Título original: Crooked House
Autora: Agatha Christie
Editorial: Espasa
Traducción: Stella de Cal
Páginas: 240
Fecha de publicación original: 1949
Fecha esta edición: octubre 2017
Encuadernación: rústica
Precio: 15,90 eurosEste 2024 me he tomado con más tranquilidad el reto de mi querida Agatha después del tour de force del 2023, pero aun así creo que es el quinto libro suyo del que os hablo este año (y si no pasa nada quiero reseñar al menos otro antes de Navidad... veremos si lo cumplo). Ya estamos en 1949, y con La casa torcida hoy os hablo de una de sus novelas más conocidas no protagonizadas por ninguno de sus detectives habituales.
Charles Hayward, diplomático, y Sophia Leonides se conocen en Egipto justo después de la guerra. Pasan de la amistad al amor sin darse cuenta, pero él no se decide a pedirle matrimonio porque ella retorna a Inglaterra y él tardará un par de años aún en regresar. La casualidad hace que Charles vuelva a su país justo el día en que el abuelo de Sophia, el millonario Aristide Leonides, muere... y los indicios apuntan a que ha sido asesinado. Sophia se niega a casarse con Charles hasta que todo se resuelva y se descubra al asesino, y aquí es donde realmente comienza la historia, porque Charles apenas sabía nada sobre la familia de Sophia hasta ese momento, una familia cuyos extraños miembros viven todos juntos como gallinas en Three Gables, la Casa Torcida del título... y todos ellos quieren, anhelan, suspiran por que el culpable sea una persona muy concreta de la familia a la que odian profundamente, pero en el fondo saben que no es así, que sería demasiado fácil y conveniente, y cuando sale a relucir el tema del estamento las cosas se complican todavía más. ¿Quién tenía motivos para asesinar a Aristide? ¿Quién es la persona más torcida en esta casa torcida?
Confiesa Agatha en el prólogo algo que yo estoy diciendo desde hace ya unas cuantas entradas: que de cada cuatro libros que escribía, solo uno lo hacía por placer y los otros tres eran simple trabajo (ya os he comentado varias veces que se nota desde hace un tiempo para acá la obligación de meter a Poirot en las novelas porque era lo que le daba de comer, pero que resulta evidente que ella realmente quería hablar de otras cosas... me alegra comprobar que no me lo estaba imaginando xD). Retomo hilo. Esto, lo de escribir o no por obligación lo dice porque le confiesa al lector que precisamente La casa torcida es de esas novelas que sí escribió por placer y que además es uno de sus trabajos favoritos. Estuvo rumiando la idea durante muchos años hasta que le dio forma, y a la vista está que el resultado mereció la pena, porque es de sus obras más famosas y se sigue adaptando periódicamente al cine o la televisión (de hecho la última se hizo en 2017 y la podéis ver en Amazon Prime... al final os hablo un poco sobre ella).
Antes de seguir, Agatha vuelve a usar una vez más una canción infantil para el título de una de sus novelas. En esta ocasión se trata de There Was a Crooked Man, una rima infantil que se dice escribió Mother Goose, una figura legendaria en la literatura infantil a la que se atribuyen multitud de rimas, canciones e historias infantiles como esta pero de quien no se conoce su identidad real a día de hoy. Autores como Charles Perrault recopilaron estas historias y las publicaron (los famosos Cuentos de Mamá Ganso), pero lo dicho, aunque hay suposiciones y conjeturas sobre su identidad, no se sabe realmente de quien procedían las historias originales. La rima en cuestión es esta:
There was a crooked man, and he walked a crooked mile,He found a crooked sixpence against a crooked stile;He bought a crooked cat which caught a crooked mouse,And they all lived together in a little crooked house.
Érase un hombre torcido que anduvo una milla torcida.Encontró seis peniques torcidos junto a un portillo torcido.Compró un gato torcido que atrapó a un ratón torcido,y todos vivieron juntos en una casita torcida.
