martes, 29 de octubre de 2019

RESEÑA HALLOWEEN #2 (by MH) ::: KLOSTERHEIM, o LA MÁSCARA - Thomas de Quincey




Título original: Klosterheim, or The Mask
Autor: Thomas de Quincey 
Editorial: Valdemar
Traducción: Manuela Romano Mozo 
Páginas: 208
Fecha publicación original: 1832
Fecha esta edición (2ª): septiembre 2014
Encuadernación: cartoné
Precio: 19,95 euros
Ilustración de cubierta: The Ballad of Lenore (1839, Horace Verner)



La Guerra de los Treinta Años asola Europa. Las fuerzas leales al emperador combaten sin tregua por mantener su dominio dentro de los extensos límites del Sacro Imperio Romano Germánico. Un ser misterioso y embozado, al que la imaginación popular ha bautizado con el nombre de La Máscara, provoca el pánico entre los habitantes de la vieja ciudad de Klosterheim y parece querer frustrar los desleales designios del tiránico Landgrave de la plaza... 

Thomas De Quincey (1785-1859), a quien un ilustre contemporáneo, Thomas Carlyle, describió como «el chico más hermoso: ojos azules, cara resplandeciente, si no hubiera habido algo en él que decía: eccovi... ¡este chico ha estado en el infierno!», es autor de deliciosas narraciones históricas y profundas meditaciones, como La rebelión de los Tártaros, Los últimos días de Kant y, sobre todo, las Confesiones de un «comedor de opio» inglés, recrea en Klosterheim, o La Máscara la época y la atmósfera en la que los déspotas, los castillos, las mazmorras, las batallas, las virginales heroínas y los valientes caballeros componían un laberíntico entramado con marcados tintes góticos.

Segunda reseña temática de la semana, y segunda novela de Thomas de Quincey que os traigo al blog. Que por cierto, la primera, El vengador, bien podríais tenerla también en cuenta si queréis leer un clásico para Halloween. Pero hoy toca reseñar Klosterheim, o La máscara, publicada originalmente en 1832 y que, al igual que El vengador, también está ambientada en Alemania, país por el que el autor sentía gran interés en muchos aspectos.

Ese Klosterheim del título hace referencia a una ciudad inventada y situada en el sur de Alemania. Se está librando la Guerra de los Treinta Años (la acción se sitúa en el invierno de 1633), y Klosterheim se ha salvado hasta el momento de los envites de la guerra gracias a su supuesta neutralidad en la contienda. Pero se sospecha que el Landgrave (algo así como el conde de la ciudad, el que la gobierna y que por tanto debería estar bajo el mandato del emperador católico) simpatiza con los suecos protestantes, y eso hace que muchos ciudadanos eminentes conspiren contra él, o cuando menos, que muestren el rechazo que sienten hacia su persona. Pero nada puede compararse a la aparición de La Máscara, un individuo vestido de armadura que comienza a actuar por las noches llevándose de sus casas tanto a simpatizantes del Landgrave como a adversarios. Se los lleva, nadie sabe cómo, y literalmente desaparecen. Al principio parece que sin violencia, luego empiezan a aparecer sangre y signos de lucha en casas de estos desaparecidos. La Máscara se mueve como un ente, nadie lo ve entrar y salir de las casas, nadie ha sido capaz de hacerle frente, se desvanece en el aire, aflora la vena supersticiosa de la gente, y pronto empieza a hablar de sí mismo como el gobernador nocturno de Klosterheim, en contraposición al gobierno diurno del Landgrave... y el propio Landgrave tiene claro que el objetivo último de La Máscara es él mismo, y está dispuesto a cualquier cosa con tal de acabar con ese ente fantasmagórico que está amenanzado su gobierno... y sus futuros planes.

A ver, esto que os he contado es la parte que tiene que ver con lo que celebramos esta semana, lecturas góticas, misteriosas, de suspense y supersticiones sobrenaturales... que es lo que nos interesa, ¿no? Pero aviso a navegantes, esta novela tiene un componente histórico altísimo (más o menos ajustado a la realidad, aunque eso sea lo de menos), hasta el punto de que La Máscara en sí misma no aparece hasta la segunda mitad del libro porque durante la primera mitad de Quincey se lo pasa bomba ambientando su historia: si el lector tiene que esperar, que espere. Así que os lo digo desde ya: con este libro hay que tener un poco de paciencia.

