dan nombres propios e intentan ajustar fechas y hechos, y otras muy recientes incluso dicen saber donde estaba la casa del Robin Hood original (que ni siquiera era en Nottingham, sino en Yorkshire, muy lejos de los bosques de Sherwood). Huelga decir que ni se ha demostrado nada, ni se sabe nada, y que las teorías dispares pavimentan el camino hacia las leyendas y mitos históricos y literarios. 

Y en este contexto apareció mi versión, la publicada por Howard Pyle en 1883 y que a día de hoy es la más conocida (literariamente habando, claro... si nos metemos en las adaptaciones cinematográficas nos hundiríamos en otro barrizal). Pyle era un gran conocedor de las leyendas medievales, y su versión de las aventuras de Robin Hood fue la primera en incluir todos los elementos que hoy en día conocemos hasta la saciedad... con una excepción: lady Marian, pero ya os hablo de eso un poco más abajo.

Las aventuras de Robin Hood está ambientado en su mayor parte en tiempos del rey Enrique II de Inglaterra y su esposa, Leonor de Aquitania (padres del futuro rey Ricardo I, más conocido como Ricardo Corazón de León, que hace una breve aparición ya hacia el final del libro), así que podemos deducir que estamos en la segunda mitad del siglo XII. Desde la primera página conocemos el motivo por el que Robin se convierte en un forajido: se encuentra con unos guardabosques que se ponen chulos, Robin es más chulo todavía, y no solo mata a un ciervo real (primer delito) sino que también acaba con la vida de uno de los guardabosques (segundo y más importante crimen). Así que debe huir a lo más profundo de los bosques de Sherwood y poco a poco se va forjando su leyenda. Tan solo un año después ya tiene una banda compuesta por cien hombres proscritos por muy diferentes razones, todos ellos vestidos de paño verde y viviendo de lo que roban a sus opresores, ya sean abades, terratenientes, nobles o caballeros. Parte de esas ganancias las dedican a llevar alimentos ante la puerta de quienes pasan hambre o para ayudar a la gente en momentos de necesidad, lo que hace que aunque su rostro sea conocido en todo Nottingham porque Robin no se corta un pelo a la hora de pasearse por donde quiere, nadie lo traicione ni lo entregue ante las autoridades. El sheriff de Nottingham se la tiene jurada, no solo porque a quien lleve a Robin ante la justicia le entregarán doscientas libras, sino porque el guardabosques asesinado era familiar suyo. 

Y así transcurren las aventuras de este libro, con el sheriff o el obispo de Hereford intentando dar caza a Robin (ya sean ellos mismos o o pagando a otros por hacerlo), con Robin no solo escapando, sino ganando para su causa a muchos de los que ellos pagan para atraparlo, o con Robin y los miembros más importantes de su banda buscando aventuras cuando están las cosas tranquilitas y nadie se mete con ellos.

Hay quien me considera amable, y hay quien me considera cruel; unos dicen que soy bueno y honrado, y otros que soy un miserable ladrón. En verdad, existen tantas maneras de mirar a un hombre como manchas tiene un sapo; en consecuencia, el que me miréis con unos ojos o con otros depende exclusivamente de vos. Mi nombre es Robin Hood.

El Robin Hood que nos presentan estas páginas es un joven rubio de ojos azules fanfarrón, audaz, de sangre caliente, con un punto engreído y narcisista pero de buen corazón y con la carcajada siempre dispuesta en la boca. Le pesa en el alma la muerte del guardabosques que provocó su desgracia y se ha jurado no volver a matar a nadie salvo que no le quede otra opción (y le vemos matar en el libro). No le tiene miedo a nada, entra y sale de donde quiere cuando quiere usando el disfraz cuando es necesario y llegando a estar ante el mismísimo sheriff sin que este sospeche nada, y siempre cuenta con los chivatazos de las gentes de Nottingham que apoyan su causa aunque no formen parte de ella. No le gusta estar demasiado tiempo inactivo, así que cuando no se presentan aventuras las busca o se agencia "invitados" a sus cenas especiales, una celebración peculiar sobre la que nada os voy a contar por aquí.