Y en esta casita torcida, la de Three Gables, viven muchas personas torcidas, así que os las presento brevemente. Aristide Leonides, el cabeza de familia asesinado, tenía unos 80 años en el momento de su muerte; emigrado griego, se hizo inmensamente rico y, aunque era muy controlador, compartió su fortuna con su familia, que lo adoraba de una manera un tanto insana; Roger, su hijo mayor y de personalidad un tanto nerviosa, es su ojito derecho pero una nulidad para los negocios; su mujer, Clemency, es una científica tan minimalista como parca en cualquier tipo de expresión social; el hijo menor de Aristide, Philip, es escritor e historiador y siempre ha vivido a la sombra de su hermano mayor; su mujer, Magda, es actriz (de las malas) y vive la vida como si estuviese siempre sobre un escenario; Philip y Magda tienen tres hijos: Sophia, inteligente y sensata; Eustace, adolescente que acaba de superar una enfermedad que lo ha vuelto muy irascible; y Josephine, de apenas 12 años y empeñada en convertirse en detective, por lo que suele escuchar detrás de las puertas y sabe todo-todo lo que ocurre en la casa. Hasta aquí los hijos de Aristide y sus respectivas familias, pero no se vayan todavía que aún hay más. Seguimos por la tía Edith, la estricta hermana de la primera esposa de Aristide, que se fue a vivir con la familia para cuidar de Roger y Philip cuando eran pequeños y que tuviesen una figura materna y ahí sigue, taitantos años después; y Brenda, segunda esposa y jovencísima viuda de Aristide, a quien conoció cuando era camarera en uno de sus restaurantes y a quien odia todo el resto de la familia por considerarla una aprovechada que iba tras el dinero del anciano. Y ahora toca hablar de los dos personajes que viven con la familia pero no pertenecen a ella: uno es Laurence Brown, tutor de Eustace y Josephine, a quienes da clase en casa, y Nannie, niñera de todos los niños Leonides que se ha quedado en la casa a hacer un poco de todo.
"Creo que era eso lo que quería expresar cuando indiqué que todos vivíamos en una casita torcida. No quería decir que fuese torcida en el sentido de poco honrada. Quería decir que no habíamos crecido con independencia, manteniéndonos de pie, derechos, por nosotros mismos. Todos estamos un poco retorcidos y entregados unos a otros."
Como veis, una casa atestada de gente, cada cual con sus rarezas, sus peculiaridades (Sophia en cierto momento dice que todos ellos son despiadados, aunque de modos muy distintos) y, quizás, sus motivos para matar al patriarca, al que se describe en todo momento como encantador, con una personalidad arrolladora, la luz de la casa, el fulgor del firmamento, la luminiscencia de la Vía Láctea... (era fan-ta-bu-lo-so, vamos, lo nunca visto xD) y casi todos lo adoraban de una manera bastante insana. Hay demasiada... adoración, y también demasiada familia, si se me permite decirlo, y eso complica mucho las cosas, porque nadie da el perfil del asesino, ni siquiera quien toda la familia desea y espera que sea. ¿A quién quieren cargarle el muerto, nunca mejor dicho? Como habréis imaginado por la descripción de personajes, a Brenda, su veinteañera viuda, no solo porque la odien a muerte, sino porque sospechan algo que aquí no os voy decir. El caso es que una frase que se repite varias veces es "Puede que todo vaya bien... si el asesino es quien debe ser", porque debe ser Brenda, DEBE ser ella, eso pondría las cosas muy fáciles. Pero si no es ella, si no es quien debe ser, el asesino sería alguien de la familia, y eso ya no les conviene tanto.