No voy a entrar en los entresijos de la Guerra de los Treinta Años porque no es el tema, pero resumiendo mucho (vamos, muchísimo... xD), fue un conflicto político-religioso dentro del propio Sacro Imperio Romano Germánico en el que intervinieron muchos países y no siempre al mismo tiempo. En el momento en que tiene lugar esta historia, 1633, el imperio alemán (católico) se enfrentaba a los suecos (protestantes), que habían entrado en la contienda pocos años antes. Aunque Klosterheim (que, como digo, es una ciudad inventada) se ha mantenido al margen de la guerra, ha llegado un punto en el que sus habitantes se dan cuenta que su buena suerte se ha acabado, sobre todo porque todo el mundo sospecha que su propio gobernante, el Landgrave, es un traidor y está aliado con los suecos. Para más inri, salir o entrar de Klosterheim se ha convertido en una misión suicida porque unos mercenarios, amparados por la oscuridad y los recovecos del bosque que rodean a la ciudad, frustran y pasan a cuchillo a cualquier emisario imperial o comitiva que entre o salga de la ciudad. Huelga decir que la población sospecha que estos mercenarios, obviamente, están al servicio de los intereses del Landgrave y, por tanto, de los suecos. Los habitantes de Klosterheim están hartos, y comienzan a escucharse rumores de revuelta.

Vale, pues todo esto ocupa la primera mitad del libro, aunque de Quincey suaviza la carga política y va preparando el terreno para la segunda mitad de la historia (la apegada a las supersticiones, misterios, leyendas, seres sobrenaturales... en la que aparece La Máscara) otorgándole un protagonismo eminente al bosque que rodea a la ciudad y una tenebrosidad que no solo ayuda a la ambientación de la historia, sino que esconde traiciones, muerte y muchos secretos. En las ramificaciones de ese bosque se ocultan tanto ruinas como castillos donde puedes hallar cobijo o puedes encontrar la muerte (o el intento de llevarla a cabo), y nunca sabes cuál de las dos opciones te va a tocar en suerte hasta que es demasiado tarde. En ese bosque conoceremos a los que protagonizarán la historia romántica y trágica del libro; por un lado la hermosísima, esbeltísima y bondadosísima doña Paulina, vinculada a la familia del emperador, y por el otro su enamorado, Maximiliano, gallardísimo y apuestísimo protegido del propio emperador y gran opositor al Landgrave de Klosterheim. Estos dos personajes, separados muy pronto en la historia, serán sin embargo dos de sus catalizadores, y su amor es un amor sin fronteras ni fin, como debe ser :)

¿Y La Máscara? Pues durante buena parte de su intervención en la historia juega a villano y a héroe. Se ríe de los gobernantes de la ciudad de Klosterheim, los atemoriza y los amenaza con desvelar sus más oscuros secretos, lo que da nuevos bríos a una población asustada que se está perdiendo en supercherías... pero al tiempo sus ataques se vuelven más sangrientos y eso hace que los que antes le adoraban comiencen a dudar si simplemente es un ser vil ansioso de sangre. La Máscara es capaz de estar rodeado de miles de personas y huir sin que nadie sea capaz de detenerle, es capaz de colarse en el castillo y desaparecer en una habitación esfumándose en el aire, se lleva decenas de personas de sus casas y nadie ve como lo hace ni es capaz de encontrar los cuerpos... ¿Pero es real, un hombre de carne y hueso, o un ente sobrenatural? Podría ser una cosa o la otra, y eso es lo que tendréis que averiguar si decidís leer el libro.

Entonces, ¿qué podéis encontrar en Klosterheim, o La Máscara? Una novela gótica histórica, en la que hay que tener un poco de paciencia al principio cuando de Quincey se pone a contar la situación de esa zona de Alemania durante la Guerra de los Treinta Años a su antojo y conveniencia... le cuesta un poco entrar en materia, pero cuando entra es un lujazo. Porque además de Quincey escribía muy bien, no hay que perder eso de vista, y por eso se le perdonan estos caprichos un tanto largos. ¿Qué más encontramos? Pues supersticiones, bosques tenebrosos, malhechores que se esconden en esos bosques, dueños de castillos que dan repelús, túneles subterráneos, pasadizos secretos, asesinos sin escrúpulos, desapariciones inexplicables, hombres que pierden la cabeza ante la visión de un rostro, un amor romántico (en el sentido del romanticismo como género), un malo malísimo que gobierna sobre todo y todos, traiciones, abuso de poder... Ah, y La Máscara, un ser misterioso que llega a Klosterheim amparado por la noche, temido y adorado a partes iguales y con una misión: derrocar al Landgrave. ¿Lo conseguirá? ¿Descubriremos quién, o qué, se esconde bajo esa armadura? ¿Perderemos la razón aterrorizados al averiguarlo o descubriremos que los fantasmas no existen?