El libro está dividido en ocho partes (además de un prólogo y un epílogo), y cada parte contiene dos o tres capítulos que cuentan una historia completa. Es decir, que cada parte en realidad es una aventura con un hilo argumental propio contada en dos o tres capítulos. Además, al más puro estilo victoriano, al inicio de cada parte el autor te anticipa lo que vas a encontrar en ella:

CUARTA PARTE
(En la que Alan de Dale se encuentra con Robin Hood y le pide ayuda para resolver sus problemas, para lo cual necesitarán la ayuda del fraile de la abadía de la Fuente. Además, también se cuenta cómo Robin Hood soluciona las cuitas de dos enamorados separados por aciagos acontecimientos, de manera que logran ser felices por el resto de sus días).

Y este fragmento, en el que aparecen dos personajes típicos de la leyenda de Robin Hood como son Alan de Dale y el fraile Tuck, me viene de perlas para contaros que en estas aventuras vemos cómo a poco se van uniendo a la banda todos y cada uno de ellos. Little John, Will Scarlet (que aquí es sobrino de Robin Hood y me ha pillado un poco por sorpresa), el hijo del molinero (que yo conocía como Much y que en esta versión se llama Midge), además de los ya mencionados Little John y Alan de Dale... realmente aquí es donde podría ponerle la única pega al libro, y es que el modo en que todos ellos se van incorporando a la banda es repetitivo y poco original, pero bueno, en mi caso tampoco me ha molestado demasiado (lo mismo me pilla en otro momento y sí me hubiese cansado, quién sabe). Sí que debo mencionar una cosa que ya os adelantaba antes, y es que el único personaje habitual de la tradición robinhoodiana que no aparece en este libro es Marian. O, para ser justa, Robin se acuerda una sola vez en todo el libro de ella con esta exigua frase... "mi dama Marian". Ya. La nombra para hablar de un tono marrón que coincide con sus cabellos, y se nota que está metida con calzador en una única y churriguera expresión de tres palabras para cumplir con todo el canon robinhoodiano, sin más. A pesar de que este personaje femenino apareció por primera vez en la leyenda a lo largo del siglo XV, Pyle no contó con ella para sus aventuras, y es que no hay personajes femeninos principales en este libro salvo alguna secundaria muy secundaria que no abre ni la boca. 

Por cierto, choca un poco el cambio de tono del libro en las últimas cincuenta páginas, que se vuelve más oscuro (no digo más, solo lo comento), y también se cuela algún que otro anacronismo, como hacer referencia a san Francisco de Asís, que no había ni nacido cuando tienen lugar las primeras aventuras de Robin. Aparte de todo lo dicho hasta ahora, y por ir terminando, Pyle era un ilustrador maravilloso y un revolucionario en sus técnicas, siendo el primero en usar el fotograbado y la ilustración en color. Mi edición contiene las ilustraciones que hizo para su propio libro, y la verdad es que es una gozada. Lástima que el tamaño del libro sea tirando a bolsillo y no se puedan disfrutar adecuadamente (la letra es, de hecho, bastante pequeña, y hay cosillas de corrección mejorables, pero bueno, va).

No hace falta que os hable de las muchas adaptaciones de esta historia que se han rodado para el cine o la televisión, pero quizás mi favorita sea la menos conocida: una serie de la BBC de tres temporadas que se emitió hace ya sus quince años (¡quince años!) con Jonas Armstrong interpretando a Robin y Richard Armitage dando vida a Guy of Gisbourne (que aparece en el libro en una sola escena y es un personaje totalmente diferente con el que solo comparte el nombre). Se acabó de manera inesperada ante la marcha del actor que hacía de Robin y sufrí mucho en su día... Aquí os dejo el tráiler por si os interesa.