Creo que no lo he dicho todavía, pero el narrador es el propio Charles, persona ajena a la familia pero que quiere formar parte de ella como futuro marido de Sophia. Se ve involucrado de lleno en la historia porque su padre es un jefazo de Scotland Yard y se hace cargo del caso, así que no solo acompaña al inspector Taverner en sus indagaciones y visitas a la casa, sino que en cierto momento su padre le encarga que haga hablar a los miembros de la familia Leonides, que les deje expresarse, que se fije en lo que dicen y en lo que callan y descubra la nota discordante, algo que no puede hacer un miembro de la policía ante quienes todos se ponen en guardia (Agatha, en boca del padre de Charles, dedica todo un capítulo a disertar sobre cómo son los asesinos, lo que los mueve, el factor común en casi todos ellos, ese factor que hace que la moral esté tan ausente como para cometer un asesinato sin arrepentirse nunca de ello... se nombra incluso el caso del asesinato de Road Hill, del que os hablé hace poco en La primera detective). Volviendo a Charles, el pobre deambula por la casa, habla con sus habitantes, intenta averiguar cosas, pero él mismo nota cómo la Casa Torcida también influye en él, porque llega un punto en el que no quiere encontrar la verdad, sino aquello que más le conviene a él y a su propia idea sobre quien puede o no ser el asesino.
He conseguido llegar hasta aquí cumpliendo mi máxima de no desvelar nada del misterio y la investigación en sí mismos, así que misión cumplida. La casa torcida ha sido una relectura, y es de esas historias de las que recuerdas sin lugar a dudas la identidad del culpable. Aun así las pistas están ahí y yo creo que se puede adivinar perfectamente quién es porque Charles cuenta todo lo que ve, lo que le dicen y lo que descubre, y que él muchas veces no sepa sumar dos más dos o transcriba cosas sin saber darles el significado correcto no quiere decir que tú como lector no puedas o no sepas hacerlo. Vamos, que si estáis atentos se sabe, pero eso no disminuye ni un ápice el disfrute de la historia y el final en sí mismo, porque la resolución que le da Agatha a la novela (ya no desvelar la identidad del culpable, si no lo que hace con esa persona) para mí es muy correcto y más inesperado para el lector que descubrir al asesino.
¿Próxima entrega? Se anuncia un asesinato, el esperado retorno de la señorita Marple en una de sus muy escasas apariciones.
Para ir terminando, os hablaba de la adaptación de 2017. Como sabía que tarde o temprano releería la novela he estado posponiendo su visionado hasta ahora, pero por fin he podido verla. ¿Qué me ha parecido? Pues sin poder destripar nada por aquí tampoco, la premisa inicial del modo en que Charles entra en la historia ya es totalmente diferente: tras dejar la carrera de diplomático trabaja como detective privado y Sophia (con la que aparentemente tiene un pasado que no acabó bien) lo contrata para que investigue el asesinato de su abuelo antes de que la policía entre en escena. La peli está bien, entretiene, pero todo es completamente diferente, desde la propia personalidad de los personajes, que en algunos casos es totalmente opuesta a la del libro, hasta el tono mismo de la historia y su esencia. Todo lo importante está ahí, pero con mucho más drama, acción y salseo, lo habitual en las adaptaciones que están saliendo últimamente. En fin, lo dicho, cumple perfectamente para pasar un buen rato delante de la pantalla y, aunque no se haya leído el libro, creo que es un misterio de época muy apañado.
Agatha Christie
(1891-1976) es conocida en todo el mundo como la Dama del Crimen. Es la
autora más publicada de todos los tiempos, tan solo superada por la
Biblia y Shakespeare. Sus libros han vendido más de un billón de copias
en inglés y otro billón largo en otros idiomas. Escribió un total de
ochenta novelas de misterio y colecciones de relatos breves, diecinueve
obras de teatro y seis novelas escritas con el pseudónimo de Mary
Westmacott.
Probó suerte con la pluma mientras trabajaba en un hospital durante la primera guerra mundial, y debutó con El misterioso caso de Styles
en 1920, cuyo protagonista es el legendario detective Hércules Poirot,
que luego aparecería en treinta y tres libros más. Alcanzó la fama con El asesinato de Roger Ackroyd en 1926, y creó a la ingeniosa miss Marple en Muerte en la vicaría, publicado por primera vez en 1930.