Lo dejo aquí... mañana más :)


Thomas de Quincey (Manchester, 15 de agosto de 1785-Edimburgo, 8 de diciembre de 1859), hijo de un acomodado comerciante, recibió una esmerada educación, con una especial incidencia en las disciplinas clásicas (a los trece años escribía griego), a cargo de preceptores particulares. A los 17 años se escapó de casa y vivió en Gales y Londres. De regreso estudió en el Worcester Collage de Oxford. De allí arranca su proverbial adicción al opio. Las necesidades económicas (había dilapidado su fortuna) y la numerosa prole a la que tenía que alimentar (tuvo ocho hijos) le obligaron a trabajar como periodista. La mejor biografía de Thomas de Quincey nos ha sido legada por el propio escritor en tres entregas: Confesiones de un inglés comedor de opio (1821), Suspiria de profundis (1845) y Apuntes autobiográficos (1853).
 
Erudito, original, transgresor, imaginativo, laberíntico y crítico, no sólo literario sino de la sociedad de su tiempo, constituye una referencia fundamental para la estética del Decadentismo.

Su biblioteca, integrada por más de 5.000 volúmenes, contenía obras de Homero, Sófocles, Píndaro, Horacio, Tito Livio, John Milton, Robert Burton, John Donne, Francis Bacon, Jonathan Swift, Francois Rabelais, Laurence Sterne...

De ella dijo: Los libros son los únicos artículos de propiedad en los que soy más rico que mis vecinos.

14 comentarios:

  1. ¡Cuánto tiempo hace que no veía esta novela! La leí hace lustros, la encontré en la biblioteca y la leí en un plus plas ¡Qué alegría verla aquí!
    Me encantaaaaaa!! 😍😍😍

    Besitos 💋💋💋

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  2. Este no me lo llevo. Esta editorial publica joyitas pero a un precio que me ha hecho descartar más de un libro suyo.
    Besos

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  3. Hola guapa, pues no sé, no sé... eso de que tarde en entrar en materia... Me lo tengo que pensar porque me picas con la segunda parte, jeje...
    Un besazo

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  4. Qué me cuesta resistirme a una historia así, tomo nota porque tarde o temprano caerá.
    Preciosa reseña, besitos.

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  5. No pinta mal, pero que tarde en entrar en materia me suele desesperar. No sé si le daré una oportunidad o no.
    Besotes!!!

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  6. Me cuesta el género y si además la novela tiene un arranque lento... creo que la dejo pasar.
    Besos.

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  7. Yo esta vez no lo termino de ver para mí. Estoy espesita y saturada últimamente así es que necesito algo más facilito de momento.
    Besos

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  8. Hola tiene muy buena pinta y del autor no he leído nada, miraré en la biblioteca si la encuentro. Besinos.

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  9. No estoy muy convencida, creo que no disfrutaría con su lectura porque la época en que está ambientada no me va mucho. Besos

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  10. Para de traer cosas... Que ya no me da tiempo pero me da igual leerlos en cualquier otro momento y la verdad es que es difícil encontrar buenos relatos y novelas de terror actuales aunque los hay. Los clásicos tienen algo especial.
    Besos

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  11. Buenos días:
    He de decir que me encantan las ediciones de Valdemar. Yo tenía uno de sus títulos preparados para reseñar en esta semana, pero la falta de tiempo me lo ha hecho imposible.
    Este título no lo he leído y , aunque sea lento en su comienzo, sí me apetece leerlo. Creo que son ese tipo de novelas que construyen a un lector. Por otra parte, la biografía del el escritor me parece también muy seductora.
    Un abrazo, y gracias por esta estupenda propuesta para Halloween!!

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  12. NO he leído nada del autor y no tiene mala pinta, además me encantan las ediciones de Valdemar-
    Besos

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  13. Ahora mismo quizás no me animaría por su arranque lento, necesito historias más rápidas. Pero en sí, el estilo me encanta. Esa mezcla histórico y gótico...me recuerda a "El aspecto del diablo" que leí hace poquito. Aunque con menos carga histórica.

    besitos

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  14. No conocía esta novela de Valdemar, una editorial que me encanta. Le echaré un ojo. Besos

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