Howard Pyle (5 de marzo de 1853 - 9 de noviembre de 1911) fue un ilustrador y escritor estadounidense, gran conocedor de las leyendas medievales. Se inspiró en canciones populares inglesas y escocesas para escribir Las alegres aventuras de Robin Hood o Historia de Lancelot y la tabla redonda. Además revolucionó la ilustración empleando, por primera vez, el fotograbado y la impresión en color, técnicas que enseñaba en su propia escuela. Sus libros ilustrados más importantes fueron Las aventuras de Robin Hood (1883), Un moderno Aladino, Story of King Arthur and his Knights, Historia de Lancelot y la Tabla Redonda y Libro de Piratas.

7 comentarios:

  1. Leí una versión de Robin Hood en la adolescencia, puede que más bien infancia. pero era una edición muy distinta de esta. Era de la colección Historias Selección, de Bruguera, esas que tenían un resumen en forma de cómic entre las páginas escritas. Eran historias basadas en las películas y, por lo que he visto luego con Mujercitas, se alejan bastante de los originales. No es de todas formas el tipo de novela que más me apetece ahora mismo.
    Un beso.

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  2. Hola, no creo haber leído ninguna novela sobre Robin Hood, si he visto todas las adaptaciones que se han hecho de las historias de este personaje, que me encanta. Incluso la que comentas de la BBC, en las que mi personaje favorito era Guy de Gisbourne, porque soy Fan de Richard Armitage, un actor que me gusta mucho. Dicho esto, recuerdo con mucho cariño a Error Flynn, mi Robin por excelencia. Tomo nota del libro para futuros retos, que no se porque nunca encuentro novelas para este apartado. Besos.

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  3. Buenass. Ya estoy de vuelta por estos lares. Qué tal por aquí?
    Todo un clásico. Descuida, yo tengo libros esperando en la estantería desde hace más de una década, pero bueno, es que no nos da la vida para todo lo que quisiéramos leer. Qué casualidad, porque anoche mismo terminé "La librería de Monsieur Picquier", donde se le hace una mención de honor a Leonor de Aquitania, que según cuenta el libro fue enterrada en una abadía de Francia, donde se erige una estatua de ella sentada con un libro en la mano, recordando su pasión por la literatura. Y hablando de casualidades, el otro día precisamente estaban poniendo en la tele "Robin y Marian", una versión de Robin Hood algunos años después de los hechos narrados que todos conocemos. No la había visto antes, pero solo por ver a Sean Connery y a Audrey Hepburn ya maduritos merece la pena.

    Un beso ;)

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  4. Conozco la leyenda, pero no he leído la historia. Aunque nunca me ha atraído demasiado, me has dejado con la intriga. Un beso.

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  5. Buenos días, MH.
    Yo también sufrí mucho con la desaparición de esa serie...Team Armitage, se entiende :)
    Contestando a tu primera pregunta, ni sé la cantidad de libros que llevan más de una década en casa sin que los haya leído. Aprovechando que tengo mi casa desmontada, haré catálogo de los título y te iré diciendo.
    Sobre el personaje de Robin, sabía que la leyenda estaba basada en múltiples posibles bandidos ingleses, pero nada sabía del italiano de Dante. Me ha parecido muy interesante todo lo que nos cuentas.

    Un beso.

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  6. No termina de tentarme esta vez, pero sí me has dejado con curiosidad por esa serie. A ver si puedo verla en alguna plataforma.
    Besotes!!!

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  7. Hola. Pues como estudiante de ciencias que fui, leí muy pocos libros en el insti y Robin Hood fue uno de ellos. Me parece que el único. La verdad es que recuerdo pocas cosas pero sí que me lo pasé bien.
    No soy mucho de leer libros con tanta aventura de por medio, no son lo mío.
    No conozco esa serie que dices, voy a investigar.
    Besos
    No tengo libros de tan atrás sin leer pero sí del año pasado y ya me agobia mucho.

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